—Está bien, esto es incómodo —dijo Chenle.
—Cállate, fue tu brillante idea.
Chenle fulminó con la mirada a Jisung, pero probablemente no parecía particularmente intimidante considerando que estaba desnudo, que ambos estaban desnudos.
Había visto a Jisung desnudo antes, por supuesto. Pero de alguna manera, esto era diferente. Miró a Jisung con cautela: su torso marcado, hombros anchos y brazos fuertes.
—Esto es tan raro, hombre.
Jisung dejó escapar una carcajada, metiéndose en la cama.
—Me sorprende que incluso consigas sexo.
Chenle se lamió los labios resecos.
—No me malinterpretes, estoy seguro de que a las chicas y a los gay los encienden, pero todo ese músculo y la falta de tetas me es extraño.
—Pero no son las tetas las que quieres, ¿verdad? —Jisung dijo secamente.
Chenle se rió, su mirada se movió hacia la polla de Nick.
—No en este momento —dijo, lamiendo sus labios de nuevo. No sabía cómo la polla de Jisung podía verse tan condenadamente atractiva cuando el resto de él no excitaba a Chenle. ¿Era raro? Probablemente fuera raro. Pero a él le encantaba mirar la polla de Jisung. En realidad, lo encendía: lo espesa y bonita que se veía, a pesar de que todavía no estaba completamente duro.
—Ponla dura —dijo Chenle.
Jisung suspiró con exasperación, pero parecía divertido en vez de molesto cuando tomó su polla en su mano y comenzó a acariciarla, sus grandes dedos manejaban su polla con facilidad y confianza. Chenle apartó la mirada de la polla que se endurecía rápidamente para mirar la cara de Jisung. Estaba relajado, los ojos grises de Jisung entrecerrados mientras recorrían el cuerpo de Chenle, deteniéndose en sus muslos musculosos y bien formados. Un poco aliviado de que Jisung claramente no lo encontrara repulsivo, a pesar de sus continuas afirmaciones de que Chenle no era su tipo, miró de nuevo a la polla de Jisung y extendió un poco los muslos. Su agujero se apretó un poco en anticipación.
—Vamos, ya está bastante dura —dijo Chenle—. Ya hice la preparación.
Jisung arqueó un poco las cejas.
—¿Quieres que simplemente la meta?
—¿No es ese el punto?
Unas cuantas emociones cruzaron el rostro de Jisung.
—Nunca me he follado a nadie sin un beso.
Chenle arrugó la frente.
—¿Quieres besarme? De ninguna manera, eso sería demasiado extraño.
Jisung se echó a reír.
—Tienes razón: mejor meto mi polla en ti. Besar sería demasiado gay.
Chenle hizo un puchero.
—Deja de burlarte de mí. Siempre te burlas de mí.
Jisung le sonrió e, inclinándose, lo besó en la frente.
—Porque eres tan ridículo. Bobo y ridículo.
—¡Oye! —Chenle lo puso en una llave de cabeza y lucharon por unos minutos, riendo.
Finalmente, terminaron con Jisung encima de él, sus brazos sujetando a Chenle.
—Nunca ganarás contra mí, estúpido —dijo Jisung, sonriendo odiosamente—. Tengo cuatro hermanos. Básicamente soy un profesional en esto.