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AeRa.

—¿Mamá?, o....oye despierta ¿sí? me estas preocupando.

—¿Dónde estoy? —pregunta tocándose la cabeza y enderezarse en la camilla. Miro al doctor a mi lado con una sonrisa apenada—. Lo último que supe es que mi niña está embarazada —suelta una risa algo apagada. Trago saliva al verla rascar sus ojos para abrirlos después, analiza con cuidado el lugar donde estamos. Gira el rostro con brusquedad mirando al doctor que está a mi lado—. Di...dime que no es cierto, AeRa —sus ojos se llenan de lágrimas.

—Ma....mamá —tartamudeo cuando se levanta de la camilla—, siéntate por favor —la tomo de los hombros para que se siente—. Y....yo lo lamento, no sabía que estaba embarazada —chillo asustada.

Mamá...

Mi madre chilla en un diminuto llanto. El doctor soba nuestras espaldas con compasión. Mi madre suelta un suspiro al parecer más relajada tomándome del brazo con suavidad.

—Ha....hablaremos en casa. Solo voy a decir es que voy a hacer abuela a los treinta y cinco años.

Dice sin poder creerlo aún y no la culpo, yo también estoy en shock al saber que hay vida dentro de mí. ¿Cómo? no lo sé aún. Mi mamá suspira y me da una mirada de tristeza con los ojos aguados. Niega con la cabeza y baja de la camilla para sentarse en la silla que estaban al frente del escritorio del doctor.

—Bien AeRa, siéntate en la camilla. Tienes que escuchar a tu bebe de cinco semanas —el doctor me da una brillante sonrisa indicándome que me siente en la camilla.

El único feliz por la noticia es el doctor.

Miro a mi madre y ella solo asiente. Sus ojos aún están brillos a lo que me provoca miedo al llegar a casa. Con la mirada atenta al doctor me recuesto en la camilla mientras él va a buscar unas cosas a la pequeña bodega que estaba atrás. El doctor llega con el equipo necesario, toma su silla y la pone al lado de mi camilla para luego enciende el equipo. Mi madre llega a mi lado viendo con cuidado lo que iba hacer el doctor.

—Súbase un poco la camiseta del pijama y baje un poco el pantalón. Lo suficiente para dejar ver su vientre —asiento a la mirada que mi madre me dio y le hago caso al doctor. Una vez ya lista, siento un ligero escalofrió—. Bien, lo siguiente te voy a echar un gel para ver bien a tu bebé. Tal vez lo vas a sentir un poco helado.

El doctor sonríe y hecha el gel en mi vientre, que por alguna razón estaba algo helado como él dijo y fue algo refrescante por el calor que hacía.

El doctor puso la maquina en mi vientre haciendo correr el gel y nuestra vista fue dirigida a la pantalla. Mi ceño se frunce a no ver el bebé en mi vientre, solamente se veían manchas raras. Pero de la nada se empiezo a escuchar un sonido parecido al corazón humano, pero con más velocidad, mi madre chilla y la miro confundida.

—Eso que escuchas allí, es el corazón de tu bebé, AeRa —mis ojos se abren de asombrada a los latidos de mi bebé y siento mis ojos aguados de repente.

Aún estoy confundida con el embarazo, así que las emociones que tengo ahora son muchas.

—¿Y....y donde está el bebé? —pregunto en susurro.

El doctor suelta una risa y me muestra en la pantalla una figura algo extraña. Mi ceño se frunce al ver esa figura, prácticamente parecía una pequeña mancha.

—Allí está, pero no te asustes. No parece un bebé a simple vista y eso es porque aún se está formando —me informa mirando y haciendo algo en su equipo de trabajo. Miro a mi madre y ella está limpiando sus lágrimas que caían por sus mejillas—. Que extraño —la voz del doctor sale confundida, a lo que me obliga a mirarlo con su misma expresión la pantalla—. Oh.

—¿Qué sucede doctor? ¿Le paso algo al bebé?

—N....No es algo malo señora, solo que su nieto o nieta no está sola —nos mira a ambas. Miro a mi madre con el ceño fruncido al acertijo que nos dice el doctor.

—Especifique doctor, por favor —le pide mi madre seria.

—Que el bebé tiene a su gemelo al lado. Señorita AeRa va a tener gemelos —dice feliz el doctor mirándonos a las dos. Mis ojos de abren aún más sacando mi último aliento con ello.

¡¿Yo mamá de gemelos? no paso ni unos minutos de la nueva noticia cuando mi madre se pone a chillar como loca.

Realmente no se si está chillando de feliz o de histérica.






Realmente no se si está chillando de feliz o de histérica

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Llegamos a la casa a las nueve y media de la mañana, estaba tan casada de todo. Pasamos a la farmacia para comprar ácido fólico, ya que el doctor me dijo que al estar en estado de un embarazo gemelar iban a ocupar más vitaminas que en un embarazo normal, ya que tengo diecisiete años. Además de que iba a estar cansada la mayor parte del tiempo, con eso voy a tener mucho más náuseas y vómitos. Desde ahora tengo que comer bien, pero en buenas porciones.

En dos días entraba en la sexta semana se embarazo.

Mi mamá en todo el camino se mostró algo reacia hacia mí, incluso hasta hablar le costaba conmigo y eso me hacía sentir mal. Ni se cómo quede embarazada, sé cómo se hace para tener hijos, pero ¿con quién abre estado?, no tengo ni la menor idea.

Me siento en el sofá cuando llegamos a casa y le miro con miedo a mamá, ella suelta un suspiro al cerrar la puerta.

—Iré a decirle a la escuela  que no te hagan hacer algo extremo, como la educación física —me informa reacia hasta un poco ida de la realidad.

Muerdo mi labio con miedo—. ¿Estás enojada conmigo?

—Enojada no, solo estoy algo dolida conmigo misma al ser una mala madre —suelta una risa de pena—. Debí enseñarte todo sobre los métodos anticonceptivos y de los embarazos adolescentes —me mira haciendo una especie de mueca—. Ya sé cómo mi madre se sentía al saber que estaba embarazada de ti. Ese día dejo de hablarme por dos días para después compararme cosas para mí y el bebé —me soba la espalda a lo que decía ella, yo sonrió escuchado con atención—. Ve a descansar que no estoy molesta contigo ni nada por estilo cariño, tú no tienes la culpa ni ellos tampoco —mira mi vientre y acaricia con suavidad para después ponerse de pie—. No tienes que ir al colegio por hoy, solo descansa.

—No, si puedo ir...estoy bie...

No pude terminar la palabra ya que salte del sillón corriendo hacia el baño...

No pude terminar la palabra ya que salte del sillón corriendo hacia el baño

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Bad Boy To Daddy ; Jungkook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora