Se intentó suicidar.
Esas tres palabras le habían caído como un balde de agua congelada por la espalda a Macarena, quien comenzó a llorar casi de forma automática, mientras un compañero de trabajo la abrazaba y el otro iba en busca de su jefa. Macarena no era capaz de dimensionar lo grave de la situación, ni siquiera cuando su jefa prácticamente le ordenó que partiera a la clínica. En menos de 5 minutos ya había un taxi afuera de la cafetería, su jefa le pidió al taxista que la llevara a la Clínica Providencia, y le repetía a Macarena que todo iba a salir bien, de esa forma algo desesperanzadora cuando alguien sabe que en verdad existe una posibilidad real de que las cosas no salgan bien.
Clínica de Providencia.
Sala de urgencias
Era lo que repetía en su cabeza en todo momento. Su papá había sido bastante claro en cuanto a la información. Rubí se había intentado suicidar en el departamento y ahora todos se encontraban en la clínica, en la sala de urgencias.
Su relación con Rubí había terminado abruptamente meses antes, por lo que la relación que tenían ahora era bastante distinta a como era cuando eran pololas, y como se había ido a vivir con una de sus amigas, menos la veía. Ella hace unas semanas había decidido que iba a hacer todo lo que estaba en sus manos para que Rubí volviera con ella, razón por la cual se habían visto hace dos días y habían conversado, habían estado juntas. Ella sabía que Rubí llevaba mal un tiempo, pero creía genuinamente que Rubí estaba mejorando, y ahora caía en cuenta que quizás lo que para ella era la ilusión de volver con el amor de su vida, para Rubí había significado una despedida.
- Maca! - Era Josefa, quien se acercaba a su hermana, le tomaba la mano y guiaba hacía donde estaba el resto dentro de la sala de espera. Era una película en cámara lenta, donde Agatha con un papel en sus manos cubría su rostro mientras que su marido la abrazaba fuertemente y susurraba una oración para intentar calmarla. Por otra parte, Esmeralda estaba abrazada por Carlitos, quien tenía un rostro tenso y se miraba con Sergio sin saber qué hacer o decir. Cuando Macarena estuvo lo suficientemente cerca para que la vieran, Agatha alzó su rostro y quebró en llanto al mismo tiempo que se tiraba a sus brazos.
- Mi...mi piedrita ¿Cómo no me di cuenta de lo mal que estaba? - Su rostro estaba rojo por la rabia, por la pena y el llanto - Voy a matar a ese desgraciado, te juro que lo voy a matar, no me importa si me voy presa...no me importa, pero me las va a pagar...por...por haberle hecho esas atrocidades a mi chinita... - Macarena no entendía a qué se refería Agatha ¿Quién le había hecho daño a Rubí? ¿Por qué ella no tenía idea de lo que estaban hablando?
Agatha le enseñó el papel arrugado y enseguida notó que esa era la letra de Rubí, una letra manuscrita bien redonda y pequeña, totalmente legible, era imposible no reconocerla.
Tomó la carta y recién en ese momento le tomó el verdadero peso a la situación. La Rubí se había tratado de suicidar y que Sergio la encontrara había sido prácticamente un milagro...un milagro de su mamá.
La Jose le explicó que el papá, Agatha y ella habían salido al Templo. No era común que Agatha fuera con ellos, pero ese día había una cena familiar, por lo que ella había decidido acompañarlos. Faltando poco para llegar al templo, Sergio notó que no tenía su biblia de bolsillo en su chaqueta, así que sin pensarlo mucho, decidió regresar al penthouse, lo que en principio había provocado la indignación de Agatha y Jose, ahora parecía el milagro que había logrado que Rubí aún continuara con vida.
Las piernas de Macarena no pudieron continuar sosteniéndola cuando terminó de leer la carta del amor de su vida.
Rubí se había intentado suicidar.
Rubí había sido víctima de una violación en su infancia.
Rubí no había terminado con ella porque no la amara, sino porque no podía con su depresión.
Rubí estaba batallando entre la vida y la muerte y ella no tenía ni una sola forma de poder ayudarla.
- ¿Tú.... tú sabía'i Maquita? - Agatha entre sollozos preguntó mientras se agachaba a la altura de Macarena, quien estaba sentada en el suelo
- No ...- lágrimas caían en su rostro de forma prácticamente automática - Si hubiese sabido esto... - La culpa comenzó a embriagar su corazón - Cómo no lo ví? Si ella...me lo intentó decir de tantas formas y nunca...nunca pude verlo... - se levantó rápidamente - No, yo tengo que ir a verla - comenzó a caminar hacia la mampara que decía "Acceso restringido", pero unos doctores la detuvieron, fue tanto el forcejeo que terminó cayendo al piso, pegándose de lleno en su cabeza que no era capaz de reproducir las palabras de Rubí en aquella carta "Gracias por amarme y enseñarme a amar de forma bonita".
Hola buenas! Me encanta la pareja de Rubí y Maca pero nunca había escrito una historia de ellas.
Espero les guste. Está hecha con mucho cariño y respeto.
Coté Arlt.
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Como besan las mariposas - Rubirena
RomansaUn dolor inmenso envuelve la vida de Rubí e intenta sacar de su vida a Maca con tal de no hacerla sufrir, pero lo que no sabe es que el amor siempre es más fuerte.