Sinfonía agridulce

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Eran las diez de la mañana cuando me avisó que ya podía entrar a la consulta. Llevaba ocho meses asistiendo regularmente a las sesiones con la psicóloga. A veces ni siquiera tenía ganas de ir, pero siempre que salía de la consulta, la pena y el dolor se iban gestionando de mejor manera. Hoy tocaba asistir nuevamente al CAVD (Centro de atención para víctimas de delitos - 600 818 1000) y cuando fue mi turno, saludé a Alejandra y me senté en el sillón rojo de todos los jueves.

- Hola Rubí ¿Cómo estás? - preguntó la psicóloga, quien tenía un cuaderno encima de una de sus piernas, sonriéndole con notaria empatía 

- Bien y usted? - Rubí le sonrió con unos labios que denotaban agradecimiento por todo el tiempo que llevaba siendo atendida por la psicóloga.

- Bien gracias...Cuéntame...cómo ha estado tu semana?

- En general mucho mejor, sigo con mis rutinas...hacer mi cama apenas me levanto, trabajar en la página de youtube, ahora estoy comenzando con el podcast...me ha ayudado mucho eso a liberar mis emociones en intentar comprender un poco más la vida - sonrió con esfuerzo pero algo de esperanza - es difícil...pero quiero darle un sentido a ese dolor...

Los últimos meses habían sido distintos y dolorosos, realmente era una situación que ciertos días se volvía prácticamente insostenible, era como si estuviese pasando por un túnel blanco donde la única salida era dormirme para siempre. Ni siquiera era capaz de mover el cuerpo, me acongojaba, lloraba de la nada y cualquier tipo de situación me recordaba ese dolor, llenando así mis mejillas de lágrimas que no podían cesar.

Los primeros meses habían sido dificiles y quizás tan dolientes porque sentía que era yo contra el mundo, con un país tan indolente ante este tipo de colores que a veces no era capaz de internalizarlo. 

Flash Back

Rubí cerraba su notebook mientras el corazón comenzaba a latir a mil por hora, no sabía si era la mejor decisión pero le había nacido hacerlo, si la gente no le creía ya era problema de ellos.

- SIS!!!! - la puerta se abrió precipitadamente y entró Esmeralda con la mano en el pecho - Sis no puedo creerlo...¡Lo funaste! - se sentó rapidamente en la cama, mientras Rubí continuaba sentada en la silla del computador. Se giró suavemente para mirarla a los ojos e intentar demostrar la mayor tranquilidad del mundo, situaciones que era un poco difícil por el contexto que comenzaría a vivir en las próximas horas y quizás minutos.

- Sí... - suspiró un poco incómoda - No creo que resulte algo, si la denuncia tampoco sirvió...sin pruebas ¿Qué se puede hacer? Nada po...

- Sis...es que te encuentro incre...de verdad estoy tan orgullosa de mi, erí super valiente! - se levantó para acercarse y abrazarla fuertemente. Los brazos de Esmeralda apretaban tan fuertemente su espalda que incluso se había comenzado a volver un poco dificil respirar.

- Ya Esme...si tampoco es la gran cosa... - le sonrió de vuelta con un dejo de pena - quizás ni siquiera llegue la noticia al colegio donde trabaja, quizás ni siquiera sirva de algo...al igual que en la fiscalía que tampoco me pescaron...

- Pero te atreviste sis...y lo importante es que tú estís bien cachai...si la gente a veces cree porque es super sick, cachai...? Está full normalizá' la violencia en este país...pero tú tranqui que Yo, la Mommy y todos los que te quieren van a estar ahí, cachai? 

- Lo sé... - por un momento hubo un poco de esperanza que embriagó su corazón, situación que era difícil a estas alturas, la decepción y frustración por falta de justicia era algo que no era capaz de comprender, no podía entender cómo era posible que nadie hiciera algo.

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⏰ Última actualización: Jan 12 ⏰

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Como besan las mariposas - RubirenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora