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Alessia.
Capítulo 15:

Como si tuviese tres años, Chase me hizo una cita con el doctor Ward, me habría quejado, pero me siento demasiado cansada como para discutir. Ahora que la señora Davies ha despertado, e incluso ha bromeado con nosotros, podemos estar un poco más tranquilos. Mi suegro se quedó con ella para que podamos cambiarnos de ropa y descansar. Una buena ducha con agua tibia, siempre le hace bien al cuerpo, ya he empezado a tomarme las vitaminas que me recetaron, y espero que pronto pueda llegar a sentirme mejor.

—Alessia. —Doy un brinco leve, me ha tomado desprevenida.

—Carajos, Chase. Me asustaste. —Miro al suelo, mi crema está tirada.  —Qué desastre.

—Déjalo, yo te ayudo a limpiarlo. —Niego con la cabeza. —Yo lo tiré, cuando regrese lo levanto.

—Eres una tozuda, pero yo lo soy más. —Me da un pico rápido. —No hagas esperar a tu visita, cariño.

—Juro que te amo, muchísimo. —Aprieto sus mejillas y me sonríe. — ¿Quién ha venido?

—Pista: está muy loca y en ocasiones me desespera. Agregando que maneja de muy buena forma mi imagen ante la prensa.

—Ay, Chase. Me estás describiendo a la mayoría de personas que conocemos.

—Bien, pues empieza con A y tiene un novio que es médico en mi empresa.

— ¡No puede ser! —exclamo con alegría, y dejo un beso en sus labios. —Tú arreglas este desastre, y yo te preparo el almuerzo. Te amo.

Salgo corriendo, pero antes de salir por completo, le lanzo un beso en el aire. Y al ver su encantadora sonrisa, sigo mi caminata por el pasillo. Al llegar a la sala, no hay nadie. Solo puedo pensar que si es una broma de Chase, lo voy a trozar de un guantazo. Me asomo a la puerta para cerciorarme de que no esté afuera, tampoco hay nada. ¿Tardé tanto en bajar como para que se haya ido? Me encojo de hombros, tal vez tuvo una emergencia. Un ruido en la cocina llama mi atención, ¿habrá llegado Danna ya? Bueno, también tendrían que estar los niños. Camino a paso rápido hacia aquél sitio, y me encuentro a mi visita muy tranquila bebiendo agua.

—Hola, amiga. Disculpa que haya entrado así, aunque no es cosa que no haya hecho antes, pero Necesitaba tomar un poco de esto para no vomitar. —Sonrío. —El aromatizante del auto de Franco me pone malísima.

—Agatha, estás en tu casa. —Me acerco para darle un abrazo. —Te extrañé un mundo entero, hubiese querido que estuvieras con nosotros en vacaciones.

—Ya ni me digas, que la playita se me hacia muy tentadora. Pero, quedarme valió la pena —alza su mano moviendo los dedos.

— ¡Joder! —exclamo. —Agatha, es increíble.

—Fue increíble, y nos tomó por sorpresa a todos. Dijo que quería iniciar el año nuevo haciendo algo que cambiaría su vida, ¡Y me dio el anillo!

—Bien guardadito que se lo tenía el doc. Muchas felicidades, Agatha. Que este sea un paso más hacia todo lo bueno que te mereces.

Conversamos un poco más, y le comento el motivo por el cual nos nos reintegramos a la empresa todavía, se alegra —como todos — de que la señora Davies ya se encuentre en recuperación. Nos despedimos cuando Franco viene por ella para ir a la empresa. Ha venido ha preguntar por mi, como buena amiga que es, porque estaba ansiosa de contarme sobre su buena nueva. Y la verdad, me da una alegría inmensa el hecho de que ella empiece a construir un futuro en familia. Las cosas han cambiado mucho desde el día en que los conocimos, cuando dije cosas sin pudor y Chase la escuchó, hasta llegar ahora, donde me encuentro comprometida con el ser que no quería nada serio, viviendo bajo el mismo techo, y siendo más feliz que nunca.

Ámame una vez más. (2° BILOGÍA ÁMAME)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora