Matrimonio

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Tanjiro siempre fue un chico de ensueño, bello, sencillo, humilde y trabajador. Cualquiera podría tenerlo en sus manos con un chico fácil de complacer.

Amor puro y tierno era lo único que pedía, un bello doncel que podía caer en las garras equivocadas y el no podría saberlo gracias a su gran y puro corazón. Aun que era más que todo pura ingenuidad de su parte.

Después de todo el primer amor es uno de los eventos que pega más fuerte en la vida de cualquier ser humano. Una sensación inolvidable y legítima difícil de reemplazar o rellenar, cumpliendo a todas sus anchas el la frase "el amor es ciego".

El bello doncel no se encontraba soltero.
A una temprana edad decidió casarse con su primer amor de preparatoria.
Genya Shinazugawa, un hombre alto e intimidante qué abrió su tímido corazón para el omega con intención de conquistarlo y tenerlo perdido entre sus brazos y encantos.

Aun que su boda fuera lo más espectacular que le hubiera pasado en la vida, su familia mostró su clara desaprobación hacia el matrimonio de la joven pareja. Aconsejando a su hijo mayor de no casarse con esa persona después de todo el era muy joven y tenía una vida por delante, no querían que la sellada con un matrimonio con una pareja que ni ellos lo encontraban aceptables.

Pero aun así se caso. Con una boda pomposa y brillante junto a ambas familias.
Los críos jugaban entre sí y las parejas disfrutaban de la cena y el pastel.

—Y dime Tanjiro ¿acaso no es la mejor boda que has tenido? —preguntaba Genya bailando pegado a  su tierno esposo.

—es mi primera y única boda —rio con ternura apretando sus manos mientras se balanceaban amorosamente en la pista de baile.

Los niños bailaban a su alrededor ya, comenzando el baile donde todos podían participar hasta las parejas mayores.

En una silla alejada se encontraban las hermanas Kocho con la típica malmurada Shinobu y una extrañamente preocupada Kanae.

—Ah~ estoy feliz por ellos —suspiro Shinobu, estaba muy encontrá sobre tan prematura desicion pero que podía hacer ella contra una pareja tan enamorada —espero que todo les salga bien —volteo a ver a su hermana mayor.

—Shinobu, ¿has visto a Sanemi? —pregunto preocupada por su novio, supuestamente bailarían ellos juntos en la pista de baile pero el albino se había desaparecido.

—Nee-san, aceptalo ese idiota se desapareció por que no le interesas —aunque pareciera molesto que ella como hermana menor se metiera en la relación, pero ella genuinamente no confíaba en el.

Genya se alejo de la pista de baile acercándose a la mesa de las hermanas Kocho. Se suponía que su hermano estaría ahí junto a él, en todo momento de su boda pero no había aparecido.

—¿a contestado el teléfono? —pregunto a Kanae qué se miraba cada vez más preocupada.

—No... En cerio Genya, no se que le pasa el día de hoy —se sentía un poco culpable de no poder hacer nada y molesta con su pareja por dejarla a ella y a su hermano en un momento como este.

—oh bueno... Esta bien —se alejo de la mesa decaído, después de todo Sanemi era como un padre para el, alguien sumamente importante en su vida y ahora después de tantas promesas sobre estar ahí el no se encontraba.

Tanjiro bailaba con su padre, a un ritmo suave y lleno de amor. El padre de familia se mantenía melancólico ante la vista de su recién casado cachorro, que estaba por vivir una vida qué el mismo eligió pero sabe que no se merece.

—Tanjiro —susurro acariciando el cabello de su preciado cachorro —Recuerda que nosotros siempre estamos aquí para apoyarte y si te arrepientes de tu desicion tienes un hogar al cual volver —siempre sería su bebé, su primer hijo, su dulce cachorro aquel que le duele verlo crecer.

—No te preocupes padre —sonrió contento —Confio en Genya, debes confiar en el —no podía, no podía confiar en el, su primer cachorro necesitaba un futuro firme donde no tenga que tener limitantes para tener cachorros.

Sabía el sueño de su hijo tener una gran familia y tener una pareja honesta. Pero tenía un pequeño mal presentimiento, un mal de cuerpo que incrementaba.
Pero esa idea iba en contra del futuro que su hijo había decidido.

Bello doncel de cabellos burdeos, con sus ojos rubies y resplandeciente una joya extravagante un deseo pleno

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Bello doncel de cabellos burdeos, con sus ojos rubies y resplandeciente una joya extravagante un deseo pleno.

Rayo de sol eres que ilumina el camino de aquello tus cercanos, gentil corazón eres que enternece, ama como una madre a un crió recién llegado al mundo. Con el destino de tener a alguien tan dulce y resplandeciente como el, tan cálido y fuerte una pedestal que lo haga brillar como una de las más costosas gemas.

Las bellas joyas también pueden ser guardadas, escondidas por aquellas personas que no valoran lo que es, no destacan su belleza y poder. Las mantienen escondidas del mundo alejadas de la vista de los demás, lastimando el valor en sí misma.

Bello doncel eres, codiciado por aquellos que ruegan tenerte, no valorado como lo merece. Ingenuo como un niño, ignorante como un cachorro fiel a su amo.

 Ingenuo como un niño, ignorante como un cachorro fiel a su amo

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Un matrimonio un compromiso de vida, cuidar, amar y respetar. Amor es lo único que resiviras en cualquier circunstancia entre la salud y la enfermedad hasta que la muerte los separe . . . O algo más.

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