CAPÍTULO X

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En el patio trasero de la casa se hallaba un peli turquesa meciéndose en un columpio alejado de los padres

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En el patio trasero de la casa se hallaba un peli turquesa meciéndose en un columpio alejado de los padres. Estos se encontraban cerca de la parrilla dónde cocinaban la cena, carne asada. El lugar estaba bastante iluminado y para complementar las estrellas de la noche brillaban cual diamantes. No hacía tanto frío como en los últimos días. El clima era perfecto para una cena en el jardín, al aire libre.

—Ah, estoy muy aburri…— el Kawata menor no pudo terminar de hablar antes de ser interrumpido por la madre haitani.

—Sou, puedes ir a buscar a los chicos y decirles que bajen que la comida ya está lista— le pidió con una sonrisa cálida mientras sostenía unos platos con cubiertos.

—Eh claro ya voy— fue lo último que dijo antes de dirigirse a las escaleras y subirlas con rapidez.

Hana-san es muy amable y me cae muy bien. Pero una duda daba muchas vueltas en su mente. Esas preguntas eran un vaivén en la mente del menor en busca de respuesta.

¿Que hice para que Rin-kun se enoje conmigo?

"Toc Toc" golpeó la puerta. El pequeño llegó a la habitación del rubio de trenzas que al instante fue abierta por su hermano, este tenía la cara pintada de un color carmín parecida a su cabello. Mientras que el rubio estaba sentado en la alfombra como si estuviera esperando algo.

—Ran-kun—

—Hola Sou— dice acercándose al menor y acaricia su melena rizada. Provocando que cierre sus ojitos.

—Naho¿Estás bien?— interrogó luego de ver el rostro de su hermano.

—Ehh…Si— trató de disimular lo que había pasado minutos atrás con el oji violeta.

—Tienes la cara… — fue interrumpido por su hermano que solo lo negaba diciendo que no era nada importante que ya se le pasaría y no se preocupara.

—Bueno— dijo aún sin creerlo —La comida está lista dice Hana-san— eso captó la atención del de trenzas que enseguida se acercó para ponerse al lado del sonriente.

—¡¡Vamos!!— gritó emocionado agarrando la mano de los Kawata para llevarlos..

–-Eh esperen— el menor freno de golpe.

—¿Qué pasa Sou?— mencionó el peli rizado mayor.

—Tenemos que decirle a Rin-kun—

—Ese es el cuarto de Rin, si quieres ve a decirle nosotros te esperamos abajo— fue lo último que escuchó ya que los chicos estaban bajando las escaleras dejándolo solo.

El pequeño se acercó a la habitación del rubio de lentes que tenía el mismo cartel que su hermano con la única diferencia tenía unas estrellas lilas que se encontraban al borde de las letras.

El "Toc Toc" resonó por el solitario pasillo, el menor esperó unos minutos sin obtener respuesta hasta que decidió entrar al cuarto del rubio sin permiso. Al abrir la puerta el pequeño asomó su cabeza tratando de visualizar al Haitani, cosa que no se logró ya que parecía que no había nadie en ese lugar.

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