º5º

1.6K 169 2
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



Pertenecer a la realeza traía consigo unas grandes responsabilidades al igual que ser el blanco de mira de todas las personas a tu alrededor, analizandote, esperando el más mínimo error para utilizarlo en tu contra, para abalanzarse sobre ti con duras críticas aun sin tener la menor idea sobre la realidad en la que te encuentras.

A pesar de estar rodeada de personas Delilah solía sentirse sola, el palacio era un lugar demasiado grande para ella, era solitario y abrumador, por eso le gustaban los bailes, podía conocer nuevas personas, bailar y divertirse. Por eso en aquel baile en la casa de la persona que consideraba una segunda madre y en compañía de Lord Bridgerton intentaba divertirse lo más que pudiera.

No quería que los comentarios sobre él o sobre ella misma y sus hermanos le arruinaran la noche, porque si, las personas a su alrededor tenían muchas cosas que comentar sobre ellos.

Una vez la pieza terminó y realizaron la típica despedida ambos salieron del círculo de personas y se acercaron a la mesa de aperitivos.

- Debo admitir ,Vizconde - comenzó la pelinegra aceptando el vaso de limonada que este le tendía - es usted un gran bailarín.

- Es un honor escuchar eso de su parte, princesa - reveló él en un tono tranquilo- me hubiese sentido sumamente avergonzado si en algún momento mi pie hubiese terminado sobre el suyo en algún arrebato de torpeza.

La carcajada que salió de ella llamó la atención de varias personas que comenzaron a susurrar inmediatamente mientras les miraba - Anthony Bridgerton, avergonzado, eso seria algo nuevo.

- ¿ Así? - preguntó el jocoso, una sonrisa plantado en su rostro mientras centraba toda su atención en ella.

- Las personas hablan, al parecer es muy raro ver al vizconde con otro rostro que no sea el imperturbable que suele llevar.

- Por lo tanto, ha escuchado usted de mí.

Delilah asintió, desde el momento en el que habían llegado los Bridgerton al baile todos habían comenzado a cotillear cosas sobre la familia de la elegida por la reina como la inigualable de la temporada - Por supuesto que sí, mi Lord, es usted hermano de el diamante de la temporada.

- ¿ Se podría saber qué otras cosas sobre mí han llegado a sus oídos ?.

- He escuchado muchas cosas, aunque después de compartir un tiempo con usted no se que tan ciertas son - comento ella - Es usted el primogénito de un primogénito, un vividor empedernido que se rehúsa a contraer matrimonio y disfruta de la compañía de una señorita cuando le apetece.

No iba a negar que estaba sorprendido, lamentablemente había acertado en toda y cada una de las cosas que habían salido de su boca, sus cejas alzadas lo comprobaban, había herido su orgullo por que era verdad y el más que nadie lo sabía.

- Estoy sorprendido.

- Su expresión lo delata - se burló la chica.

- También he escuchado sobre usted, princesa - comunicó Anthony dándole un sorbo a su vaso.

- Sorpréndeme.

- La posible monarca en caso de que su hermano renuncie, claro, muchos dudan de sus capacidades para liderar, sobre todo por el hecho de ser mujer y de que no parece tener el carácter de su madre - la analizo, su ceño estaba levemente fruncido aun así continuó - La niña de papa con todo servido en bandejas de plata, creen que alguien que no sabe cómo es la vida no sería capaz de dirigir. Además, la tachan como una niña mimada y sin experiencia.

- Vaya - saber lo que pensaban sobre ella le dolió, sobretodo el hecho de que se lo hubieran dicho a la cara; no la conocían y la juzgaban tan severamente, ella no había pedido nada de lo que tenía, no podía culparla por algo sobre lo que no tuvo elección - Bueno, es bueno escuchar lo que dicen de ti de frente, supongo.

El ánimo de Delilah había decaído notablemente, su sonrisa se había transformado en una mueca que no pasó desapercibida por el primogénito Bridgerton, al verla de aquella forma se regañó a sí mismo por dejar que su orgullo tomara control de su lengua y no haber medido las palabras que había soltado.

- Delilah, no...

- Está bien, Lord Bridgerton - intento sonreírle - creo que va siendo momento de que vuelva a palacio.

Con una reverencia por parte de ambos la princesa se marchó dejando un mal sabor en la boca al castaño, la vio acercarse a sus hermanos y a Lady Danbury quien se encontraba acompañada de Simón, después se marchó junto a los tres caballeros sin siquiera mirarlo de vuelta.

ᴛʜᴇ Qᴜᴇᴇɴ'ꜱ ᴅᴀᴜɢʜᴛᴇʀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora