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Estaba durmiendo muy cómodamente hasta que los rayos del sol comenzaron a molestarme haciendo que abra los ojos. Cuando los abrí del todo noté que no estaba en mi habitación.

Me senté sobre la cama desorientado y sentí algo acolchonado debajo de mis nalgas, me fijo bien que era y me doy cuenta de que tengo puesto un pañal y estaba vestido de una manera ridícula ¿Cuando yo me había puesto todas estas cosas? Traté de recordar hasta que los recuerdos del día de ayer golpearon mi mente.
Han me había puesto el pañal y este conjunto y como si fuera poco también tomé de un estúpido biberón.

Traté de bajar pero unos barrotes me lo impidieron, ahí me di cuenta de que estaba en esta ridícula cuna. Justo cuando pensaba en como salir de esta cárcel, alguien apareció en la habitación.

Hola cariño, ¿Cómo dormiste? - preguntó Han, entrando a la habitación.

No le respondí, me senté cruzando mis brazos mientras miraba para otro lado, ignorándolo. Estaba muy enojado con todos y no me había levantado de buen humor.

Parece que no tuviste una buena noche. - comentó mientras bajaba los barrotes de la cuna.

Esa era mi oportunidad de escapar así que con un ágil movimiento bajé de la cuna y comencé a correr hacia la puerta, pero la mano de Han tomando mi brazo me detuvo.

¿A donde vas bebé? Tú no puedes caminar, si quieres ir a algún lugar nos tienes que avisar. - Cuestionó el rubio mientras me alzaba en brazos y dirigirse hasta el cambiador. - ahora te cambiaré para luego bajar a desayunar, los chicos prepararon tu desayuno favorito.

Esto era tan humillante, no le respondí y empecé a ejercer fuerza en contra de Han para evitar ser cambiado, otra vez.

Minho, ¿qué te dije ayer? Quédate quieto no te quiero regañar ahora. - Pidió el mayor irritado. El bebé no se quedaba quieto, se removía por todas partes como si fuera un renacuajo.

Me movía intentando safar del agarre del rubio pero nada resultaba, Han parecía tener más fuerza que yo.

¡YA BASTA LEE! - dijo mientras me daba dos nalgadas, me dejé de mover de inmediato no porque me había dolido sino porque el golpe me había sorprendido.


Narrador omnisciente

Han al ver que se había quedado quieto le cambio el pañal, que no había sido usado, y le puso un jardinero con una remera de rayas.
Luego lo tomó en brazos y bajó las escaleras.

¡Buenos días! - Saludó mientras dejaba a minho en la silla alta. - saluda Bebé. - pero leeknow no dijo nada.

¡Buenos días! - respondieron todos.

No seas maleducado minho, saluda. - reprochó Han sentándose en su lugar, al lado del bebé.

Pero el pequeño rebelde no dijo nada, estaba demasiado molesto y algo cansado. Los demás entendieron que el bebé de había levantado de malas así que no lo regañaron.

No pasa nada hannie, sabemos que todavía está un poco delicado. - Habló el líder por todos.

El desayuno estuvo normal, todos hablaban y disfrutaban de la comida deliciosa que había echo el líder. Pero el castaño no quería probar ni un solo bocado.

Vamos Honnie, abre la boquita. - Dijo en un tono infantil mientras dirigía la cuchara con frutas hacia la pequeña boquita del contrario.

No quiero Jisung, ya déjame. - Con su mano tiró la cuchara al suelo.

¡Eso no se hace minho! - Le contestó levantando la cuchara del suelo.

¡Quiero irme! Déjenme en paz. - Si que se había levantado de malas el día de hoy, pero parece que a los mayores no les importaba mucho.

Aventuras en pañales ° Minho - Skz-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora