Estar en clases de inglés es completamente aburrido, digo. Los profesores piensan que nacemos hablando english y lo digo porque mi profesor ha hablado toda la clase en ese idioma. Yo con suerte se decir "hi"
Recuesto mi cabeza en la mesa, y descansando un poco los ojos por estar viendo la pizarra por mucho tiempo. La luz que se ve a través de mis párpados se oscurece y abro un ojo para ver si no se ha cortado la luz, pero el brillo de la pantalla me deja tranquila y con eso, el sonido de los parlantes se empieza a escuchar. El profesor ha puesto una película y lo deduje por el típico sonido que se da cuando inicia una película, como "Universal o la 20th Century Fox"
No quiero poner atención por ahora porque me siento un poco cansada, así que una corta siesta no hará nada malo.
Me cómodo bien en mi lugar tirando mi trasero hacia atrás para estar cómoda. Busco mi chaqueta y la pongo sobre la mesa, eso va a sustituir la "almohada". Suelto un suspiro antes de verificar que el profesor está en su lugar y no se ha movió de allí, así que cierro los ojos al verificar.
Pero a mi mente llega el suceso de ayer con Jungkook en el gimnasio. Después de aquel momento, el profesor le anoto en su hoja de vida el daño psicológico que me estaba dando, provocando que el pelinegro se enojara aún más. Yo tuve que presenciar todo a un lado de ellos, ya que había quedado fuera de la dramática charla. El profesor se notaba molesto por la actitud de Jeon, así que lo mando a la oficina del director y este se quedó tranquilo al instante, su rostro palideció, ya que eso significa: llamar a tus padres.
Jungkook, al parecer se había calmado rápidamente para implorarle al profesor que no lo echará de la actividad. Pero el profesor negó y sin ningún remedio él se giró hacia mi dándome una mirada de frialdad y molestia.
Yo no tenía ni idea de lo que había pasado, ya que esa era la primera vez que recibo un trato así verbalmente. Aún con solo recordar su mirada de molestia que reflejaba hacia mí me hace sentir incomoda.
Chasqueo mi lengua para intentar sacar de mi mente ese suceso. Me remuevo de mi asiento al sentir algo bajar por mi.... ¡Mierda!
—Profesor.
Lo llamo con rapidez, él ante eso detiene la película, pero no enciende las luces.
—¿Sí, señorita? —pregunta desde su lugar.
Le sonrió incómoda al sentir la mirada de mis compañeros.
—Tengo que ir al baño y es muy urgente.
El profesor se escucha como da un sonoro suspiro.
—Si es de emergencia, vaya y vuelva de inmediato —me dice tranquilo poniendo play de nuevo a la película.
Sonrió y tomo mi mochila con mi chaqueta. Sin hacer mucho ruido voy hacia la puerta corrediza de atrás del salón y salgo del salón los más silciosa que puedo. Ahora sí, corro hacia los baños que están en la planta de abajo, asi que bajo las escaleras recibiendo algunas miradas de alumnos que venían subiendo.
Una vez abajo giro a la derecha donde estaba los baños de mujeres. Con la rapidez entro al primer cubículo y bajo todo lo necesario para comprobar lo que necesito.
—¡Mierda! ¿por qué tenías que llegar justo hoy amigo?
Reclamo con enojo por la llegada de "Andrés". Mis planes se arruinaron por completo, ya que mañana sábado iba a salir con mi grupo.
Sin más remedio, abro la mochila y en unos de sus compartimentos secretos saco una toalla femenina. Por suerte que no me he manchado la falda. A veces me gustaría no tener útero para no tener este complejo problema.
Ya limpia y arreglada, tomo mi mochila al salir del cubículo e ir a lavarme las manos. Lista salgo del baño con la mochila en mi hombro dando unos leves saltos con una ligera sonrisa en mi rostro.
Lo mejor era esto, ya que los pasillos se encuentran solos, así que no me da vergüenza.
—No sabias que tenías cinco años para estar saltando así.
Me detengo en seco y viro los ojos, una patada de nervios se instaló en mi estomago sintiendo ganas de vomitar.
Esa voz rasposa que tanto lo caracteriza significa que Jeon está detrás de mí observándome, así que doy la vuelta y lo encuentro que me está mirando con una cara de estar harto de mí mientras come un dulce de palito. Me doy cuenta de que su vestimenta de colegio está completamente desordenada, su cortaba está desarreglada al igual que su camisa y las mangas de estas están levemente subidas logrando mostrar sus tatuajes y claramente dándole la apariencia de un chico malo.
Vaya...
Pero caigo en cuenta que sus cejas están levemente fruncidas mientras me recorre con su... ¿mirada? ¿Qué tanto ves, Jeon Jungkook?
— Jungkook —le saludo con una falsa sonrisa de mi parte, a lo que él vira los ojos. ¿Nunca ríe?—. ¿Acaso no deberías estar en clases?
—Eso a ti niñita, no debería importarte —responde sacando el dulce de su boca y apuntándome con él.
Segundos después suelta una risa algo tosca y se acerca amenazante hacia mí, oh bueno eso es lo que muestra. Así que retrocedo por inercia porque no quiero tener problemas con él y menos sola. Como había dicho, me da un poco de miedo.
Al estar retrocediendo, siento que piso algo, y con eso un chillido aparece a mis espaldas.
Asustada me corro para ver quién es.
—¿¡Estás loca!? casi me rompes los dedos del pie —chilla la chica de melena mirándome mal.
Sonrió avergonzada y hago una reverencia en modo de disculpa, mis mejillas las sentí calientes de inmediato. Por alguna razón me siento avergonzada al saber que Jungkook vio eso, así que observo tímidamente a Jeon y me lo encuentro que me mira con una sonrisa de costado.
Uy, esa sonrisa parece de burla, como si gozara ver de mi estupidez.
Sacándose el dulce de su boca acerca su rostro hacia mí, precisamente hacia mi costado. Me congelo a ese simple acto y nerviosa trague saliva.
ㅡPara la otra no te lleves todo el papel higiénico en tu zapato, chica tonta —dice en mi oído, haciendo que abra los ojos al darme cuenta de lo que le hacía gracia.
"Maldición AeRa"
Le di una mirada enojada, sintiendo como mis mejillas entran en calor completamente avergonzada por la situación en la que me encuentro.
Sin decir nada, me agache y me saque el papel higiénico que tenía pegado en el zapato, para arrugarlo y guárdalo en mi mano por el momento. Rápidamente me voy hacia escaleras arriba para volver al salón, y claramente sintiendo las miradas de las dos personas en mi espalda.
—¿Quién rayos es ella?
Me detengo a mitad de la escalera cuando escucho la voz de la chica.
—La chupamedia del profesor, eso es lo que pasa.
¡Que no soy chupamedia!
Los escucho hablar en el pasillo y hago una mueca con mis labios. Sus risas se van alejando con otros comentarios desagradables hacia mí.
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