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Revista de sociedad
Lady Whistledown
Querido lector, esta autora se ve obligada a compartir las nuevas más llamativas y al parecer nuestro diamante requiere de una inspección más detenida.
Aunque tenemos una nueva joya de un brillo lustre y encanto. Su nombre, hasta ahora desconocido por la mayoría, es Marina Thompson, quien se incorporó ayer al exquisito baile de Lady Danbury una vez que los hijos de la reina junto al duque que llamó ayer la atención tanto de madres como hijas desaparecieran.
Esta autora se pregunta si su majestad podría reconsiderar el elogio que le dedico a la señorita Bridgerton. Porque ya sabemos que es lo que más detesta la reina en el mundo: equivocarse.
Y el salón de la casa Bridgerton parece estar más vacío que la cabeza de su querido rey George.
Nadie pasó por alto la interacción entre la joya de la corona, la princesa Delilah Everleigh y el vizconde Anthony Bridgerton. Aunque también notamos la huida de nuestra princesa después de unas cuantas palabras con el.
¿ Será posible que alguien haya llamado la atención de nuestro rígido vizconde o solo quería saber que se sentía pasar tiempo con la realeza ?.
- Le odio y ni siquiera la conozco - bufó Delilah mirando la revista de chismes que se había repartido aquella mañana - ¿ Cómo puede referirse de aquella manera sobre nosotras?.
- Calma, princesa - Hablo Jane mientras comía alguna de las pastas que habían sobrado de las visitas de los pretendientes de la princesa los cuales ninguno había llamado su atención, lamentablemente - solo es una persona que busca llenar algun vacio centrándose en la vida de los demás para sentirse mejor consigo misma.
En el fondo Lila sabía que esa no había sido la razón por la que ninguno de los pretendientes le hubiera llamado la atención, prácticamente pasó de ellos por que justo al que esperaba no apareció.
— Su madre la necesita, majestad — Habló uno de los mayordomos del palacio — se encuentra en su salón.
— Gracias — se levantó con pesadez y junto a su amiga se encaminó a donde su madre se encontraba.
Charlotte jugaba tranquilamente junto a su hermano mayor al ajedrez mientras el menor de los tres hermanos leía un libro.
— Madre — saludo — Par de adoptados — sus hermanos le miraron mal para después continuar con lo que se encontraban haciendo antes de su llegada.
— Lila, querida — sonrió la reina — ¡ Jaque Mate ! — celebró ante la cara de su hijo.
— A lo que iba — continuo — he hablado con Lady Danbury y hemos acordado que los tres pasareis la temporada con ella.
Los tres centraron su atención en su progenitora.
— ¿ Hay alguna razón en particular, madre ? — inquirir Aidan.
— Estaré muy ocupada y no podré acompañar a vuestra hermana en lo que necesite por lo que Danbury se ha ofrecido y vosotros como buenos hermanos que sois la acompañaremos.
— Está bien — asintió Aidan.
— Pero yo no quiero ir — el rubio no tuvo tiempo de seguir quejándose cuando sintió la mano de su hermano mayor impactando contra su cabeza — ¡ Animal !.
— Iremos encantados, madre.
— Perfecto entonces, id a cambiaros para ir.
— Si madre — dijeron los tres al mismo tiempo.
A Delilah le encantaba quedarse en la casa de Lady Danbury, le hacía sentirse más normal y la presión de la corona disminuyó notablemente su peso. Estaría con su madrina, sus hermanos y su mejor amigo, no podía encontrarse más feliz . Ahora, lamentablemente la corona estaría a la cercanía de los pretendientes y una señal de peligro se plantó en la cabeza de Lila al caer en cuenta de lo que se vendría.
