CAPITULO IV

412 65 1
                                    

— Entonces aún necesitamos ir a la fiesta de Jenny,¿ vas a confirmar tu asistencia…?

Kim Taehyung no estaba totalmente concentrado en el parloteo de su amigo y soio desde hace 10 minutos que entró. Su mente en este momento estaba pendiente recordando aquella noche donde pudo probar esos labios, que ahora se habían vuelto su perdición.

Tocó inconscientemente sus labios.

Aquellos labios suaves, dulces, esa boca que lo había vuelto loco y que ahora no dejaba de aparecer en su mente en cada oportunidad.

Eso lo tenía desconcertado.

Se había vuelto loco con tan solo pensar en ello, en su piel suave, en el encima suyo, aquella jadeos y gemidos que había robado con aquel beso.

EL BESO.

Nunca había memorado tanto un beso, no hasta hoy. Y si así era probar un beso de Bunny, Taehyung no podía imaginar cómo sería tenerlo a su disposición.

Un zape en su frente lo trajo a la realidad abruptamente, administrado por Yoongi.

Se quejó de dolor, mirando la cara disgustada de Yoongi.

—¿Estoy hablando con la pared o que coñø? —dijo molesto —. Te estoy hablando —se quejó —. Dentro de unos días o semanas es la fiesta de Jenny, aún no has terminado por confirmar, ya sabes lo intensa que se pone —rodó los ojos—. No supera a su caramelito de café —se burló

Kim suspiró.

Jenny era su ex novia de preparatoria, había sido una de sus primeras relación, pero nada había funcionado porque Jenny era una tóxica y cuando había descubierto que también bateaba para el otro lado había tenido actitudes que lo había hecho ver qué Jenny no era la adecuada. Aún así tenía que verla y tratarla bien porque su padre era uno de sus socios, no podía simplemente tratarla tan mal…

Pero le huía a toda costa.

—No lo sé, aún está en veremos, mi agenda está algo apretada no sé si iré —admtió—. Ya veremos, ¿Irás tú?

Yoongi asintió.

—Ujum, Jimin me convenció de ir —dijo y Taehyung rodó los ojos.

Ya se imaginaba de que forma lo había convencido.

Se escuchó dos golpes en la puerta.

—Pase

En ese momento entró Jungkook con una pila de carpetas haciendo equilibrio mientras en su boca estaba ocupada por un bolsa de donas y en otra sus manos un chocolate.

Parecía un malabarista y eso le causó gracia a Min Yoongi, Taehyung sobreexplotaba a su secretario, tenía compasión por aquel menudo chico.

Kim no era alguien fácil de tratar.

Jeon puso con agilidad todo en el escritorio en orden.

—Aquí están los contratos a revisar, su chocolate, las donas y me tomé la molestia de traerle unos caramelos de café, señor Min para degustar —comentó Jungkook entregándole una bolsa de los dichoso caramelos.

Min sonrió y asintió, definitivamente Taehyung tenía un secretario atento.

—Las carpetas son de colores, las importantes son las rojas, las medio importante las amarillas y las verde no tanto, la organicé de manera sencilla y rápida para usted para que pueda empezar por las más importantes de su atención.

Kim asintió abriendo la primera carpeta.

—-Me regalas a tu secretario? Me urge alguien tan bueno como él —cometó Yoongi haciendo sobresaltar a Jungkook y que éste se sonrojara un poco por el halago.

My litte Bunny Donde viven las historias. Descúbrelo ahora