capítulo 19: por la droga, baila el drogo

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                    ~Samuel pov~

Despues del desmayo he ir a la enfermería, me fui al salón de clases donde todas las miradas de mis compañeros cayeron sobre mí. Quizás todos creyeron que en este momento yo debía de estar en un hospital o algo parecido pero, me siento bien y me siento apto para ver clases.

—Samuel ¿Que haces aquí?— pregunta la profesora de química al verme cruzar la puerta —me enteré que tuviste un desmayo ¿No deberías estar en tu casa?—

—Solo fue un desmayo y ya. Me siento mejor para ver clases— respondí mientras buscaba asiento.

—¿Seguro que te sientes bien?— pregunto nuevamente la profesora.

—Claro... Muy seguro— respondí, tome asiento y saque mis cosas para comenzar a tomar notas de clase.

La clase llegó a su fin, la campana anuncio la hora del receso, tome mis cosas nuevamente y antes de salir la profesora me llama.

—¡Samuel!— se acerca a mí — ¿seguro estás bien?— preguntó nuevamente.

—¡Profesora! Ya le dije que estoy bien. No es necesario que cada treinta minutos me haga la misma pregunta— respondí algo alterado.

Ya me tenía harto con la misma pregunta, entre en razón y me di cuenta de la mala respuesta que he dado y la falta de educación que tengo.

—Lo siento profesora— me disculpé.

—Tranquilo Samuel, es mi deber como profesora, asegurarme que mis alumnos se sientan bien y que estén bien. Tanto físico como mentalmente ¿Entiendes?—

—Si, lo se—

—Lo que aún no entiendo es ¿Qué fué lo que te paso, no desayunaste o no has dormido bien? — preguntó.

—claro que desayuné y he dormido perfectamente. Ni yo entiendo que fué lo que pasó conmigo, solo sentí que el alma se me salio del cuerpo, como si me desconecté del mundo ¿sabe? No me pude ni sostener y eso es lo que me preocupa—

—Y... ¿Qué te dijo la enfermera?—

—Que podía ser el cansancio. Cómo ya le dije, no he abusado de mi cuerpo ni de mis fuerzas como para que me sucediera ésto. También me dió una orden para hacerme unos exámenes—

—Deberias ir y hacerte lo que la enfermera ordenó. Es lo mejor. Vaya y hágase un chequeo, evite cualquier cosa y evite un mal momento para sus padres y sobre todo, evite un mal momento para usted ¿Si?— terminó diciendo antes de irse.

Suspiré y mire hacia la nada, la verdad es que esto me preocupa y hasta me siento nervioso, quizás asustado. hasta donde yo se, siempre he Sido una persona muy sana, siempre me he mantenido en forma con mis ejercicios y alimentación balanceada, entre otras cosas. Y hoy salgo con un desmayo repentino, voy a descartar cualquier cosa yendo al hospital y haciéndome los exámenes que me ha mandado a hacer la enfermera.

Entre a la cantina y a la primera persona a la que ví, fué a Nicolás. Ese gordito de lentes y de piel morena, muy agradable que la verdad, sentí algo raro dentro de mí, al verlo. Claro que Nicolás no está solo. El está sentado con Claudia, camine entre el montón de estudiantes para llegar hasta donde estaban ellos pero, Diego se subió en una de las mesas y comenzó a hablar en voz alta. Comenzó hablando sobre su antigua relación con Carlos hasta llegar al punto en dónde se le está declarando a Nicolás —Pero que!...— dije dentro de mí.

Al final, Nicolás termino aceptando, salí de la cantina con el corazón algo acelerado, puedo jurar que por un momento sentí celos.

—No puede ser— dije mientras caminaba —Pero ¿Por qué siento celos?— dije con los dientes apretados.

Mi gordo hermoso (EN CURSO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora