Capítulo 9

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—¿Kyle? —grandes ojos (c/d/o) chocaron contra los negros del azabache. El chico simplemente atrapo su muñeca entre su gran mano y la alejo lo mas que pudo del restaurante. Sentía las miradas ardientes sobre su nuca, y poco le importo. —Hey, ¿a donde me llevas? El restaurante esta por el otro lad–

—Tenemos que hablar. Ahora. 

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(T/N) se sentó en la silla, con las manos sobre sus piernas. Kyle estaba en la cocina y desde allí, podía sentir el aroma suave del café recién hecho. Sus ojos curiosos observaron todo el departamento, que pertenecía al azabache. Olía limpio y estaba muy bien ordenado, todo en su lugar. No solo es perfeccionista cuando cocina, sino que también en su hogar. 

Había recibido al menos tres mensajes de texto de Hiro, informándole sobre lo que harían a partir de eso momento. 

Se imagino el tiempo que estaría fuera de su departamento, averiguando quienes eran esos y que querían. Sobre todo porque de todas las personas que participaron en la captura de Callaghan, justamente a ella querían molerla a palos. De cierta forma la aliviaba que no iban detrás de Hiro, el niño ya había tenido suficiente en todo ese tiempo. Necesitaba algo de tiempo y espacio. 

'Seguro me vieron la cara de estúpida, debe ser eso.' Intento consolarse a si misma, ahora debía lidiar con el echo de que quizás, tuviera stalkers las veinticuatro horas del día, esperando el momento oportuno para atacarla. O dios sabrá que otra cosa. Le daba un escalofrío con solo pensarlo. 

'Debo llevar la pulsera todo el rato.' Acaricio su brazo derecho por encima de la ropa, sintiendo como la pulsera de metal se aferraba en donde esta el bíceps. Gracias a ese accesorio tan pequeño —pero poderoso— podía llevar una parte importante de su armadura a donde ella quisiera, todo el rato que quiera. 

Todo gracias al gran cerebro de Hiro ft Baymax. 

Una taza humeante con café recién hecho fue puesta en su campo de visión, y delante suyo, un serio Kyle tomo asiento enfrente. Llevaba una camiseta ajustada de color negro y unos pantalones pijamas a cuadros, de un azul muy oscuro. 

Incluso así se veía atractivo.

Siempre imagino que el lugar donde el viviera, seria algo..¿lúgubre? ¿desordenado? y posiblemente con mucho olor a cigarrillo. Estaba tan equivocada. 

Ese lugar olía a colonia masculina —de la buena— a menta y a tranquilidad.

—Bébelo antes de que se enfríe. ¿A donde has ido hoy? ¿Y porque te ves tan agotada? —comenzó con un cuestionario larguísimo, la chica casi se atraganta con el café.

—Woah woah, quieto ahí comisario. Muchas preguntas. Fui a SFIT, para..iniciar mis clases.. de nuevo. —dejo la taza sobre la mesa e inconscientemente mordió su labio— Y me veo tan agotada, porque tuve que lidiar con demasiadas personas en un solo día. Es estresante estar lejos de mi burbuja de espacio personal. 

Kyle ahogo una risa. Y pronto, se puso serio. Quizás mas de lo normal. —Quiero que me digas que sucedió entre tu y la rubia. 

La chica se ahogo con el café, casi escupiendolo. Kyle rodó los ojos y le ofreció una servilleta.

—¿Por que quieres saber algo así? —limpio sus labios y una pizca de pánico corrió entre sus bellos ojos (c/d/o). Al parecer, ella recordó algo, ya que hizo un gesto de notable molestia. —¿Acaso..ella te dijo algo? 

¿Tadashi? Mi nombre es Kyle.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora