Luego de la caída de los Pilares, el equipo de héroes más poderoso del planeta, el mundo pasó por una época de cambio. Las leyendas que alguna vez protegieron cielo y tierra se extinguieron, dejando al mundo a merced de la oscuridad.
Pasaron los año...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Esa noche, la Banshee volvió a surcar los cielos como una gran ave metálica; dentro suyo, había dos tripulantes muy opuestos entre sí, pero bien unidos. Unidos por su sentido de la justicia; unidos por las ganas de terminar con la situación en la que recién se habían metido.
Nathaniel salió de la cabina del piloto, dejando que Otto se encargara de llevar la nave a destino. Delante suyo solo vio a la morena chocando sus alargadas uñas metálicas contra una pequeña mesa, con los ojos atentos a una pantalla donde se proyectaba un noticiero informando de la hazaña —o quizá desventura— del héroe Dragonsteel en Chicago.
—Stockton, ¿verdad? —Intentó iniciar una charla Nath, mas Violet solo rodó los ojos, creyendo que el héroe intentaría reclutarla para su grupo—. He seguido tu trayectoria; sabes manejarte fuera de las cámaras. Es... increíble.
—No todos volamos y brillamos como Tinker Bell —espetó ella de mala gana, apretando los labios y haciendo ademanes, como si esparciera polvo de hadas sobre la mesa y el suelo, luego viendo cómo la pantalla dejaba de transmitir el noticiero y pasaba a algunas grabaciones de ella misma en acción—. Me manejo mejor así. Tengo mis razones para no ser tan llamativa —habló mientras volvía a quedarse quieta, retrayendo sus uñas para apoyar la cara en la palma de su mano.
—Te entiendo, todos tenemos una razón para hacer lo que hacemos, pero... —Quiso añadir Nath, pero fue interrumpido cuando Otto anunció información urgente de cómo había captado una transmisión del Concilio Inhumano.
—Capté una llamada entre un miembro del Concilio Inhumano, el hechicero oscuro denominado Redfield —informó la inteligencia artificial, con su voz robótica haciendo eco entre las paredes de metal—. Está esperando la embarcación de un grupo de hechiceros oscuros en algún sitio de Portugal.
Esto provocó un cambio instantáneo en el comportamiento de Nathaniel, quien mostró un rostro más estoico.
—Da vuelta la nave, volvemos a la base; avisa a los demás que se preparen para ir —ordenó—. Si vamos todos juntos tendremos mayor ventaja y...
—Señor, lamento interrumpirlo, pero Imperium, Dragonsteel y Sun Bat acaban de marcharse a través de un portal oscuro. —La imagen de la pantalla cambió de nuevo, mostrando una grabación de la base en donde se veía a la hechicera abriendo la grieta y cómo los tres se iban juntos—. Será imposible alcanzarlos en la Banshee a tiempo.
El héroe en llamas escuchó aquello y apretó la mandíbula, algo enfadado consigo mismo. Sabía que él debió haber estado ahí para guiarlos y actuar correctamente, más pensando que Killian podría estar con Redfield o, incluso peor, todo el Concilio junto; pero la voz de su acompañante lo sacó de sus pensamientos.
—Ey, tranquilo, seguro estarán bien —mencionó Violet, la cual no se había movido de su posición, limitándose a ver al héroe de forma extraña, sin comprender el gran sentido del deber que él poseía—. Los vi en acción; tienen a la loca de la magia, al chico rayos y el otro... realmente no sé qué hace, ¿dijeron que era un vampiro? Fue metafórico, ¿verdad?
