𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑜𝑐ℎ𝑜.

1K 66 12
                                    

𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑜𝑐ℎ𝑜

MINI MARATÓN 2/2.

La siguiente semana de clase, después de lo ocurrido en Defensa Contra las Artes Oscuras, volvió a estar tranquila

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La siguiente semana de clase, después de lo ocurrido en Defensa Contra las Artes Oscuras, volvió a estar tranquila. Sin embargo, no se había encontrado con su compañero de lectura.

Cirela seguía pasando tiempo en la biblioteca, a veces la acompañaba Terry para terminar algunas tareas juntos, otras Hermione.

Pero no había tenido la oportunidad de cruzarse al ojigrís. Lo veía en algunas clases que compartían juntos y en su mesa a la hora de la cena, pero no se habían dado más que leves sonrisas y pequeños saludos.

Es por eso que esa mañana, saliendo del Gran Comedor para dirigirse a su primera clase del día, cuando lo vio a lo lejos con su grupo de Slytherin el cual lo integraban; Draco Malfoy, Pansy Parkinson, Blaise Zabini y Daphne Greengrass, dudo un poco en acercarse. 

Sin duda alguna no tenía una pisca de Gryffindor, pensó.

Reunió todo el valor que pudo, y pidiéndoles a sus amigos que la esperaran, se acercó. El grupo de Ravenclaw acepto y la miraron algo extrañados al verla acercarse a las serpientes. 

Theo, que estaba de espaldas en ese momento no la noto, pero Pansy y Blaise frente al castaño sí. La pelinegra la miro intrigada, pero no disgustada, la Ravenclaw le caía bien dentro de todo.

Una vez cerca del grupo, se aclaró la garganta antes de hablar.

— Theo... —Hizo una pausa mientras el ojigrís se daba media vuelta. Notó su expresión sorprendida al verla y dudo por un segundo si fue buena idea acercarse.

— Ela —Dijo el castaño, dándole una sonrisa, aun algo sorprendido por su acercamiento.

— ¿Podemos hablar un momento? —Preguntó algo nerviosa, no sabía cómo iba a reaccionar con sus amigos delante.

—Claro. Ven —La tomo con delicadeza de la muñeca para apartarla de donde se encontraban los demás. Su agarre le hizo sentir algo extraño en el estomago. 

Sus amigos serpientes los miraban intrigados, menos Blaise que los veia alejarse con una sonrisa divertida en el rostro.

Cuando estuvieron lo suficientemente lejos de los demás, Theo la soltó de su agarre suave.

—Dime, ¿Qué paso? —Preguntó.

—No, nada. Solo quería saber si... este... —divagó algo nerviosa, lo que lo hizo sonreír más grande al ojigrís.

Theo soltó una pequeña risa al verla jugar con sus manos. Si ella supiera que tenía el mismo efecto, o hasta peor, en él.

—No te he visto esta semana, quiero decir, en la biblioteca —Dijo después de un momento para ordenar las ideas en su mente.

𝑪𝑰𝑹𝑬𝑳𝑨 ; Theodore NottDonde viven las historias. Descúbrelo ahora