Priorities

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La mente en blanco y el vacío de su conciencia. El ensordecedor sonido del viento azotando a las copas de los árboles siendo iluminados por los naranjos colores del cielo, lo bichos chirreando, las ranas croando, grandes y pequeñas en multitud escondida das en el pasto verde y corto. Sensoriando a las aves volando hacia los árboles, descansando en las copas junto a sus crías, que chillaba de hambre.

A la mente llego color, dibujo e ideas no una simple hoja en blanco qué flotaba en el limbo y la inconciensia.
Aquella sola imagen de las crías de un ave llegaron a la mente, el amor materno hacia esas criaturas, la belleza de ver crecer aquellas almas inocentes y absorbente hasta que su alas sean fuertes y abandonen los dulces brazos de su madre.

Duda, dudaba frente a la puerta con gran pavor, el sudor bajando por su nuca, sus bellos erizados y su indesicion al abrir. Su esposo estaría detrás de esa puerta, esperándolo con los brazos abiertos, con una cálida sonrisa y un aroma estupendo.

"¿Que diría su esposa al saber como habla de ella?"

Sin duda su esposo lo mataría y lo reprenderia por hablar así de él y de los demas omegas; era un pésimo esposo.... Pero hiba a remediarlo.

Su indecisión terminó en alejarse de la puerta de nobal huyendo de enfrentar la situación con algo inesperado. Su pequeño doncel borgoña merecía más.

Siguiendo una línea hacia una tienda rosada y decoraciones rojas, con variedad de ropas interiores y normales. Aquellas tan pequeñas para omegas más jóvenes y delgados, apretaba su lengua desviando su mente a un pensamiento positivo sobre el cuerpo de su esposo; aun que debía de admitir había ganado un poco de peso.

Desinformado en los productos a su alrededor, mirando y tocando las suaves telas de bonitos diseños, no logrando ver a su omega con aquel short de mezclilla junto con una blusa lila.

-Disculpe ¿Busca algo en concreto? -la voz dulce y amable de un buen trabajador, atento y maduro. La idea en su cabeza como un buen y joven omega en su cabeza lo invadió quedando ansioso en el aspecto del empleado.

Revelandose bajo la luz cálida reflejada en las pareces rosas, dándole color a la piel pálida y tersa, el esbelto cuerpo, largo y frágil, pestañas negras cual carbón al igual que su cabello y sus puntas coloradas, sus ojos verde menta miraban con seguridad.

-Wow... -anonadado por esa figura tan espléndida, tan linda expresión postura y aroma; ese omega entró en su mente llenando su idea de un omega bien vestido.

-Disculpe...

-A-eh si... Tengo.... Busco... Busco un regalo para mi hermano -con el corazón bombeando su pecho nervioso, buscando una excusa perfecta para comprar ropa sin verse comprometido ante al joven omega.

-Vaya... Muy pocos 'hermanos' hacen eso -extrañandose del comportamiento inusual activando sus sentidos ante al hombre de traje. Tocando las telas de la ropa a su lado, afilando su nariz descifrando el aroma maduro frente a él -que le parece esta camisa, de seguro le quedará bien ¿que talla es su hermano? -la blusa suave de color turquesa que combinaba muy bien con aquel short de mezclilla que el hombre tenía en sus manos.

La blusa era muy bella, bella para el joven empleado que la sostenía, un color que conbinaba con sus ojos en su figura. Pensando en varias combinaciones de ropa, diferentes posturas del joven empleado.

-Es muy linda... Aunque no se como se vería puesta ¿podrías ayudarme con eso? -coleteando emocionado, una ropa sensual, en un cuerpo joven y bien cuidado.

Un estilo provocador de hablar tiño sus mejillas de rosa, revoloteando en su estómago. Siendo el único en la tienda que podía ayudar al pobre hombre que solo buscaba una prenda para su hermanito.