Capítulo 3

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Intento soltarse del agarre, pero la mano del azabache era extremadamente fuerte y la mantenía cerca suyo con un agarre fijo. Los ojos negros la atravesaron, como si fueran dagas filosas. No podía apartar su mirada de el, ni siquiera un instante. Oyó a Hiro tartamudear mientras respondía de la forma mas calmada posible. 

—¡N-No te estamos siguiendo! No se de que estas hablando. ¿Podrías soltar a mi amiga? —Hiro, quien aún tenía su mochila en la espalda, se aferro a las tiras con fuerza, tanto así que se le marcaban los nudillos. 

El chico levanto una ceja, sin creer ni una palabra. Aún mantenía su mirada en una temblorosa (T/N).

—Ayer me estaban siguiendo también. No soy idiota, además, susurran demasiado fuerte. —bajo un poco su rostro, solo para estar a la altura de la ojos (c/d/o)— ¿Piensas defenderte? ¿O te quedaras como idiota mirándome? 

Por fin, ella parpadeo, y con toda la fuerza que podría llegar a tener una chica de 19 años, lo empujo. El azabache ni se tambaleo, solo retrocedió un paso y no aflojo el agarre. 

—Lo único que tiene de parecido es la cara..—murmuro por lo bajo, Hiro la escucho y no pudo evitar reír con nerviosismo. —¿Puedes soltarme? Siento que me estas cortando la circulación. 

La soltó, con cuidado. Se observaron por largos segundos, y (T/N) tuvo la oportunidad de mirarlo mejor. La mandíbula era afilada, incluso mas que la de Tadashi. Imagino que debía medir un metro ochenta o mas. Y emanaba un aroma a cigarrillo terrible, sin embargo, de alguna forma se mezclaba con su colonia y vaya, era adictivo ese olor.

Lo vio cruzarse de brazos, Hiro se había colocado al lado de (T/N). —Nos iremos ahora–

—Ni lo sueñen. De aquí no se van hasta que hablen. —la voz sonó tan cortante y ruda que le envió escalofríos por toda la columna vertebral a la chica. 

Intercambio mirada con Hiro y asintió, con una sonrisa suave.

El Hamada tomo aire, y hablo.

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La mente se le quedo en blanco, y juraba que iba a ahorcar a Hiro mas tarde cuando estuvieran solos. Luego de que le comento todo a Kyle —el pelinegro los obligo a presentarse— este había insistido en conocer el laboratorio de Hiro. En el camino hasta la SFIT, los dos chicos hablaban entre si y (T/N) quedo al final del grupo, mirando el suelo y esperando la oportunidad para escaparse a su casa. Ni aunque estuviera loca volvería a SFIT. 

Además, si los chicos lo ven a Kyle, enloquecerán. 

Vio el edificio a lo lejos y su corazón comenzó a latir de forma molesta. Respiro hondo y se preparo para escaparse. Se dio la vuelta y justo antes de esconderse en uno de los callejones —para tomar un atajo rápido hasta la seguridad de su departamento— una mano rasposa y fuerte se aferro a su muñeca. 

—¿A donde crees que vas? —la voz de Kyle resonó en sus oídos. Hiro pego un salto al recordar el miedo de (T/N) y se interpuso entre ella y el muchacho. 

—(T/n) no puede entrar a SFIT, tiene..un problema. 

Titubeante, Kyle soltó su muñeca. 

—¿Tratas a todas las chicas igual? —pregunto, algo enfadada. Al mismo tiempo, acariciaba su muñeca. 

Kyle se encogió de hombros. —¿Eres una chica? 

Y una vena roja apareció en la cabeza de (T/N). —Voy a hacer que te tragues ese cigarrillo, cretino. 

¿Tadashi? Mi nombre es Kyle.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora