Daba gracias que los padres de Jongho llegaran más tarde a casa cuando era momento de cenar, ahora tenían toda la privacidad del mundo para que el muchacho se explayara en sentimientos que estaban prohibidos para un religioso como él.
Su corazón golpeaba su pecho en un ritmo rápido y casi descoordinado, en serio tenía ganas de correr hacia alguna parte y chocar contra una pared, sostener su cabello de manera desesperada y arrancarse unos cuantos mechones. Tenía pánico de sentir lo que estaba sintiendo porque sabía que no había vuelta atrás, incluso si se esmeraba lo único que lograría sería auto convencerse de la manera más patética de que estaba "curado".
Pero ser homosexual no era una enfermedad.
- Respira un poco, vas a perder el conocimiento- Wooyoung acarició su rostro, era el más "maternal" de los 3- esto es algo que ocurre y ya ¿Tú crees que si el ser humano tuviese la oportunidad de elegir, el mundo estaría así? El deseo y la atracción, son como un golpe de suerte.
- Puedo entender que seas religioso, amigo mío- murmuró Hongjoong a su lado, sonaba muy triste- y sabes que te amo, pero si crees que todo esto es porque te juntas con nosotros, nunca más volveré a hablarte.
Jongho miró lentamente a cada uno, era religioso y tenía opiniones divididas respecto a lo que era correcto o no, pero no era estúpido al nivel de creer que esto era culpa de las personas que más quería en su vida.
- Van a tener que ayudarme- gimió- no sé qué hacer.
Wooyoung lo acurrucó en su cuello mirando los ojos de Hongjoong, la única forma de ayudarlo era llevarlo al camino de la aceptación, no importaba si no era capaz de contarlo a sus padres en esta etapa, primero tenía que conocerse a sí mismo y saber qué era exactamente lo que le pasaba.
¿Le gustaba el género masculino o femenino? ¿Le gustaban ambos? ¿O esto solo se trataba de una atracción peligrosa a su ardiente profesor? Había una cosa que era cierta, iban a tener que cuidarlo mucho.
[...]
Enterró las uñas en la almohada cuando todo lo que pudo sentir en ese momento fue el toque de un miembro caliente, húmedo, grande y exigente que deliciosamente la penetraba. Se sentía mareada, había salido a beber con unas amigas hace unas horas y ahora que estaba en casa sola despertaba en medio de la noche con el mejor sueño húmedo que había tenido en años.
Unos suaves gemidos brotaron dentro de sus labios, no podía mover mucho su cuerpo, solo los dedos de las manos y los pies eran la única manera de descargar el exceso de placer que estaba sintiendo. Boca abajo con el trasero casi parado y alguien bombeándola duro desde atrás, no quería despertar, quería obtener todo lo que este sueño le brindaba.
¿Acaso su vida real no era patéticamente seca en cuanto al sexo? Era una mujer guapa pero temerosa de las relaciones incluso si estas eran pasajeras o prometían toda una vida, simplemente se sentía bien consigo misma estando sola... aunque ahora que el interior de su cuerpo se rasgaba de placer, lo estaba dudando.
- ¿Acaso no te gustaría que alguien te hiciera esto todas las noches?- murmuró una voz masculina medio distorsionada en su oreja, todo el centro entre sus piernas se humedeció al instante, era una voz aterradora pero sexy- nadie jamás podría igualar la penetración de un demonio.
No podía prestar atención a lo último, todos sus sentidos se estaban apagando. Ese "hombre" llevó las manos de ella para que las apoyara en el respaldo de la cama, antes de gruñir y penetrarla una, otra y otra vez con tanta fuerza que un humano no podría soportar. Yunho no tenía piedad si quería saciarse, el cuerpo de una mujer era solo eso, un cuerpo, un orificio húmedo, el hecho que esa mujer sintiera o viviera eran cosas que un demonio no tomaba en cuenta para atacar una víctima.
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La Obsesión del Demonio [2ho] Adaptación
FanfictionAdaptación 𓍯 "¿Puede un demonio íncubo caer por un simple hombre?" Todos los créditos de esta historia son para @Trinidad Victoria