El Kawata menor se acercó a un paso lento quedando enfrente de su madre llamando su atención.
—Mami tengo hambre— murmuró mirando a su progenitora sujetando su abrigo.
—Vamos a comer— propuso la rubia quitándole la palabra de la boca a su amiga peli melocotón.
—Me parece bien, vamos— mencionó parándose de la banca dónde se encontraba sentada
—Naho, Ran — elevó un poco la voz provocando que los nombrados fijen su mirada hacia su dirección.
—¿Qué pasó mami?— pregunto Nahoya levantándose de la banca.
—No se olviden nada, nos vamos a comer— dijo la madre observando cómo los pequeños levantaban sus juguetes dejando el piso vacío. Si, en el poco tiempo que tuvieron, mostraron sus nuevos juguetes.
Las dos familias empezaron un trayecto largo, para los niños, bajaron por las escaleras y pasaron tienda por tienda hasta que por fin se detuvieron el paso llegando al lugar favorito de los niños.
Los menores se sentaron en una mesa grande para todos los presentes, la Kawata fue a pedir la comida mientras que la Haitani supervisaba que los chicos no causarán algún problema.
—Mami podemos ir a jugar ahí— señaló los juegos que estaban prácticamente a su lado.
—Está bien los llamo cuando llegue la comida— pronunció la madre con una sonrisa.
—Bueno mami— fue lo último que escuchó la madre ya que los niños no esperaron ni un segundo para salir corriendo hacia los juegos.
Los minutos pasaron y para matarlos la rubia usaba su celular, por el pasillo repleto de personas se pudo divisar a la peli melocotón con una bandeja con comida para tres personas.
—La otra bandeja está abajo ya la voy a buscar— habló la Kawata dejando la comida.
—Tranquila, la busco yo, puedes llamar a los chicos, están en los juegos— pronunció para ir a la planta baja y traer lo dejado.
La mujer se acercó al tobogán con una alberca de pelotitas de colores que estaba siendo ocupada por los mayores que no paraban de lanzarse entre ellos.
—Niños vamos que ya trajeron la comida— elevó la voz captando la atención de los presentes quienes no dudaron ni un segundo en salir del lugar dirigiéndose a la mesa que ya estaba siendo ocupada por la rubia que los esperaba para ayudarlos a subir a los asientos que eran un poco altos para su altura.
Todos comían lo suyo, las madres sus hamburguesas mientras que cada niño tenía su menú para niños con un juguete de regalo, poco tiempo después terminaron de comer, sin olvidar las charlas que se crearon en esa mesa conforme iba pasando el tiempo.
Tras terminar, las madres levantaron los restos de comida y dejaron todo en el contenedor de basura, las mujeres bajaron las escaleras con sus hijos dirigiéndose a la salida que quedaba un poco lejos, llegaron a la puerta gigantesca deteniendo el paso.
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|| Nuestro Pasado ||
RandomUna amistad que surge de pequeños. ¿Puede seguir cuando las personas crecen y se distancian? ¿Qué pasa cuando los sentimientos que tienes por tu amigo cambian? Ya no lo sigues viendo cómo un simple amigo. Los sentimientos van creciendo pero... estos...