9-𝐁𝐫𝐞𝐚𝐭𝐡𝐞 𝐅𝐢𝐫𝐞 𝐈𝐧𝐭𝐨 𝐌𝐞

3K 81 0
                                        


Resumen: Estás acostumbrada a confiar en tu marido siempre que necesitas ayuda. Así que, cuando una noche de invierno tiemblas a su lado, él se encarga de calentarte...

Advertencias: 18+ MDNI, lector AFAB, pronombres ella/her (3ª persona) angustia leve (sexismo y roles de género típicos del canon), digitación, perversión de la crianza, perversión del tamaño, sobreestimulación, (tal vez un poco) juego de respiración

autor original: https://www.tumblr.com/adragonprinceswhore/738002122552016896/breath-fire-into-me-i-daemon-targaryen-x-reader

┗━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━┛

Las pesadas puertas de sus aposentos maritales se abren de golpe cuando entra su marido, el príncipe Daemon Targaryen.

Si no lo conociera, supondría que su estruendosa entrada se debe a la exasperación. Pero en los meses transcurridos desde su unión, había aprendido que su marido simplemente existía en voz alta, exigiendo la atención de cualquiera al alcance del oído.

"Ābrazȳrys", saluda él, lanzándole una fugaz inclinación de cabeza antes de dirigirse hacia la jarra con vino que aguarda sobre la mesita, sirviéndose una copa. 

Ella está acurrucada en el sofá frente a la chimenea, con las rodillas subidas hasta la barbilla y envuelta en dos gruesas pieles. Su cuerpo oculto tiembla a pesar de los intentos que ha hecho por entrar en calor.

Al haber sido criada como una dama noble, es muy consciente de la importancia de los buenos modales. Sin embargo, no se levanta para saludar a su marido como debería, ya que la amenaza de que las pieles que la envuelven se desprendan de su cuerpo helado es demasiado alarmante.

"Esposo", saluda entre dientes desde su asiento, inclinando ligeramente la cabeza. 

¿Se apiadará de mi miserable estado?", se pregunta, midiendo su reacción al apartarse de la habitual charada obediente que se espera de ella. 

'Tis saidSe dice que es el día más frío al servicio del Gran Maestre Runciter. Seguramente entenderá mi deseo de esconderme bajo el calor". 

Daemon bebe un sorbo de su cáliz, con una gota de rojo oscuro pegada al labio inferior mientras la observa por encima del borde.

Siempre la mira como un lobo miraría a un ciervo; los ojos oscuros con promesas de ruina y los dientes enseñados. 

Su imprevisibilidad es lo que la atrajo de él incluso antes de que se anunciaran sus esponsales. Poseía el potencial para destruirla si así lo deseaba, una idea tan emocionante como desalentadora. 

Ser quemada por el dragón. 

Sin embargo, ella había conseguido canalizar su fuego, jugando con él en la palma de la mano sin quemarse.

Sin apartar los ojos de la forma temblorosa de su esposa, Daemon suelta una risita, chasqueando la lengua ante su lamentable estado.

Vuelve a dejar la taza sobre la mesa y, sin mediar palabra, se acerca al arcón que hay a los pies de la cama que comparten para sacar una túnica de lana gruesa y áspera. La coloca junto a ella en el sofá, apartándole silenciosamente las pieles de los hombros para dejarle los brazos libres antes de vestirla con su cálido atuendo. 

"Llevo esto debajo del abrigo cuando cabalgo en invierno", explica en voz baja. "Te dará calor", asegura.

Ella siente que el tambor de su corazón se acelera ante su muestra de ternura, las palmas callosas y suaves mientras le bajan la lana por el cuerpo. 

『𝗗𝗮𝗲𝗺𝗼𝗻 𝗧𝗮𝗿𝗴𝗮𝗿𝘆𝗲𝗻 』ᵒᶰᵉ ˢʰᵒᵗˢ ⁺¹⁸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora