Como besan las mariposas - Rubirena

Después de ahogarme

El timbre volvió a sonar, Ágata se levantó a para abrir la puerta  pensando que era la Maca, quien venía a ver a Rubí, sin embargo era toda la familia Correa quienes venían a ver a su hija.

- Señora Ágata...podemos pasar? - preguntó Sergio nervioso, moviendo su mano y llevándola a su cuello, con el temor de que Ágata le dijera que no podía entrar.

- Obvio po, pasen - decía Ágata algo nerviosa también. No había visto  Sergio hace varias semanas y no sabía bien cómo abordar el tema de su separación, no se sentía preparada aún para hablar bien con él el tema.

Rubí

Sergio me quedó mirando y sus ojos inevitablemente se llenaron de lágrimas, me preguntó si podía abrazarme y le dije que sí, sin entender por qué me hacía esa pregunta, luego entendí que en verdad ya no sabía cómo dirigirse a mi. Pensé en la misma situación que había vivido con Carlitos minutos antes. Pensé en cómo mi mommy me había querido hablar del tema, pero no sabía como hacerlo. Vi a la Esme que a cada rato estaba abrazándome pero tenía sus ojos vidriosos. La Jose me abrazaba muy fuertemente, me pedía perdón por haber sido tan dura conmigo cuando había terminado con la Maca, yo le decía que estaba bien, pero me di cuenta que en verdad nadie sabía cómo actuar porque yo no había hablado. La Maca se acercó a mi y me dio un beso en la mejilla, me acarició la mano con la suya y después se sentó junto a la José y el Sergio. 

Suspiré un poco, conté hasta 3, después hasta 5 y finalmente hasta 10 hasta que me armé de valor. Por cada segundo que había pasado, había pedido tener el valor para hacerlo, con voz temblorosa me dirigí a todos y con el rostro notoriamente nervioso, decidí hablar.

- Ehhh...podemos hablar? - preguntó Rubí dirigiéndose a todos. Sabía que el momento había llegado y no podía dilatarse más. Todos la quedaron mirando, ninguno sabía cuales eran las palabras precisas que se debían decir - No sé si prefieres que la Jose no esté presente - le habló directamente a Sergio.

- Bueno yo... - Sergio no sabía qué responder ante eso.

- Pero si ya lo sé todo... - Josefa quedó mirando a su papá.

Carlitos comenzó a levantarse, tras sentir que no correspondía que se quedara, ya que era una conversación demasiado íntima y aún no era del todo parte de la familia.

- Quiero que todos se queden - Carlitos comenzaban a hacer ademanes torpes para irse del Penthouse.

- Lo que pasa es que Rubicita, yo no quisiera malentender este momento, pero por total respecto, creo que a la familia más bien, como se diría en un lenguaje más formal, la familia por afinidad, valga decir yo en este caso, no deberían...

- Carlitos, de verdad...quédate, te vai a casar con la Esme, ya eres de la familia... - le sonrió y él volvió a sentarse cerca de todos. Luego de cerca de un minuto de total silencio, Rubí decidió hablar.

- Antes que todo - respiró profundamente y quedó mirando el piso unos segundos, mientras sentía que sus manos comenzaban a transpirar. Un nuevo suspiro salió y su boca y decidió seguir hablando - quiero pedirles perdón por toda la preocupación que les provoqué a cada uno de ustedes - todos en silencio, sin nadie que se sintiera capaz de decir algo - Como todos se pudieron dar cuenta...yo llevaba ya bastante tiempo con una depresión que no podía controlar...y sentía que me estaba comiendo por dentro... - levantó su rostro y dirigió su mirada a Macarena - también terminé con la Maca...por...por lo mismo... - tragó saliva y comenzó a sentir que su pecho comenzaba a doler - yo...yo siempre recordé de cierta manera lo que había pasado, pero no lo dimensioné hace muy poco, y cuando lo volví a ver...eso sacó de la alfombra todo el polvo que había intentado guardar por tantos años...