Capitulo 20: El Plan de los Íncubos

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Flash Back

Martes 9 de agosto 2016, Montreal, Canadá.

Había estado mentalizándose con que este día llegaría pero ahora que tenía frente a frente a aquel hombre de cabello rubio, supo que estaba arruinado. Sus mejillas al instante se tiñeron con la sangre que subía a ellas, su respiración entrecortada, estaba seguro que le gustaba ¿Y cómo no hacerlo? Trató de respirar con normalidad antes de meter las manos a su pequeño bolso oscuro y sacar el sándwich que había preparado.

Estaban teniendo una primera cita en un primer picnic dentro de un parque, por suerte estaba un poco alejado del centro de la ciudad y estaba seguro que sus padres no se enterarían, habían ido a cenar donde unos amigos.

Estiró sus manos y esperó que Mingi aceptara, luego observó con atención como aquel hombre sacaba aquello del pote de plástico y lo masticaba mientras miraba hacia arriba, casi se sentía como un juez de programas de cocina.

- Delicioso, cocinas muy bien ¿Tu especialidad es el sándwich de jamón queso?

La sonrisa que había esbozado era tan ancha y sus ojos rasgados brillaban tanto que fue imposible no sonreír de la misma manera, le agradaba el sentido del humor que tenia. Y era increíble, sí, increíble que en 3 meses se hubiera convertido en alguien tan cercano. Fue su mejor coincidencia.

Aquel hombre desconocido que lo había salvado de unos compañeros abusivos de su escuela, terminó siendo el profesor privado de matemáticas que sus padres habían contratado para prepararse para el último año de escuela. No le importó tener que invertir parte de su tiempo libre en reunirse con él porque la afinidad que tenían era agradable, asi también como su modo de enseñar, su voz, sus gestos y la energía que le brindaba.

En 3 meses no solo eran profesor- alumno, habían llegado a convertirse en amigos. Y hoy después de las clases por fin se había atrevido a pedirle que por fin se había atrevido a pedirle que salieran a comer como en un picnic excusándose que amaba la naturaleza. Song Mingi de inmediato le había dicho que sí.

Aquel niño de 17 años era precioso y el demonio lo sabia, estaba cayendo cada día más bajo.

- ¿Por qué me miras así?- susurró Hongjoong, inclinaba su rostro con lentitud hacia el costado, su sonrisa tímida delataba las ideas que cruzaban su cabeza. Mingi quería sostener sus mejillas y apretarlas con dulzura- oye ¿Puedo decirte Minky?- el íncubo contuvo la respiración mientras todas las facciones de su rostro iban cayendo, el humano frente suyo empezó a alarmarse- yo, lo siento por ponerte un apodo de verdad no volverá a...

- Me encanta- intervino antes que malinterpretara su reacción- Minky, raime comment tu ne sais pas (Me encanta como no tienes idea).

Mingi sabía que era el menos indicado para acercarse al humano pero ¿Qué podía hacer? Sabía que podía infringir gravemente las leyes si se inmiscuía como era indebido. Gimió ¿Qué era esta necesidad en su existencia?

Miró hacia todos lados con cautela antes de acercarse y cerrar la distancia que separaban sus cuerpos, sostener la barbilla del muchachito y acariciar su labio inferior rojo con marcas de dientes. Antes de seguir cuestionándose las cosas cerró los ojos y lo besó con tanta calma que Hongjoong jadeó.

- No tengas miedo, precioso- susurró el demonio- iremos lento, es... ¿Es tu primer beso?- con los ojos húmedos asintió, de haber tenido corazón seguramente se le habría encogido con la ternura- precioso...

Acunó su rostro con mesura y acarició sus labios con tanta lentitud que fue imposible no seguir el ritmo. Hongjoong presionó el labio superior de aquel hombre entre sus propios labios antes de chuparlo con la punta de su lengua. ¿Qué era aquello que lo estaba emocionando, mientras su beso se volvía más hambriento?

La Obsesión del Demonio [2ho] AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora