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La tormenta no había cesado durante toda la noche y sobre el campamento mestizo

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La tormenta no había cesado durante toda la noche y sobre el campamento mestizo. Percy estaba recostado en una cama de la enfermería donde Melody no se había despegado de él. Estaba preocupada y solo le importaba que su pececito esté bien. 

——¿Tú qué haces aquí? ——Preguntó la semi gorgona al ver a la hija de Atenea. Annabeth Chase. 

——Lo mismo me pregunto ——La mestiza se cruzó de brazos, viéndola con seriedad—— No deberias estar aqui. El campamento es para semidioses, no monstruos. 

——No creo que quieras hablar de rangos cuando yo te saqué de ese basurero junto con Grover ——Melody parecía sacar dagas de sus ojos—— ¿O ya se te olvido? Niña sabionda. 

——No, no se me olvido ——Camino al otro lado de la cama de Percy—— Como tampoco se me olvido que fracasaste al proteger a Thalia ——La semi gorgona iba a contraatacar, pero los jadeos de Percy la detuvieron. Parecía tener una pesadilla, y Mel tomó su mano. 

——¿Dónde estoy? ——Preguntó Percy somnoliento. Melody acarició su frente, tratando de volverlo a dormir. 

——Babeas mientras duermes ——Le hablo Annabeth. Y Melody la miró mal, viendo como Percy volvió a dormirse—— Te estaré vigilando, medusa. 

——¡Quita el nombre de mi madre de tu sucia boca, mestiza! ——Annabeth no le hizo caso y se retiró, dejando a una semi gorgona echar humo de sus orejas. 

La enemistad que había entre ellas, inició mucho antes de que ambas existieran y debían odiarse porque sus madres lo hacían entre ellas. Algo muy patético si puedo opinar. 

Pero el que no suelta el pasado, está condenado a vivir lo mismo. 

Melody no pudo dormir. Y no lo haría hasta saber si Percy está a salvo o lo estaría en el campamento mestizo. Pero de una cosa es segura, cumpliría la promesa de hacerse cargo de él como se lo prometió Sally. 

La semi gorgona prendió la máquina de café de Quirón, para hacerse un capuchino y sentarse a ver el amanecer tocar el lago del campamento. 

 ——Sabía que iba a volver a verte algún día ——La voz de Dionysio apagó su silencio. El dios le sonrió de costado en un sentido coqueto, con sus ojos verdes y su cabello rubio oscuro, portando una camisa hawaiana y una lata de coca cola zero—— ¿Como esta mi gorgona favorita? 

——Hola Dionysio ——Tomó un sorbo de su capuchino—— Estoy bien. Gracias por preguntar. 

——¿Solo eso? ——Él se sentó a su lado en aquella mesa—— ¿No vas a decirme que me vas a dar una oportunidad? ——Melody lo miro mal. Dionysio subió sus hombros—— Me conformaría con un pequeño besito. 

——No obtendrás nada de mí, D ——Lo miro, recargando su brazo sobre la mesa—— Lo único que pueda darte, será petrificarte ——Levantó un poco su mano hacia él y moviendo sus dedos en su dirección.

𝑃𝐴𝑅𝐴𝐷𝐼𝑆𝐸 𝐶𝐼𝑇𝑌  /  𝑃𝑒𝑟𝑐𝑦 𝐽𝑎𝑐𝑘𝑠𝑜𝑛 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora