¿Tadashi? Mi nombre es Kyle.

Capítulo 19.

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Parpadeo, una, dos y tres veces. Era de noche y la luna bañaba el cuerpo de ambos. Kyle manejaba la motocicleta, completamente concentrado y en silencio, mientras que (t/n) pasaba su vista por las calles iluminadas. San Fransokyo brillaba como una estrella en medio de la oscuridad. (T/N) amaba la ciudad mas que nada, siempre tenía vida, sin importar que fuera de día o de noche.

El viento frío de la noche le acariciaba el cabello, haciendo que ella se relajara. 

Por primera vez, no se había aferrado a la cintura de Kyle como si su vida dependiera de ello. Ahora se aferraba a la parte trasera de la motocicleta, con total confianza. 

De vez en cuando se apoyaba en la espalda de el, y en otras besaba su nuca. 

Lo sentía temblar ante sus muestras de cariño y no podía evitar el sonreír. 

Hasta que se detuvieron delante de un local, una joyería. Desde afuera, (T/N) observo las brillantes gemas y anillos. Todo era hermoso y muy costoso. Se detuvo delante de un cristal, mirando cada cosa. Kyle la tomo del brazo y la arrastro hacía dentro.

—P-Pero..son muy costosos, Kyle. Sabes que puedo espe—

La mirada de el la silencio completamente. (T/N) paso saliva un poco nerviosa y luego suspiro. El ojos ónix se digno a entrelazar sus dedos y la llevo delante de otra vidriera. Había anillos, cada uno mas hermoso que el otro. 

Uno de ellos, era completamente plateado, de un color oscuro. La gema que llevaba en el medio, eran del color de los ojos de Kyle. Onix. Al instante, Kyle supo que se había enamorado de aquel anillo y con una ligera sonrisa, le pidió a la encargada el par. 

El de el era simple, solo que con una gema muy pequeña de color (c/d/o). Mientras el encargaba los anillos, la chica continuó mirando los collares, pulseras y dijes. 

Sin saber que su futuro esposo había pedido algo especial para ella.

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—Son hermosos. —susurro maravillada, viendo como el anillo se abrazaba a su dedo corazón. Como si fuera creado especialmente para ella. Kyle acariciaba sus dedos y sus labios se posaron arriba del anillo, besándolo con suavidad. 

Estaban en la playa, de noche. Viendo las olas y sintiendo el aroma salino. El clima era perfecto, silencioso y romántico. 

Se acurruco contra los brazos del Chef, deseando que aquel momento, nunca llegara a su fin.

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(T/N) corrió hasta su laboratorio completamente emocionada, con un par de libros en una mano y en la otra una taza de café. Iba a pasar todo el día encerrada allí para terminar a Hachi y por fin hacerlo funcionar. Abrió la puerta de un caderazo y casi se le cae la taza al ver a Honey parada al lado de su escritorio, abrazándose a ella misma y llorando de forma desconsolada.

Antes de poder decirle algo, la misma se le tiro encima y no supo como, pero hizo equilibrio para que el café no cayera de sus manos. Chillo sorprendida ante la muestra de cariño y desesperación con la que la sostenía. 

A pesar de que quería alejarse de su tacto, verla así, se cierta forma la hizo sentirse mal. 

Cerro la puerta de una patada y procedió a pedirle explicaciones.