Capitulo 22: Perdóname

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Su corderito lo necesitaba a su lado y Dios estaba permitiendo todo esto ¿Cuál era su propósito?

Si la situación hubiese sido distinta habría sonreído con sinceridad pero el motivo de trasfondo no era bueno, Yechan estaba mal y debía proteger a Jongho de cualquier pensamiento de índole negativa o autodestructiva.

Las ironías de la vida no eran bonitas. El muchacho apreció con ansiedad como aquella figura que estaba agachada en el suelo fue levantándose lentamente hasta erguirse en su totalidad, la diferencia de altura mientras era demonio era abrumadora, estaba seguro que había crecido más.

Tragó saliva, pantalones negros se ceñían a sus bien formadas piernas mientras que su tórax desnudo mostraba los suaves relieves de sus músculos.

- Yunho es mi nombre, no existen los apellidos, solo... Yunho- estiró la mano y acarició el rostro de Jongho, se sentía muy bien que no lo rechazara y aceptara su muestra de afecto soy de la clase llamada incubo, somos demonios de origen masculino y tenemos la capacidad de robar energía provocando parálisis del sueño a nuestras víctimas o algo más común que es acostarnos con mujeres y tener relaciones sexuales... si su energía es muy débil acabarán muriendo- miró el suelo avergonzado, sus pies jugaban con la suave alfombra bajo ellos- no sé hacer otra cosa porque así me crearon.

- No tienes 26 años ¿Verdad?- negó y levantó el rostro cuando lo escuchó contener la respiración- ¿Qué edad tienes?

Las mejillas del demonio se tiñeron de color rosado como si la vida se posara en ellas, nunca antes le había pasado y una pluma cayó de sus alas cuando eso ocurrió. Jongho vio el descenso y luego se enfocó en Yunho.

- Nosotros no nos regimos por edades, no estamos vivos... pero podría decir que, si comparo el tiempo/espacio de esta dimensión, tengo 20...- Levantó una ceja escéptico- 20.000 años.

Los tobillos del cordero temblaron tanto que se abalanzó contra el cuerpo de aquel "hombre" para no caer y darse de bruces. Hace 20.000 años aún no se acababa el último periodo de la edad de hielo. La información era abrumadora, estaba frente a un ... no, definitivamente no podía ponerse a cuestionar todas las cosas en este minuto cuando lo único importante era su hermano Yechan.

Después de un par de segundos, Yunho transformó su apariencia a una humana y la selló colocándose una pulsera de plata, las alas le conferían muchos beneficios pero ahora solo podía pensar en acomodar al hombre que quería en su cama y observarlo lleno de cariño. Así lo hizo.

Sostuvo los dedos de Jongho y lo guió hasta la cama donde le ordenó que se acostara bajo las mantas, después él lo siguió por detrás y dejó que se aferrara a su cuerpo colocando el rostro sobre la curvatura de su cuello, que cruzara su brazo sobre el tórax y que su pierna izquierda quedara entre las suyas.

Sintió compasión, se veía tan pequeño de esa manera.

- No voy a abandonarte si tú no quieres, Jongho- murmuró, sus ojos habían vuelto a ser oscuros- no tienes una idea de lo mucho que te extrañé.

El muchacho acarició su abdomen lentamente de arriba hacia abajo, el perfume natural que tenía la piel de "Nathan" era tan adictivo que no sabía como había soportado estar lejos de él 2 semanas, pero aqui estaba, a su lado y dispuesto a contener su pena. Disimular que quería llorar no tenía sentido, no se sentía menos masculino por eso ¿Quién no sufriría con la situación actual?

"Llora todo lo que puedas, estoy para ti" susurró contra su oreja.

- Tengo miedo de que Yechan no quiera luchar, tengo miedo de perder lo más importante en mi vida que es mi hermano- gimió, sentía sus mejillas empapadas y ardientes- me siento tan impotente por no poder ayudarlo.

La Obsesión del Demonio [2ho] AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora