𝐄𝐥 𝐩𝐚𝐫𝐚𝐢𝐬𝐨 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐜𝐢𝐮𝐝𝐚𝐝 𝐨 𝐞𝐥 𝐩𝐚𝐫𝐚𝐢𝐬𝐨 𝐞𝐧 𝐬𝐮𝐬 𝐨𝐣𝐨𝐬
Melody Griffyn es la niñera de Percy Jackson desde que era solo un niño de cinco años. Pero durante ese lapso de tiempo, ella lo protegía de los monstruos.
Ella...
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A mitad de viaje. Percy había caído rendido a los encantos del dios Hipnos del sueño. Acostado en la parte trasera del auto de Gabe y tapado por la chaqueta de Melody, mientras Sally conducía hasta la playa.
--Deje que se dejara sus zapatillas puestas para volver loco a Gabe --Comentó Melody volviendo al frente, admirando el paisaje al cruzar el puente de New York-- Me pregunto ¿Por qué él?
--Ya lo sabes, Mel --Sally la miró unos segundos para volver su vista al frente-- Su olor podía ocultar a Percy --Ambas miraron de reojo a un dormido pececito. Sally miró a Melody-- Nunca te agradecí por todo lo que has hecho por Percy, las veces que transformabas a los monstruos en piedra y dejabas que él jugara arriba de las estatuas --Ambas soltaron unas cuantas risas. Pero Sally comenzó a soltar unas lágrimas.
Melody la miró con tristeza, sabiendo el significado de esas lágrimas que derramaba con todo el dolor que guardaba. Era una madre que se enamoró de un dios y ahora su hijo corría peligro en un mundo que todavía no sabe que existe. Sally era una increíble madre, ella podía desvivirse por Percy.
--Sabes que te apoyo como tu lo hiciste por mi madre. Tu nunca la juzgaste y me aceptaste por ser su hija --Melody sacó un pañuelo y se lo tendió a Sally-- Yo soy la que debo agradecerte por haberme apoyado en casi todo.
Sally sonrió un poco hacia Melody, pensando algo en su mente, o buscando algunas palabras. Pero al soltar un leve suspiro, se decidió.
--Escucha. Se que harás lo imposible para Percy y te entrenaron para esto --Melody la miro sabiendo a qué se refería-- Si algo me pasa, quiero que te hagas cargo de Percy.
--Sally
--Tu también eres mi hija, Melody --La miró con sus ojos cristalizados-- Solo hazlo. Me sentire mejor sabiendo que Percy está en buenas manos --Melody solo soltó un suspiro y asintió con la cabeza, haciendo que Sally se relajara y siguieran en viaje.
La semi gorgona se giró para ver a Percy, verificando que seguía dormido y babeando los asientos de Gabe con la cabeza algo torcida y un brazo colgando, mas su trasero levantado y soltando pequeños ronquidos. Melody sonrió, sacando su teléfono y plasmando ese momento en una foto.
La lluvia había caído durante todo el camino. Melody miraba por la ventanilla como el atardecer pintaba las nubes de un color salmón y anaranjado, aunque le pareció extraño no ver un solo rayo en los cielos.
Al llegar a la cabaña de la playa. Sally se detuvo un momento para recordar cuando conoció a poseidón, momento románticos, la primera mirada y sonrisa, como también los suspiros. Todo guardado en su memoria y en aquella casa de playa.
--Tomate tu tiempo --Le expresó la semi gorgona, dando una pequeña caricia a su hombro.
Sally le agradeció con una pequeña sonrisa, mientras el silencio reinaba dentro del auto pero con la lluvia de fondo. Hasta que un dormido pececito se despertó, y rápidamente Sally se limpió una lágrima.
