Chenle generalmente odiaba las mañanas.
No era una persona mañanera para nada.
Pero esta mañana era muy agradable, decidió adormilado, empujando su cara contra su cálida y agradable almohada que olía ridículamente bien.
Alguien le acarició la cabeza, sus dedos rozaron agradablemente su cuero cabelludo.
—Ya son casi las diez, Lele. Despierta.
—No —murmuró Chenle.
Una risa suave.
—Entonces al menos déjame ir.
Chenle frunció el ceño y abrió los ojos con aire soñoliento. Se encontró a sí mismo mirando un amplio y musculoso pecho, que aparentemente había estado usando como almohada.
Chenle parpadeó, pensó por un momento, y luego volvió a cerrar los ojos. Habría mucho tiempo para sentirse extraño más tarde. Ahora se sentía demasiado bien y con sueño como para sentir mucho de cualquier otra cosa.
— Chenle
—Vete, Jisung —murmuró Chenle .
—Es un poco difícil cuando estás tirado sobre mí —dijo Jisung, su voz extremadamente seca.
Chenle suspiró, y luego levantó un poco la cabeza. Miró adormilado a Jisung, que lo miraba un poquito divertido.
—No sabía que eras un mimoso —dijo Jisung con una sonrisa—. No podía respirar cuando me desperté.
Chenle quería sacarle el dedo, pero sería un esfuerzo demasiado grande, y Chenle se sentía ridículamente distraído por toda la piel cálida y dorada y peluda en la cama.
Chenle gimió y dejó caer su cabeza sobre el pecho de Jisung. Joder, esto era horrible. Horrible. Una parte de él había esperado que su estúpido seudo-enamoramiento desapareciera después de que se hubiera complacido un poco, pero al parecer no. En todo caso, parecía ser peor.
—¿Qué es? —dijo Jisung, pasando sus dedos por el cabello de Chenle .
Chenle casi gimió. El toque de Jisung se sentía tan bien, pero realmente no estaba ayudando a la situación.
—Me siento como una colegiala enamorada —se quejó Chenle .
Los dedos de Jisung se detuvieron en su cabello.
—Chenle —dijo, su voz un poco apagada. Tensa. Vacilante.
—No digas nada —dijo Chenle—. Lo sé. Sé que estoy jodiéndolo todo. Estoy intentándolo, ¿de acuerdo? Comoque, no quiero sentirme así por ti. Estoy seguro de que superaré esta estúpida mierda pronto. No quiero arruinarlotodo —Esta mierda es más fuerte que yo.
Hubo un rato de silencio.
Finalmente, Jisung quitó la mano del cabello de Chenle y dijo:
—Está bien.
No fue rudo, pero tampoco fue particularmente amable, ya que se separó de Chenle y salió de la cama.
Chenle observó impotente la forma en que los músculos de la espalda de Jisung se movían bajo su piel y rápidamente desvió su mirada antes de que Jisung se diera la vuelta.
—Vamos, levántate —dijo Jisung, alcanzando su ropa y luego arrojándola hacia Chenle—. Ya es bastante tarde.
Chenle lo miró con atención, pero Jisung parecía completamente tranquilo. No parecía enojado con él. Chenle debió haber imaginado la repentina tensión en el aire.