Capítulo 3

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-Kiki al final llegamos tarde.- Me recrimina Martin que ya está vestido, no como yo que llevo tres conjuntos y todavía no me ha convencido ninguno. -Pero por ver ese cuerpazo, tú tarda lo que quieras.

-Martin por favor.- Ríe Ruslana mientras que yo me tapo la cara de vergüenza.

-Tú no te alteres que soy maricón, tú no tienes excusa.- Responde Martin y abro la boca mirando a Ruslana. -Pero venga Kiki, date prisa que llegamos tarde enserio.- Me da un toque en el culo y decido por un pantalón negro, un top blanco y un chaleco corto negro.

Estamos en mi piso preparándonos para ir a Oasis a ver a Álvaro cantar y después salir por ahí, Rusli está maquillándose cuando yo termino de vestirme y Martin, que ya lleva preparado desde que salió de su piso para venir aquí, me pide permiso para coger un refresco de la nevera, a lo que accedo y vuelve junto a Naiara. Ayer le comenté a mis compañeras de piso que viniesen con nosotros a ver a Álvaro y saliesen con nosotros ya que se llevan muy bien con mis amigos a pesar de verlos poco, sin embargo, Suzete ya había hecho planes y Naiara estaba preocupada por tener que entregar un trabajo. Martin está tratando de convencer a Naiara que se muestra todo el rato negativa ante el plan, por lo que se une Ruslana a intentar convencerla.

-Pasado mañana tengo que entregar un trabajo, no me da tiempo a salir y terminarlo.- Se excusa Naiara que se sienta en mi cama. -Pedazo outfit girl.- Dice mirándome al ponerme los zapatos y sonrío agradeciéndole. -Sigo sin entender cómo no te has traído a nadie al piso con esa caraza que me traes y ese cuerpazo y ese todo.- En este momento me avergüenzo mucho, aun más al ver los aspavientos de la morena.

-Eso mismo le decimos nosotros.- Insiste Martin a lo que Ruslana afirma con un murmullo y me pongo roja completamente. -Date una alegría, Kiki, que llevas sin echar un polvo ¿cuánto? ¿Un año?

-Un año y seis meses, en concreto.- Corrige Ruslana y le doy un golpe en el brazo. -Kiki, es verdad, hasta Paul, que es un bebé, te ha adelantado.

-Pero a mí no me urge nada de eso. Yo estoy bien, tranquila.- Me encojo de hombros con una sonrisa y Martin me mira sin creerme. -Si surge algo, pues surgió, no pasa nada. Tampoco me cierro en banda.

-Corazón mío, no es por nada, pero le has cerrado las puertas a Noelia, Miriam, Claudia, Marina, María, Ángela... ¿sigo?- Me mira Ruslana haciendo referencia a todas las chicas que me han dado pie a tener algo, en especial Noelia, quien, a pesar de haberle rechazado varias veces, sigue sin darse por vencida.

-Estáis desviando el tema, la cosa era que Naiara viniese con nosotros.- Retomo el tema anterior y ruedan los ojos pero me hacen caso y le vuelven a insistir a Naiara. Finalmente, con tanta insistencia acepta la invitación y decide arreglarse rápidamente para no llegar muy tarde. Intentamos ayudarla eligiendo la ropa, pero no le hace falta porque la elige ella enseguida y, como suponemos, le queda como anillo al dedo. Se maquilla rápidamente haciéndose un maquillaje precioso en tiempo récord y Martin, con la boca abierta, le halaga diciéndole que se volvería heterosexual por ella. 

Decidimos ir a Oasis en el Audi de Naiara, a pesar de que Álvaro nos comenta que han retrasado la actuación media hora por un problemilla de sonido. Ruslana y Naiara van cantando a pleno pulmón las canciones que pone la primera en Spotify, poco a poco nos unimos Martin y yo al ritmo de Nathy Peluso, Emilia y Chanel, convirtiendo el viaje en una competición por ver quién baila más sensual teniendo el poco espacio que nos permite el coche. Una vez llegamos al sitio, a pesar de tener todavía media hora de antelación, nos encontramos el bar con bastante gente, y es que por esa zona Álvaro se ha dado a conocer muy bien por sus actuaciones, además su rollo crea muy buen ambiente. 

Realmente Oasis no es un bar común, es el lugar por excelencia de los estudiantes y jóvenes. Abre alrededor de las 9 donde lo adecúan como un pub de copas en el que hacen actuaciones de muchos tipos, teniendo un ambiente muy cómodo si quieres ir a algún lugar que se salga un poco de la norma. Tiene una decoración muy característica con carteles, pósters y frases de cantantes, grupos, actores, modelos, entre otros, muy variados; junto a ello, cuenta con una iluminación muy curiosa ya que juegan con la mezcla de luces que, además, te permite ver bien el bar, como no ocurre en muchos lugares donde hay mucha oscuridad. Alrededor de las 12 de la noche, la esencia cambia y se convierte en una discoteca del mismo estilo, poniendo canciones de, literalmente, todo género y tipo. Cuando nosotros llegamos, nos acercamos lo máximo que podemos con la cantidad de gente que hay ya al escenario, que ya se les ve a los músicos y a Álvaro con la prueba de sonido. Esperamos pacientemente mientras hablamos y nos tomamos varias bebidas con las que amenizar la espera cuando llega Paul con Bea y les gritan a Álvaro animándole.

That Girl ||Violeta x ChiaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora