Highschool DxD: El desafio de Uzumaki Naruto

Prologo

"¿Por qué...? ¿Por qué...? ¿Por qué está pasando todo esto hoy?" - se preguntó una figura claramente femenina que corría descalza bajo una terrible lluvia por toda la tierra transformada en barro y cuyas pisadas eran insonorizadas por el fuerte caer del agua. "Se suponía que hoy debería de ser el mejor día de todos" -dijo a la nada mientras seguía corriendo intentando escapar del lugar, pero ese trabajo era un gran infierno para ella, si no fuera por el gran bulto que era ahora mismo su panza tapada por una simple sabana blanca atada de manera que parecía un vestido. "Pero no  voy a permitir que esto se acabe aquí, no el día de tu nacimiento... Naruto"

"¡GRRRRRRRRR!"

Un rugido de una bestia cuyo poder no era de este mundo atravesó las nubes creando una poderosa corriente de aire que hizo que la mujer perdiera el equilibrio y cayera al barro manchando la sabana y parte de su preciosa cara, pero eso poco le importaba a la mujer que luchaba desesperadamente por respirar ante la imponente masa negra con 2 enormes alas, 6 piernas y una gran cola, pero lo que más resaltaba de esa masa eran sus ojos rojos como la sangre con 3 comas alrededor de la pupila. "*Uff* *Uff* (Parece que está siendo controlado por el Sharingan... ¿Quién demonios es ese sujeto de la máscara y por que tiene el Sharingan...?)."

"¡GRRRRRRRRR!"

"Te molestan esos ojos... ¿verdad?" -le preguntó a la criatura la cual parecía estar luchando mentalmente contra el poderoso control que ejercían esos ojos, al darse cuenta de la intención de la criatura, la futura madre solo tuvo un pensamiento de lo que tenía que hacer. ("Sé que no es culpa tuya que nos hayas atacado... Pero no puedo perdonar a nadie que intente hacer daño a mi hijo...") -pensó con su pelo negro como la noche tapándole los ojos y para que de repente las pequeñas piedras que estaban bañadas de barro se elevaran unos cm del suelo. ("Fíjate bien Naruto-chan... porque te voy a enseñar...) ¡¡PORQUE NO SE DEBE HACER ENOJAR A UNA MADRE SOBREPROTECTORA!!" -y tras la declaración de la mujer 9 colas blancas y enormes salieron de su parte trasera ondeando de rabia y su cabellera dejo de sentir la gravedad dejando ver sus anteriores ojos castaños ahora rojos con el mismo patrón de la criatura.

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Era un pueblo pobre, solo había que ver las casa, apenas hechas de piedras, con sus tejados de madera que parecían que se iban a derrumbar en cualquier momento. Tampoco ayudaba el temporal que solía hacer allí ya que la mayor parte del tiempo había nevada o lluvia, pero curiosamente y para sorpresa de todos hoy, que estaban en el centro de la estación mas friolera de todas... hacía sol, cosa que no pasó desapercibida para los pobres habitantes del lugar que por un momento se alegraron, ya que rara vez tenían un día tan cálido. Pero eso no quitaban su pobreza o que aún debían trabajar para pagar su tributo a la señora de esas tierras que pasaba de vez en cuando a dar su paseo y a vigilar que los lugareños trabajaran como era su cometido. La señora era muy exigente, "no acepto ningún error o lo pagaréis muy caro, lo habéis entendido, sucios monos?" decía ella a los aldeanos cada vez que pasaba a cobrar el tributo. Así que como todos los días los pueblerinos trabajaban hasta la noche tomando pequeños descansos, todo prometía ser un día normal y corriente para ellos, nada era especial, ni en días como cumpleaños o año nuevo dejaban de trabajar, para ellos solo existía el trabajo con el que su señora y dueña de las tierras se ganaba una fortuna vendiendo los productos con el sudor y la sangre de todos ellos, únicamente para que los trabajadores solo se llevaran unas pocas monedas de plata y bronce.

"La cosecha de este mes va a ser la mejor de todas" -dijo al aire una aldeana que aparentemente pasaba de la mediana edad mientras recogía unas uvas que posteriormente se usarían para hacer vino. "Esperemos que nuestra señora esté conforme con esto y nos pague más de lo habitual" -rogó otro aldeano algo más joven que la anterior.