My Angel ~BL~

PROLOGO

Hace cientos de años se desato una de las guerras más aterradoras y trágicas de la historia, cobrándose miles de vidas humanas y llevando a la extinción a mas de diez especies diferentes de criaturas mágicas. El terror y el pánico inundo la región completa, sacándole el sueño a todo ser vivo y consiente de la amenaza constante. 

Los humanos se levantaron en contra de los hechiceros y la magia oscura, aun cuando ellos mismo en varias ocasiones buscaron su ayuda para solucionar sus problemas políticos o personales, pero al ver a estos seres como potenciales amenazas para sus vidas, decidieron que era mejor exterminarlos. No solo mataron y masacraron a desenas de brujos y brujas, también se encargaron de matar a cualquier criatura que tuviera la mas mínima gota de sangre mágica, por mas inofensiva que sea.

Ante tal suceso desgarrador, los seres mas fuertes decidieron crear un refugio para todo ser mágico, brindándoles seguridad y sustentos. Los Ganshe, al ser criaturas pacificas por naturaleza, unieron fuerzas con los magos buenos, para poder salvar a los diferentes tipos de especies, creando así, la ciudad que mas tarde seria nombrada como "Aurum". 

Siendo está una de las ciudades perfectamente oculta de toda vista humana, ubicada en medio del bosque más grande y temido de la región. Temido porque nadie nunca pudo descifrar el porque todo humano que se adentraba a el, nunca podía salir.

Los Ganshe crearon un domo que protegía toda la ciudad de los humanos, pero por precaución los magos fueron mandados a crear portales temporales al rededor del domo, haciendo así, imposible la salida del bosque para los humanos, ya que estos no eran visibles para ellos. Los portales fueron creados con la intención de que entraran en ellos sin darse cuenta y se desviaran del camino, perdiendo totalmente el rumbo.

Los únicos que podían salir de ese bosque eran los magos y los Ganshe, debido a que estos seres podían percibir su energía. Al pasar el tiempo, los humanos dieron por extinta toda especie mágica, quedando solamente vivos en su recuerdo y en las historias contadas de generación en generación.

El terror de esos días quedo grabado en la memoria de muchos seres mágicos, viendo a los humanos como monstruos despiadados sin corazón alguno. Así como ellos les contaban a sus hijos historias de un tiempo en donde existían criaturas hermosas pero peligrosas, esas mismas criaturas le contaban a sus hijos de los monstruos que habitaban fuera de su ciudad, inundándolos de miedo para que nunca se animaran a salir. 

Esa era su forma de protegerlos. Pero claro, el verdadero miedo surge cuando uno lo vive en carne propia, por eso un ganshe de ojos negros y cabello gris, con solo 15 años decidió escaparse de la ciudad, para confirmar con sus propios ojos aquello de lo que tanto hablaba su pueblo. 

Haniel pensaba que todos exageraban respecto a los humanos, se negaba a creer que esos seres fueran tan malos como le contaban, quizás, no todos eran así como ellos creían. Esa noche su curiosidad por lo desconocido pudo mas que su obediencia, así que sin mas, se animo a salir de aquel domo. Cruzo el bosque y cuando por fin vio la salida de este se detuvo, vio todo a su alrededor, admirando el paisaje que tenia enfrente. 

Había un campo, un lago grande juntos a unas rocas de diversos tamaños, unos arboles a la lejanía y un sendero el cual al cruzar se encontraban unas montañas. Aunque no se atrevió a salir mas allá, con solo ver eso basto para matar su curiosidad momentáneamente. Todo lo que habían vistos sus ojos le pareció fascinante y encantador, quería sentir el pasto bajo sus pies, oler aquellas flores que eran desconocidas por su persona, poder sumergirse en aquellas aguas y descubrir que había mas allá de las montañas y a donde llevaba ese sendero.

Todas las noches imaginaba como eran las cosas fuera de su pequeño mundo, los olores, los colores, las sensaciones, tantas cosas que desconocía, pero lo que mas llamaba su atención eran los humanos. Por eso, luego de unos días de vivir aquella eufórica escapada decidió volver a salir, pues no se iba a conformar con solo ver. 

Piso el pasto con sus pies descalzos y confirmo que era igual al de su ciudad, aunque se emociono mas de lo debido. Olió el dulce olor de las flores blancas y amarillas que se encontraban en el suelo, toco las rocas grandes y se subió a las medianas, luego vislumbro el lago, pero antes de que pudiera acercarse escucho el ruido de pasos de algún animal y la voz de alguien. Asustado corrió al bosque, pero no volvió a la ciudad, solo se escondió para poder ver que fue lo que escucharon sus oídos. 

Su corazón latía con mas fuerza que nunca y por alguna razón sus manos transpiraban. Detrás del árbol y arbustos del que se encontraba pudo ver como a la lejanía había una silueta conocida para el, eran unicornios pero sin cuernos. Por su mente paso que quizás los humanos se lo quitaron, pero para que? Siguió viendo y pudo notar que los unicornios cargaban con una carreta. Arriba de la cosa de madera iba una figura negra con brazos y manos que sujetaban una soga que los unía a los unicornios, también habían cajas y una lampara, ya que era de noche. El pequeño Ganshe al ver que la silueta negra golpeaba a los caballo con la otra soga que tenia en su mano, comprendió que quizás se trababa de humanos. Asustado volvió a su ciudad, aunque este suceso no logro acabar con su curiosidad por todo lo que se encontraba fuera del domo. 

Volvió a salir muchas veces mas, pero nunca sin pasar las montañas o alejarse mucho del bosque, se volvió amigo del lago y fue allí cada vez que necesitaba de paz. No volvió a ver un humano ni a unicornios sin cuernos, pero vio animales y flores que no conocía. A pesar de que no salía con frecuencia, ese lago era su lugar favorito en el mundo, lo que no sabia es que también era el lugar favorito de un humano.