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Capítulo 22

Chase:

Reviso con Misha el itinerario de esta semana, y no me hace gracia tener que viajar a New York esta semana, desde que  me he enterado que seré padre, estoy como un loco con la noticia, y cada día ansio poder convivir con mi embarazada mujer, estar a solas y saber comonse siente, vivir el proceso. Es mi primera vez, y deseo vivirlo al máximo,  no perder absolutamente nada del proceso.

—Señor Bateman —Misha atrae mi atención dando una palmada al escritorio. —Si lo desea, puedo irme un momento y volver luego.

—No es necesario, sigamos. —Murmuro con pena. Con mi papel de empresario, me centro en los asuntos de la empresa, siempre he sabido separar lo profesional de lo personal. O esta puede ser la excepción. — ¿Qué decías?

—La remodelación del edificio de Bateman design N.Y ya está terminada, ahora se están aplicando los diseños que usted mismo eligió. A excepción de las áreas de diseño y marketing, ya que los materiales llegarán en dos días. —Desliza su dedo por la pantalla del iPad, moviéndose por las fechas. —Y la reunión con el señor Roberts, está programada para el viernes, en su oficina a las 3 pm.

— ¿Viernes? Cambia el día, comunícate con Roberts.

—Ya la cambiamos dos veces, señor Bateman.

Siento la respiración de Alessia por mi cuello, y no de la manera que me gusta, un poco más amenazadora quizás. Ya me perdí una visita al médico y no me permito perder dos seguidas.

“El viernes, Chase Bateman. A las 6, sin falta”.

—Adelanta un par de horas, entonces. Haz lo que tengas que hacer, y convence a la gente de Roberts para dejar la reunión por la mañana.

—Justamente han quedado por la tarde, ya que el señor Roberts no estará en la ciudad hasta el medio día.

—Misha, si aprecias mi gestión como jefe. ¿Qué digo como jefe? ¡Cómo ser humano! Y quieres que continúe respirando y habitando el plano terrenal, consigue que esa reunión sea lo más temprano posible. Eres una persona totalmente capaz, y nunca lo ha hecho mal. —Dejo mi esperanza en ella, como asistente es un genio.

—El equipo de Roberts no me conoce en persona, y creo que van a querer mi cuello en cuanto me vean en New York, señor Bateman. —Ladeo la cabeza. Comprendo su punto, si es ella mi cara, mis manos, mi representación para negociar las fechas de reuniones. —He pasado a una reunión virtual sus encuentros, tres veces. Les he cambiado la hora dos veces, y ni que decir de cuando se canceló la firma del contrato tres horas antes de que se llevara a cabo.

—Y todas esas veces estaban justificadas.

— ¡Por que estaba de viaje con los empresarios de California! Por cierto, la semana próxima es la reunión final. —Sisea, y se mira estresada, muy estresada. —Está bien, voy a contactarme con ellos, y veré que se puede hacer.

—Sé que estas semanas te he complicado hasta la existencia, pero es parte del trabajo. Consigue esa reunión en New York en otra hora, y te deberé un favor... Personal.

—Ya me debe unas vacaciones con todo pagado, señor Bateman.

Sonrío con diversión, y en medio de su estrés, también lo hace. Esa negociación valió la pena, le veo más como un incentivo.

—Te daré la semana después de la inauguración en California, libre, para tus vacaciones, ¿Qué dices?

— ¡Amo este trabajo! —De un salto deja la silla. —Por último, solo le recordaré el almuerzo con su padre en 312 Chicago . En un par de horas tengo resuelto lo de la reunión.

Ámame una vez más. (2° BILOGÍA ÁMAME)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora