𝐄𝐥 𝐩𝐚𝐫𝐚𝐢𝐬𝐨 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐜𝐢𝐮𝐝𝐚𝐝 𝐨 𝐞𝐥 𝐩𝐚𝐫𝐚𝐢𝐬𝐨 𝐞𝐧 𝐬𝐮𝐬 𝐨𝐣𝐨𝐬
Melody Griffyn es la niñera de Percy Jackson desde que era solo un niño de cinco años. Pero durante ese lapso de tiempo, ella lo protegía de los monstruos.
Ella...
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Todos conocen el mito de Medusa, su leyenda, su maldición y castigo, por culpa de un hombre que nunca lo culparon, pero sí a ella y llevándose la peor parte. Porque él es un dios, y ella solo un monstruo maldito.
Antes de ser un monstruo. Ella amaba a Atenea, la idolatraba y le hacía siempre su ofrenda sin falta alguna, era su todo. Pero nunca entendió el porqué de su castigo hacia ella, si todo lo que hizo por la diosa, nunca le fue suficiente y nunca la escuchó.
Solo le quitó su belleza y la transformó en un monstruo, que si la mirabas te conviertes en piedra.
Medusa siempre vivió creyendo ser un monstruo sin corazón, algo abominable que jamás será amado. Pero aun así, vivió con elegancia, y usó su amabilidad como arma.
Y vivió eternamente sola en su jardín de estatuas. Esperando algo que jamás llegaría.
Mientras que por otro lado estaba Ethan Griffin. Un hombre arrogante y sin corazón, un abogado prestigioso de New York y considerado como un pobre diablo. Hasta que se metió con Afrodita, la mismísima diosa del amor y la belleza, rechazándola de la peor manera y solo humillarla al estar bajo los efectos del alcohol.
Afrodita no iba dejar que ningún sucio mortal la humillara de aquella manera.
Y mientras Ethan subía a su lujoso lamborghini. Ella llamó a su hijo Eros, le dio la orden de enamorarlo de un monstruo horrible. Y él eligió a Medusa.
Para Eros. Sería una muerte rápida para el humano. Sin saber que no todo sale como lo planeado.
La lluvia caía con fuerza, mientras el viento trataba de hacer caer todo a su paso. Aunque dentro de ese lujoso Lamborghini, Ethan estaba muy despreocupado, tomando su botella cara de alcohol y acelerando el motor como si no hubiera un mañana. Mientras que Eros luchaba por alcanzarlo y hacer su trabajo, parecía que el humano se dirigía cerca de la “guarida” de Medusa.
¡Pan comido! Pensó.
Pero un rayo impactó con un árbol, tirándolo frente al camino del humano y haciendo que el auto impactara contra el tronco.
——¡Mierda! ——Exclamó Eros, corriendo hacia el auto para ayudar al hombre y olvidarse de la orden de su madre. Abrió la puerta del Lamborghini, viendo como Ethan tenía una herida en su cabeza, manos y sangraba por sus ojos—— ¡¿Y ahora qué hago?!
Después de pensar y dudar. Tomó a Ethan, sacándolo del auto como pudo y llevarlo a que alguien más se hiciera cargo de él. Aunque esa no fue su primera idea.
Eros cruzó el territorio de Medusa, dejándolo moribundo frente a su jardín de estatuas y bajo la tormenta de esa noche.
——¿Quien anda ahí? ——Preguntó la gorgona caminando con elegancia, bajo su paraguas y mirando a sus alrededores. Hasta caer su mirada a la persona que yacía en el suelo.
