Confusión.

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CAPÍTULO II:Confusión.

//Omnisciente ☉//

Un ambiente tenso se formó entre los presentes, el planeta del tamaño de uno de los gigantes de hielo creaba barreras contra los ataques de las Lunas, en todo este tiempo no había atacado, de lo único que se encargaba era de defenderse a si mismo, observo otra figura detrás de el, le lanzo un meteoro creando una barrera detrás, ya arto hizo que ambas barreras se hicieran una rodeandolo y haciendolas oro puro haciendo más imposible que las agresiones cumplan su objetivo.

-Lamento haberlos incómodado, pero no soy Tierra, sin embargo me contaron que ustedes dos lo asesinaron, así que debere tomar cartas en el asunto. -Aquellas barreras se quitaron mientras se volvían cuchillas afiladas, destruyó los asteroides y tomó otros golpeando a las más pequeñas, estas lo observaron con algo de miedo mientras lo miraban de forma detenida, desde hace un tiempo ya se habían dado cuenta de su condición pero lo miraban como una amenaza -No quiero volverme a enterar de que agreden a planetas, escuche que no sólo lastimaron a dos de ellos, si no que destruyeron a uno que tenía millones de humanos y vida inteligente, hicieron una guerra estúpida en contra de sus planetas sin buscar una solución lógica, si vuelven a cometer algo así en contra de todos no seré benevolente ¿A QUEDADO CLARO? -Ambos asistieron con algo de miedo -Ahora largo. -De forma rápida se marcharon lejos de donde el planeta se encontraba, las cuchillas de oro desaparecieron esfumandoce en brillo.

Observo a ambos planetas contrarios que lo observaban completamente plasmados, el de anillos se abrazaba a su pareja con unas cuantas lágrimas.

-Tú no eres mi Tierra. -Se escondió en el más grande quien lo observaba con algo de incomodidad.

Realmente se sentía como una pieza sobrante en un rompecabezas, y lo era, era una pieza sobrante del rompecabezas, encajaba a la perfección pero no se percataba de ello.

-Yo solo hice mi trabajo Saturno. -Respondió algo decaído, sentía que no encajaba en su antiguo hogar y ahora no encajaba en el nuevo -Nos vemos. -Se despidió alejándose de allá, se sento en su órbita observando a Venus y Luna quienes charlaban, aquella Luna se le hacia tan familiar, tan... Cercana y tan... Lejana a la vez, sintió algo líquido resbalar por sus mejillas, se limpio las lágrimas.

Quizás era su apariencia ¿Deberia cambiarla? Pero no era eso lo que deseaba hacer, siempre a tenido esta forma, no hiba a cambiarla por seres que ni siquiera conocía, que se sienten incómodos no es su problema.

//Tehina//

Ya han pasado unos días, aun me siento incómodo en este ambiente, todos conviven entre si, mis vecinos siquiera me hablan, he estado muy solo, y lo peor de todo es que no hay nada que ponga en peligro a el sistema solar, y para coronar todos mis problemas no debo volver a casa, así que debere de quedarme en absoluta soledad por toda la eternidad. Tarareaba una de las canciones que estrella madre solía cantarle cada que me sentía solo o mal, nunca sentí que perteneciera a algún lugar, me siento excluido, y ahora ¿que se supone que debo proteger? No tengo un propósito, soy inútil por mi cuenta, necesito defender algo, a alguien.

//Sol//

Charlaba con Mercurio de manera alegre, sentía que me olvidaba de alguien, después de todo estamos todos juntos ¿no? Mis ojos se abrieron en sorpresa al observar a Tehina admirar las estrellas con la cara decaída mientras una lágrima salía de sus cuencas oculares.

-¿Pasa algo sol? -Pregunto mi acompañante algo preocupado.

-Es... Tehina, ha estado solo durante mucho tiempo. -Observe como su expresión  se volvía a una mas preocupada observando a el planeta nuevo quien seguía con su vista pegada a las estrellas.

-Tienes razón, hemos sido muy crueles con el por parecerse a Tierra. -Mencionó arrepentido por nunca haber notado el daño que le causaban, me percate que se salió de su órbita y se dirigía al cinturón de Kuiper.

-¡Oye te alejas de tú órbita! -Reclame un tanto enojado.

-¡Ire a patrullar, tal vez alguien este al asecho esperando mi distracción para matarlos a todos! -Respondió algo paranoico, reí un poco por sus palabras.

//Tehina//

Me encontraba patrullando la zona, era lo único que podía hacer en este aburrido lugar, al principio estaba emocionado por haber salido de mi restrictivo hogar, pero ahora sigo sin encajar, recorde como nunca me dejaban sumarme a nada, y no les gustaba que me juntara con las Lunas, y lo peor es que nunca me asignaron una, detestaba todo esto, varias lágrimas se me escaparon, soy excluido de todos lados, realmente no pertenezco a nada, no tengo siquiera una familia estable pues siempre peleaban a grandes escalas.

Regrese de mi patrullaje un poco más decido, sin embargo una vez observe a todos en mi órbita sonreí nuevamente acercando me algo extrañado.

-Que sorpresa verlos aquí si nunca me hablan. -Mencione incómodo mientras guardaba mi distancia, no me han dado ninguna razón para confiar en ellos, mi expresión cambio a una sombría -¿Que es lo que desean? -Tome algunos asteroides, no me sentía ni siquiera cómodo aquí.

-¡Oye amigo cálmate! -Mencionó Marte algo nerviosos por mi acción anterior.

-No me han dado razones para confiar en ustedes y nunca me hablan así que tengo incomodidad de saber cuál es la razón de su incómoda visita. -Una vez acabe de hablar un dolor punzante se impregnó en mi cabeza, logre observar una imagen de todos felices y no incómodos, voltee a otro lado y ahí se encontraba la Luna de Venus observandome con una sonrisa, un espejo apareció, en mi reflejo note un impostor, alguien tan igual y diferente a la vez, sin embargo pude ver mi reflejo destruido y ahora el original.

Desperté de mi trance con el planeta más grande de este sistema mirándome un tanto preocupado, reaccione por instinto y lancé un asteroide alejandome de el.

-¡N-NO ME... AGH! -Mi cabeza me punzaba de manera exagerada, podía ver distintas cosas en mis más profundos recuerdos, lo único que logre recordar fue a Luna, mis ojos se tornaron amarillos mientras seguía recordando, lágrimas salieron de mis ojos al al fin recordar algo, tenía tantas preguntas y tan pocas respuestas, realmente no tenía ninguna respuesta.

Asta ahora solo se que la Luna de Venus fue mía hace 3,000 años, no se que pasa, observe a la Luna un tanto confundido.

-¿Tú fuiste mi Luna hace 3,000 años? -Se sorprendió ale escuchar eso.

-¿Qué quieres decir? -Pregunto incrédulo.

Lo deje con las palabras o más bien las preguntas en la boca alejándome, debía conseguir respuestas, me dirigí a mi antiguo hogar, no me importa que se me tenga prohibido volver. Sin embargo logre observar como alguien me orbitaba, bueno como dos seres me orbitaban.

-¿¡QUE CARAJOS!? -Sentí como aquel ser se me acurrucaba haciéndome caer al cinturón.









Ahora si van a haber respuestas, aunque no vendrá todo de gol para obvio.

Tehina. 𝓛𝓪 𝓼𝓮𝓰𝓾𝓷𝓭𝓪 𝓣𝓲𝓮𝓻𝓻𝓪. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora