El Engaño

Capítulo 28: Juntas

Karla estaba llamando....

- ¿Ame? ¿está bien? Me dijeron que-

- [llanto] Karla.... lo siento...[sollozo] tengo que confesarte algo [llanto]

Amelí le dijo que había sucedido, a excepción de que tuvo relaciones con Eder, Karla se quedó callada por un momento, Amelí pensó que se había enojado por lo que trató de explicar más.

-Yo... realmente lo siento, ahora me arrepiento de todo, si antes no estaba segura, ahora sí, por favor no te enojes, haré lo que quieras, pero no te enojes conmigo-

- No estoy enojada contigo, sino con Eder, el muy cobarde se fue a esconder contigo, después de todo aún tiene el descaro de buscarte, Ame... deja que yo lo resuelva, sé perfectamente que hacer, por favor, no te sigas culpando, me duele escucharte llorar

- Karla.... gracias.... quisiera que estuviéramos juntas

- Tendrás noticias pronto, no te preocupes, haré todo por la niña que me gusta

- Yo.... siento no haberme dado cuenta antes

- ¿Cuenta de qué?

- De que también me gustas, siempre que hablo contigo me tranquilizo, por la tranquilidad que me das es que he podido soportar a Eder

- En ese caso preferiría no darte tranquilidad, para que así no decidieras soportarlo

Las dos chicas ya se habían confesado, oficialmente las dos gustan de la otra y Eder está disfrutando de la calma antes de la tormenta.

La semana pasó triste pero más relajada, Amelí no podía salir de su casa libremente, de su casa a la escuela y de la escuela a su casa, si había algún trabajo en equipo se tenía que hacer en casa de Amelí, sus padres no querían ni podían ser tan duros con ella así que el castigo solo duró hasta el martes de la siguiente semana.

Ahora que Amelí ya podía salir, le decía con quién y a donde iría, pero como aún debía disimular con Eder siguió saliendo con él a escondidas, en realidad las escondidas eran las amigas, ya que a cada cita ellas también iban para ver de lejos y cuidar de Amelí.

Ding dong*

El timbre de la casa de Amelí sonó, fue la mamá la que salió a ver quién era

X- Hola, buenas tardes, disculpe es que estoy buscando a Amelí, ¿vive aquí?

Amelí escuchó esa voz desde su cuarto y le pareció muy conocida, pero no podía ser

Sofia- Ella vive aquí ¿para qué la buscas?

Amelí bajó corriendo las escaleras, tanto que casi se tropieza en el último escalón

Arzon- Con cuidado Amelí

X- La busco porque-

Amelí- ¡Karla!

Si, era Karla quien había llegado, estaba en frente de su casa en este momento, no en Mérida, estaba en Tabasco, Karla no le había dicho a Amelí que iría, todos los días anteriores habían hablado como siempre, así que nunca pensó que Karla tenía este plan en la cabeza.

Sofia- ¿Es tu amiga?

Amelí- Si, ¿recuerdan a la chica de las que les hablé que conocí en Mérida?

Sofia- ¿Entonces es ella?

Amelí- Si, vamos Karla, entra, no te quedes afuera

Amelí le abrió el portón para que entrara, Karla la siguió para entrar a la casa.