Su nombre era jessi. Tenía veintiséis años, era alta, oscura y deslumbrante, con curvas para morirse y una sonrisa increíble.
Chenle la había elegido cuidadosamente entre las once mujeres interesadas en clavarlo, y hasta el momento no estaba lamentando su elección. Él estaba definitivamente interesado en ella. Olía bien, su piel oscura era suave y tersa, y besaba bien.
Lo hicieron por un tiempo, y todo fue perfectamente bien.
Luego llegaron al evento principal.
El consolador de doble lado con arnés lucía increíble en ella: la polla dura se veía genial entre sus suaves muslos. Sus grandes tetas se sacudían atractivamente,mientras que empujaba dentro de él.
Mientras yacía debajo de ella, con las piernas abiertas, Chenle se sentía... raro. Estaba dividido entre estar encendido y ser terriblemente autoconsciente de sí mismo. Esto está mal, le seguía susurrando una voz en el fondo de su mente. Un hombre normal sería el que empujara su polla en una mujer tan sexy. Un hombre normal no estaría tomando una polla falsa de parte de ella. Ella debería estar secretamente burlándose de él.
Su polla se marchitó ante esa idea.
Jessi comenzó a moverse, su cara enrojecida y sus ojos entrecerrados. Parecía estar disfrutando de sí misma. Chenle... Chenle no tanto, para ser totalmente honesto. Mientras que un consolador en su culo se sentía bien como de costumbre, su ritmo estaba apagado, sus empujes no eran lo suficientemente poderosos, y ella seguía perdiéndose completamente su próstata. Cuanto más tiempo pasaba, más frustrado se sentía, sintiéndose al borde de la excitación pero, sobre todo, simplementecohibido e incómodo.
Apretando los dientes, Chenle empezó a masturbarse. Estaría condenado si le pidiera que encontrara su punto Gmasculino. Eso sería tan vergonzoso... más vergonzoso de lo que ya era.
* * *
—Nunca lo volveré a hacer —dijo Chenle, mirando directamente hacia el frente mientras corría en la cinta.
A su derecha, Jisung redujo la velocidad de su carrera y giró la cabeza.
—¿No te fue bien?
Chenle hizo una mueca.
—Ella fue genial, pero...
—¿Pero?
—Me sentí demasiado cohibido para disfrutarlo. No pude... no pude decirle que quería que me clavara la próstata y me follara más fuerte. Simplemente no pude. Fue demasiado vergonzoso.
Nick suspiró.
—Todo está en tu cabeza, Lele. Creo que solo necesitas confiar en la mujer antes de dejarla follarte. Consigue una novia, no una aventura de una noche.
—Sí, y ¿qué pasa si mi novia no está en ese tipo de cosas? No es exactamente una pregunta que pueda hacer en una primera cita —Chenle frunció el ceño—. Además, Jessi ni siquiera fue tan buena follándome. ¡Realmente tuve que masturbarme de la forma normal, y no tuve que hacer eso en semanas!
Jisung se perdió un paso en la cinta. Maldiciendo, la apagó y se volvió hacia Chenle con una expresión extraña en el rostro.
—¿Estás diciendo que en realidad puedes venirte solo siendo follado?
Chenle parpadeó, confundido.
—¿Sí? ¿Eso es inusual?
Jisung dejó escapar una carcajada, sacudiendo la cabeza.