Capitulo 2: Troubles

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Al otro día

Los hermanos Choi caminaban uno al lado del otro en silencio cruzando el parque que estaba al lado de la escuela. Yechan observó con atención a su hermano y se dio cuenta que lucía agotado, por mucho que había intentado sonsacarle información este se había negado, la justificación era obvia "tuve insomnio, eso es todo".

El muchachito abrazó a Jongho de lado y le fue haciendo morisquetas para que esbozara una sonrisa, en cosa de segundos lo había logrado, no había problema que no pudiera resolver con su cariño sincero. Si pudiera devolverle todo lo que había hecho por él en su infancia lo haría, si pudiera darle un riñón o un pulmón también, su hermano mayor lo era todo.

- En serio tengo demasiado sueño.

Murmuró y no era una mentira. Haber tenido el cuerpo paralizado mientras unos cosquilleos sospechosos acariciaban su cuerpo y miembro, haber estado excitado, haber deseado que "eso" lo masturbara tanto como la fuerza se lo permitiera, lo había descolocado. Pero más el hecho que había soñado que esa entidad era de origen masculino. ¡Eso era aberrante!

Sabía que nada había sido real, pero incluso la fantasía no era buena. Había rezado al menos una hora pidiéndole perdón a Dios por ello.

Se despidió de Yechan cuando se desvió por otro pasillo dentro de la escuela pero se detuvo cuando vio a varios alumnos de todas las edades correr para acercarse a la ventana más cercana. No entendió, hasta que él mismo los imitó para saber qué estaba ocurriendo.

El motor de un vehículo deportivo negro rugía. Frunció el ceño cuando se estacionó con perfección en un solo movimiento.

- Lamborguini Huracan LP 640-4 Performante- susurró ahogado un muchachito rubio bajo con apariencia de Geek- es una máquina, está calificada como un...

Jongho le dio una última mirada a aquel vehículo y concordaba, sí, era una máquina preciosa de esas que solo ves en exhibiciones deportivas y en casa de multimillonarios coleccionistas, sin embargo no estaba interesado en quién había sido él o la persona que quería enrostrarle al mundo lo "genial" que era como si algo material subiera su status.

Antes que el conductor/a descendiera, él ya estaba caminando de regreso al salón de clases donde se encontró a Hongjoong mirando confundido el itinerario de la semana santa. Sonrió complacido, iba a ser divertido cuando lo "obligaran" a leer algún tipo de lectura en la gran misa que efectuarían el jueves.

Después de la clase de ciencias, durante el receso sus compañeros y él se dirigieron hacia los baños del gimnasio para cambiarse la ropa deportiva ¿Quién se supone haría clase si el señor Tremblay estaba al borde de la muerte? Se rumoreaba que otra persona del departamento de deporte lo haría.

Dudando un momento observó su ropa deportiva escolar, siempre era el buen ejemplo y una figura a la cual los demás seguían, pero le parecía una absoluta falta de respeto que se hiciera aquello en vez de reunirse con todos y enfocar sus plegarias a la persona que había motivado a todos a la vida sana.

- ¿En serio no harás educación física?- murmuró un compañero. Hongjoong se inclinó hacia atrás para ver a su amigo.

- No, pienso que voy a dialogar con el profesor, creo que no estamos en condiciones de hacer deporte, quiero decir ¡El maestro que nos vio crecer puede morir en cualquier momento!

La mayoría de los hombres estaban de acuerdo con él pero solo unos pocos imitaron su postura. Hongjoong sabía que tenía argumentos suficientes para creer en su mejor amigo, sin embargo no quería meterse en problemas a solo un día de ser aceptado en esta escuela.

Chicos y chicas se alinearon en una fila perfecta mirando hacia el frente esperando por la llegada de quien les haría clases. Jongho frunció el ceño cuando vio al director de la escuela entrar con calma pero su mandíbula y la de todos cayó hasta el suelo cuando una figura caminaba tras el hombre calvo.

La Obsesión del Demonio [2ho] AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora