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Lady Wistledown

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Lady Wistledown

Las dudas querido lector, son el tormento de la sociedad de hoy en día.

Nos pasamos cuestionándonos constantemente si nuestras decisiones son las acertadas y si en el momento en el que el camino se dividió en dos hicimos realmente la elección acertada. Pero, ¿Cómo sabemos si de verdad nuestro corazón es capaz de dirigir nuestras decisiones por el camino correcto o simplemente nos hace sucumbir a las necesidades de este mismo sin sopesar las consecuencias?.



El techo parecía ser lo más interesante para observar a las tres de la mañana para Anthony, el frío de la madrugada calaba en sus huesos recordándole que de verdad se encontraba en su habitación en el apartamento de soltero que aún continuaba pagando.

Los recuerdos le agotaron como las olas del mar golpean la orilla en los días de tormenta o como a las personas solitarias que se encontraban en su misma situación, despierto en la madrugada con nada más que su compañía.

Pensó en su madre, en lo fuerte que era y lo mucho que echaba de menos los días en los que las responsabilidades no le ahogaban y podía pasar con ella las noches cuando aún era un crío; pensó en su padre y en lo mucho que necesitaba que le diera uno de esos discursos que estaba seguro de que le ayudaría a tomar las decisiones importantes en su vida. Pensó en ella, en lo asustado que se encontraba al sentir que su corazón sucumbía al de ella y comenzaba a tener control sobre su voluntad, en como su sonrisa era capaz de cambiar su propio estado de ánimo y con esto una sensación de agobio le embargo.

Sus ojos se llenaron de lágrimas que no supo en qué momento comenzaron a derramarse por sus mejillas, sintió que su pecho se comprimía impidiéndole respirar correctamente. Se sentó en la cama esperando que la sensación desapareciera, pero parecía que se había apoderado de él y no pensaba dejarle en paz por el momento.

¿Por qué se asustaba? ¿Por qué el sucumbir a ella parecía ser tan difícil cuando era eso lo que él más deseaba?

Porque así era, él deseaba rendirse ante ella, entregarse a ella de lleno, pero se le hacía tan difícil perder su propia independencia por otra persona.

Había visto de primera mano lo que el amor era capaz de hacer, de destruir. El mismo espíritu de su madre se había visto afectado con la muerte de su padre, él no quería ser el causante de ello o vivirlo.

Él no quería sufrir por amor.

El tictac del reloj se acompasaba a las pesadas respiraciones que soltaba como único forma de tranquilizarse y en cuanto lo consiguió no perdió tiempo en salir de allí. Casi como si su vida se fuera en ello, comenzó a vestirse para huir de las cuatro paredes que parecían volverse más pequeñas con cada minuto que pasaba.

A pesar de que estaban en pleno verano y el calor a las tardes era incluso agobiante, en las madrugadas la niebla se cernía sobre los campos y las calles como una manta que hacía que las luces de las lámparas se convirtieran en simples manchas brillantes y las pocas personas que transitaban en las calles se confundieran con las sombras que habitaban en la oscuridad conocida de Inglaterra.

El clima parecía haberse puesto de acuerdo con su estado de ánimo, temía que si buscaba refugio en las palabras de su madre o de cualquiera de sus hermanos estos simplemente le dijeran que su miedo irracional al compromiso no era más que una tontería, pero él estaba seguro de que no lo era.

Sí que quería estar junto a la princesa, quería despertarse a su lado y ser aquel que le diera felicidad al resto de sus días, incluso si se daba, formar una familia tan grande como lo era la suya, un hogar rodeado de pequeños niños que iluminarían sus vidas. Pero, el simple hecho de entregarse entero a ella y dejar que viera más allá de lo que había sido su máscara meticulosamente diseñada para agradar y ser aceptado, le causaba un pánico tremendo.

¿Por qué no rendirse al amor si parecía tan fácil?







¡Primer capítulo del año!

Feliz año para todos vosotros, espero que la hayáis pasado mejor que yo, viene un poco tarde pero ha llegado, espero que os guste aunque sea un poco corto.

Gracias por vuestro apoyo, os adoro.

A.C.

ᴛʜᴇ Qᴜᴇᴇɴ'ꜱ ᴅᴀᴜɢʜᴛᴇʀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora