MATTHEW
"Al amor y a ti los conocí el mismo día."
-Andrés IxtepanLos primeros rayos de sol llegaron justo en mi cara, me levanté y miré a la cama de mi lado para ver si Ash seguía dormida, pero no había nadie.
Me froté los ojos, ella solía ser la última en despertar. Me estiré perezosamente y me levanté dirigiéndome a la sala de estar.
Me encontré con una pequeña sorpresa: Lilvia y Ash.
Lilvia le enseñaba algo a Ashley mientras ella lo miraba con una mueca de asco en el rostro.
Las dos a la vez se dieron cuenta de mi presencia. Y Lilvia abrió los ojos mientras que Ash sonrió.
-¡Pero ponte una camiseta o algo! -gritó Lilvia -¿Tú lo dejas ir así? -miró a Ashley.
Por un momento, Ash me miraba divertida y luego ensanchó su sonrisa cuando dijo:
-No, no, le tengo prohibido que vaya así, contaminando mi vista.
-¡Pero..! -quise protestar
-¡Ve a cambiarte! ¡No queremos verte desnudo! -gritó Lilvia mientras me alejaba para ir a buscar una camiseta.
Al volver Lilvia sonrió ahora más tierna y me enseñó un rollo deformado de arroz.
-¿Qué te parece? -me sonrió
-¿Qué es?
-¡Sushi! ¿No lo ves? Es la comida favorita de Noah.
Miré a Ash en busca de ayuda pero esta se contentaba de mirarnos divertida.
-Ah. Claro. Tiene muy buena pinta -sonreí y Ash se vio obligada a taparse la boca para no soltar una carcajada.
-Mentiroso. Ayúdame a que tenga mejor aspecto por favor.
-¿Y por qué yo?
-Porque a Ash no le gustan los peces y dice que quiere vomitar, te has presentado semi-desnudo, y si no llorare, porque soy sensible, soy un flan.
-¿No sería una madalena?
-SOY UN FLAN.
Y así fue como estuve toda la mañana arreglando unos rollos de arroz a los que Lilvia llamaba "sushi".
Ese día, era día de surf. Y por eso nos encontrábamos todos con un neopreno y una tabla plantada en la arena.
Lilvia fue la primera en animarse y en tirarse al agua con la plancha. Intentó ponerse de pie en ella pero... plof. Plof. Plof. Constantemente caía de la tabla. Noah fue a ayudarla y entre los dos siguieron intentando hasta que se pudo quedar unos segundos de pie.
Alexia y Gio fueron mucho más tranquilos, Gio le daba algunos consejos y la ayudaba a mejorar su postura para mantener mejor el equilibrio.
Ashley y yo contemplabamos la escena divertidos.
-¿Tienes miedo? -la desafíe
-¿Yo? Jamás. Mi padre era surfero.
Le di una patada en el culo dulcemente.
-Muestrame tus dotes.
-Eres un chulo. Un chulopolla. -y así se fue caminando hacia la orilla, muy segura de sí misma.
Se tumbó en la tabla para ir nadando hasta adentrarse en el mar y coger el nacimiento de las olas.
Le costó un poco ponerse de pie sin perder el equilibrio pero lo hizo mucho más rápido y con mucha más facilidad de la que pensaba.
Yo tardé más o menos lo mismo que ella en ponerme de pie sobre la tabla.
Intentamos movernos, coger las olas pero a la que una fuerza nos empujaba caíamos.
Supuse que Ashley se cansó de intentarlo cuando de pronto se tumbó en la tabla, cara al sol, en la parte más tranquila del mar.
-¿Tomando el sol? -pregunté burlón
-Aja
-¿Te has puesto crema?
-Creo que no. O puede que sí. No sé.
-¿Me dejas ponerte crema antes de que te quemes?
-No.
Bueno, si se quemaba pues le pondría el after sun. Decidí imitarla y tumbarme en la tabla para tomar el sol.
Me puse de espaldas al sol y de golpe escuché agua, como si Ash se hubiera caído. Gire mi cabeza, Ashley no estaba encima de la tabla. Antes de que pudiera reaccionar mi tabla giró, haciendome deslizar y aterrizar en el agua.
Cuando salí del agua me la encontré riendose a carcajadas.
-¿Te parece gracioso?
Y no me respondió porque estaba muy ocupada en reconciliar la normalidad y respirar entre carcajadas.
De golpe empezó a calmarse cuando vio una pequeña rama, la cogió y ahora un poco más seria pero con una sonrisa tierna en el rostro me dijo:
-Cuando era pequeña y mi padre me enseñó a surfear, con mi hermano adoptamos una rama así y las llamamos "Thor" pero se perdió en el mar. Tengo una foto de pie en la tabla y mostrando a Thor.
Era la cosa más random que Ashley me había dicho pero hablaba con una melancolía, una tristeza que no pude evitar verla como lo más tierno, lo más adorable.
-Bueno -cambió de tema -voy a las toallas, me he cansado del agua.
Y dejó la rama flotando en el agua, se tumbó en la plancha y se fue nadando hacia la orilla. La miré alejarse y luego miré a esa pequeña rama. Imaginándome la foto de la que me hablaba.
La seguí y cuando llegué a su lado, seguía de pie. Me tumbé en mi toalla y la miré tapando el sol con la mano para verla mejor.
-¿Qué pasa?
-No tengo toalla.
-Ven.
Me eché a un lado para que pudiera tumbarse a mi lado. Ella sonrió y se tumbó poniendo su cabeza en mi pecho. Inconscientemente mi mano se puso en su espalda acariciándola.
Era en esos momentos que me daba cuenta de lo mucho que la echaba de menos, cuando apoyaba su cabeza en mi pecho, su sonrisa, sus ojos mirándome con miedo de vez en cuando...
Sin darnos cuenta, la noche empezó a hacerse y como soliamos hacer, nos tumbamos en la playa. Esta vez, como un deja vu de Collioure empezamos a hablar del amor.
-Yo creo que el amor es cuando quieres a otra persona incondicionalmente -decía Lilvia -cuando tienes tanta confianza que quieres compartir cada uno de tus secretos y tus metas.
-Si, hasta pensar que esa persona es incapaz de falla -añadió Alexia
-Yo creo que es cuando te eliges a ti, cuando tu eres tu gran apoyo y aún así permites que alguien entré y te apoyé también, que compartáis, que améis. -decía Ashley.
No pudimos evitarlo. Nos miramos, sin decir nada pero diciéndolo todo.
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NUESTRA LUZ DE LUNA LLENA
RomansaA veces el destino lleva sorpresas. Dos caminos que parecían paralelos, se cruzaron. Ashley y Matthew llevan 7 años sin verse, sin hablarse pero un día deben afrontar su cruce. Ahora ya no son medialunas, ahora son lunas llenas. Personas distintas...