Bad Boy To Daddy ; Jungkook

014

Miércoles 04 de septiembre por la mañana / dos días para la sexta semana del embarazo.

Estado: Segundo mes de embarazo.

—¡No!

La puerta de mi habitación se abre dejando ver el rostro de mi madre muy preocupada.

—¿¡Qué pasa cariño!?

—No me entra la camiseta —hago un mohín mirando a mi mamá, ella al entender suspira pesadamente y golpea un poco mi brazo—. ¿Por qué me pegas?

—Pensé que te había pasado algo o le había pasado algo a mis nietos —suspira y ve que mi camiseta que apenas entra—. Vaya, si te han crecido los pechos hija —lleva una mano a su mentón—. Es normal, estas almacenando más leche, aparte de que ya las tenías grandes.

No era mi culpa en primer lugar tener los pechos grandes, la herencia, viste.

Me saco la camiseta que definitivamente ya no me entra, a parte mi corpiño ya se está haciendo pequeño.

Ayer dormí casi toda la tarde, y digo "casi" porque solamente me levante para comer algo ligero, que después de unos minutos término en el baño. A parte las náuseas no ayudan en nada. Ahora entiendo lo que paso mi mamá conmigo. Saco un quejido a lo cansada que me siento, realmente mis bebes están absorbiendo todas mis energías.

Las puertas de mi clóset se cierran algo brusco haciendo que de un sobresalto. Veo a mi mamá traer una camiseta que tenía guardada, pero más grande que la otra.

—Pensé que la habías botado.

—No, siempre te compre camisetas algo ajustadas y grandes por si algo pasaba —aclara al ayudarme a ponérmela. Esta queda mucho más cómoda, ya que no hace apretar mis sensible y grandes pechos.

En eso se me viene a la mente de que mi papá no sabe que estoy embarazada...a lo menos aún no le he dicho que va a tener nietos dentro de unos cuantos meses.

—Y....sobre lo de ayer... ¿Papá ya lo sabe? —preguntó con miedo.

Ella hace una mueca algo delatadora y asiente. Fue ahí que se me corto el aire por unos cortos segundos y me siento ligeramente nerviosa, mi estomago se revolvió abruptamente sintiendo mis piernas temblar.

Tenía miedo cuando papá llegara de Busan.

—Sí lo sabe, ya quiere encontrar al tipo que te dejó embarazada para matarlo con sus propias manos y dejarlo sin más herencia —su voz se escucha algo divertida para mi gusto—. Pero no está enojado contigo AeRa. Total, que vamos a ser, la cosa paso y hay que afrontar la realidad —pone un brazo sobre mis hombros sintiendo que me da apoyo por todo lo sucedido—. Y hablando de padres... ¿quién es el padre de las criaturas que llevas dentro, cariño?

Pues....creo que de esa parte me he olvidado. Realmente no le he tomado el peso a eso, ya que desconozco al chico que me dejo embarazada y aparte ni se cómo fue.

Suelto una sonrisa algo nerviosa hacia ella.

—Sobre eso...mamá realmente no lo sé.

Escucho como mi mamá suelta un suspiro y me acaricia la espalda.

—Bueno...eso lo arreglaremos después —me da una pequeña sonrisa. Yo agradecida de que no se enojara conmigo, le doy un abrazo y sorbo los mocos que cae por las ganas de llorar—. Bienvenidas hormonas del embarazo, hija. A veces pueden ser una mierda —suspira—. Bien toma esa sudadera que te compre. Ayer hablé con todos tus profesores y director sobre tu embarazo. Por ahora no quiero que nadie se entere que estas embarazada, después cuando llegues hablaremos bien sobre el cómo quedaste embarazada AeRa.

Me señala con su dedo de forma sería, asiento con la cabeza al limpiar las pequeñas lágrimas que habían salido de mis ojos.

Ella sale de mi habitación y yo antes de irme a la escuela, arreglo bien mi ropa para salir de mi habitación y tomar desayuno.

—Recuerda, cualquier cosa que suceda me llamas. Igual avísale a tus profesores o director si te sientes mal, ¿está bien cariño? —me mira como si fuera la primera vez que iba al colegio, le sonrió bajando del automóvil.

—Claro mamá, no te preocupes. Y gracias por la comida de hoy para el almuerzo.

Me despido y señalando mi lonchera. Ella me guiña un ojo y arranca el auto.

—Que no sea tan malo este día —ruego a mis adentros al pisar la entrada del colegio.

●●●

Estaba en clases de matemáticas, casi quedándome dormida, el profesor lleva un rato arreglando unos papeles en su escritorio y no ha dicho ninguna palabra en la media hora de clases.

—Alumnos, tengo que darles una información —la voz del profesor se escucha por el salón —. Bien tengo dos noticias que darles. Una es que para el siete de octubre vamos a ir a Busan para un paseo del colegio, solo estaremos dos días en ese lugar —mis compañeros hacen bulla con sus mesas golpeándolas—. Y lo otro es que iremos con el curso 4-4.

Todos dejaron de hacer bulla para empezar a reclamar. Mi respiración se contrae al saber que el loco de Jungkook esta allí y viendo cómo me trata, no va a hacer efectivo para mis bebés.

La puerta de nuestro salón es golpeada por el bullicio de afuera, el profesor ríe nervioso y va hacia la puerta abriéndola para dar paso a los siguientes alumnos.

—Como son los únicos cursos mayores y tomar en cuenta que no se llevan para nada de bien. En este viaje es necesario que se lleven bien todos —dice el profesor mirando a los dos cursos.

Mis compañeras chillan al ver a Jungkook como siempre, ósea todo bad boy dando una mirada desinteresada al resto y acompañado de sus compañeras las cuales son como goma de mascar pegadas a él.

Sus ojos se vuelven algo serios cuando chocamos mirada, él de inmediato enarco una ceja. Solo hice una mueca y viré los ojos para ver nuevamente al profesor, el cual estaba hablando con el curo de Jungkook. Aburrida me recuesto nuevamente en mi mesa, cierro mis ojos...

Narrador

Nuestra AeRa, no logro terminar de hablar lo que estaba pensando, ya que se quedó dormida restándole importancia a la información que estaba dando el profesor.

Y, además, se estaba evitando una de las miradas más pesadas que Jungkook le lanzaba. Estas eran de malestar y molestia puro hacia la adolescente embarazada.

¡Me caes tan mal, AeRa! Algo en ti me desagrada.. -Se dice en su mente apretando su mandíbula al observarla.