16 | Papás ejemplares.

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Brooke Porter.

—Me importa un carajo cómo, pero vamos. Yo quiero ver esa casa.

—¡Pero no existe!

–¡No me importa! ¡Quiero ver lo que haya quedado! Parece que siempre soy la última en enterarme de estas cosas, parezco estúpida.

Termino se vestirme y abandono la habitación a las apuradas, atándome el pelo lo más rápido posible. El cuerpo me tiembla de los nervios y las manos me transpiran tanto que es me es imposible no secarlas cada dos por tres.

JJ se pone la remera que tiró en el suelo del comedor hace un rato y niega con la cabeza, acercándose tratando de hacerme entrar en razón —No vamos a ir, Brooke, por Dios. No tenemos auto y es peligroso, no sabemos qué hay.

—¡Por eso! No sabemos qué hay, y si alguien prendió fuego la casa es porque saben que estuvimos ahí, ¿y quién estuvo ahí también? La policía —razono en voz alta, frenética mientras gesticulo con las manos—. Estaban cubriendo algo, es un lugar abandonado en el fondo del Corte, no tiene sentido que estén ahí "casualmente" —explico, haciendo las comillas con mis dedos—. Y no entiendo por qué te importa si es peligroso o no, cuando sos el primero en hacer estupideces.

—B, no vamos a ir —insiste—. No tenemos cómo, y tampoco tenemos el aparatito ese que usábamos.

Me río sarcastica negando con la cabeza —¿El receptor GPS? No te preocupes, tengo otro, Big John tenía varios. Ah, y si no venís conmigo, voy sola, pero si dejas que cruce esa puerta por mi cuenta, entonces ni se te ocurra pensar que me vas a volver a ver —amenazo, apuntándolo con el dedo—. Y es en serio.

Se acerca y me agarrapor los hombros, asegurándose de que lo estoy mirando —No quiero ir y que encontremos algo que no te guste.

—No me importa, y sostengo lo que dije.

Lo miro en silencio, me aseguro de tener todo encima y cierro la puerta de golpe, de cara a la madera. Me quedo parada frente a ella, contando mentalmente el tiempo que JJ se va a tomar en venir conmigo porque sé que en el fondo le da miedo perderme de nuevo y no hay forma aque me deje ir.

Dicho y hecho.

El rubio abre la puerta, sorprendiéndose cuando me ve todavía ahí. Le sonrío dulcemente y me estiro para darle un beso corto en los labios —Qué fácil que sos, J, por eso te amo.

—No soy fácil, es que acabo de tener un polvo espectacular, no puedo darme el lujo de perderlo —ataca con su sarcasmo y su típica sonrisa arrogante—. Sos linda cuando te enojas, ¿sabías eso?

—Sos tan básico que me das asco.

—Ah, ¿osea que te dijeron eso varias veces? —alza una ceja, curioso.

Pongo los ojos en blanco y le doy la espalda, caminando directamente hacia el río. No tarda en alcanzarme, y con su ayuda, me subo por primera vez en meses a nuestra lancha. La realidad es que me emocionaría muchísimo hacer esto, pero sentiría culpa si se me escapa una sonrisa por cosas como esta, sabiendo todo lo que pasa alrededor. Incluso me hace sentir horrible haber estado con JJ, pero no puedo culparme por todo, puedo vivir también.

Llegar a la casa fue todo un desafío. El río está descontrolado por alguna razón y JJ me lleva la contra en las indicaciones que le doy, así que la mitad del viaje se trata de nuestros gritos. Por suerte, pudimos guiarnos casi enseguida y retomamos el camino de la noche del accidente, solo que esta vez no es por tierra. A medida que nos acercamos, vemos dos patrulleros que rodean una casa demasiado chiquita, diría que parece un monoambiente. Incluso de lejos se ve lo arruinada que está, y las paredes están quemadas casi en su totalidad.

Bad Idea; JJ Maybank (PAUSADA).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora