Tranquilidad temporal.

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T.2 CAPÍTULO II:Tranquilidad temporal.

Las estrellas admiraban a uno de los tantos guardianes, su favorito, sin embargo este se encontraba triste y decaído, no observaba las estrellas como era costumbre, si no el suelo del espacio que no tenía ningún decorativo.

-¿Ya terminaste? -Escucho detrás de el, al voltear se topo con un hombre de su mismo tamaño, este era de una piel Morena juntó a cabellera azabaches con puntas naranjas, este lo admiraba serio mientras el contrario solo se quedaba callado.

-No sólo necesito terminar sus ojos. -Con sus manos tocó lo que al parecer era Estrella madre, al admirar bien su figura se sorprendió al encontrar sus manos blancas, pálidas como la nieve y delicadas como las flores, su cabello de igual forma era de un color pálido.

-¿Porque le metes tanto esfuerzo a eso? -Preguntó disgustado.

-Porque son mis creaciones, mis hijos. -Dijo algo molesta mientras terminaba de dar unos toques -Quiero que algún día sean lo más hermoso de este mundo. -El hombre se acercó lo suficiente acariciando sus cabellos.

-¿De qué hablas? Tú eres lo más hermoso de este mundo. -Hizo aparecer una flor de color negro junto a toques morados y estrellas colgandolo en su oreja.

-Bobo. -Insulto entre risas mientras un sonrojo se presetaba en sus mejillas, ambos se sentaron en el suelo frío y cálido del poco universo -Me encantan tus nubes. -Mencionó, este último rodo los ojos.

-Te e dicho mil y un veces que no son nubes, es radioactividad. -Mencionó el hombre mientras la miraba, esta lo miro de vuelta con una sonrisa cálida.

-Nah, para mi son nubes. -El chico suspiro rendido -Te amo hermanito. -El contrario se sonrojo por sus palabras.

-Y-Yo igual. -La fémina se recargo en su hombro mientras el otro la abrazaba con su fornido brazo.

Volvió a ver las estrellas, un recuerdo, tiene las memorias de su madre pues una parte de ella reside en el, suspiro más calmado, no tenía de que preocuparse, ellos ya no existen después de todo.

En la lejanía alguien lo admiraba con una mirada tétrica.

-Créeme que vas a caer, Tierra. -Con una voz tétrica amenazó mientras un planeta naranjoso lo miraba preocupado, nada bueno pasaba por la mente de su maestro, e Irís lo sabía.











Regreso de su soledad más tranquilo, ver a su pequeña sería regalo para el, al llegar noto como esta charlaba con Titán, ambos estaban muy cerca, eso le hizo enojar, pero ya no era una Luna joven, logró ver a Venus, una sonrisa pícara se presentó en su cara, jugar con el no le haría daño, aunque ahora que lo piensa un sentimiento se presentó en su núcleo, ese sentimiento es el mismo que tuvo con Tehia, se puso nervioso por ello, suspiro llendo con Venus.

-Hola Afrodita~. -Saludo de manera traviesa, este al escuchar aquel apodo lo observo confundido.

-¿Como sabes de ese apodo? -Pregunto totalmente plasmado.

Tehina. 𝓛𝓪 𝓼𝓮𝓰𝓾𝓷𝓭𝓪 𝓣𝓲𝓮𝓻𝓻𝓪. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora