Escucho la voz de mi madre sonando desde lo lejos, doy un leve estirón para sacarme las sábanas de la cara. Rasco mis ojos para poder verla bien.
—¿Esa hora es? —ella asiente con una sonrisa desde la puerta—. Siento que no he dormido nada —suelto un estirón ocupando toda mi cama.
De la nada mi mamá suelta una risa—. Eso debe ser porque te quedas hasta tarde viendo tus dramas —sonrió al recordar el hermoso actor coreano de anoche—. Bien, arréglate. Tus amigos llamaron porque van a salir hoy y te vienen a recoger.
—Conocidos mamá o eso creo —hago un mohín—. Gracias, ahora me bañare.
Mi madre solo suelta un suspiro para segundos después cerrar la puerta. Me siento en la cama cansada y rasco mis ojos al levantarme. Pero al ponerme de pie, el peso llega hacia mí sintiendo que mis pies pesen al caminar. Suelto un quejido de molestia ya que, por eso siento más ganas de querer dormir, no entiendo cómo puedo estar tan cansada si tampoco hago ejercicio para estar agotada.
—Eso me pasa por estar acostada todo el día al llegar del colegio —me reniego a mí misma ya que esta era las consecuencias de estar acostada la mitad del día. El cuerpo se vuelve casi de "piedra"
Entro al baño de mi habitación para darme una ducha, dejándome completamente aseada y fresca. Más despierta se podría decir. Una vez lista salgo con mi toalla envuelta en mi cuerpo y me dirijo hacia el closet sacando lo primero que ven mis ojos.
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Unos 15 minutos después recién termino de maquillarme. Voy hacia la cocina tomar un pan sin nada y la bebida coca cola. Eso sería mi "Almuerzo" por ahora, ya que mis "amigos" habían llamado y dijeron que iban a estar por aquí a las 14:10 y eran las 14:05 de la tarde.
—¿No comerás nada? —la voz de mi madre se escucha al caminar hacia la sala de estar, la volteo a ver—. Cariño ¿en serio estás bien? tus ojos se ven cansados, hasta diría que te ves algo pálida.
Me mira con preocupación, le doy la mejor sonrisa que puedo sentándome con cuidado en el sofá.
—Claro, solo no dormí bien. Estoy segura de que mañana amaneceré mejor —digo con una sonrisa en mi rostro para después ver la televisión, porque estoy segura de que esto es por el momento y no un problema que surgió de la noche al día.
Empecé a comer el pan viendo las noticias de la tarde y la sed no tarda en aparecer, dejo a un lado la mitad que había comido para abrir la bebida, el azúcar me ayudará a tener más energía. Bebo una gran cantidad hasta que se siento el rico dolor en la garganta por la bebida.
—¡Ash!, Esto si es rico.
Miro la Coca-Cola que tenía con mis manos soltando unos ligeros brotes de gas de mi garganta. Simplemente esta gaseosa era mi adicción.
