Capítulo 15

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MARGOT
"Amo esos silencios en los que nuestras miradas se acarician como diciendo: aquí estoy amor, por si el mundo tiembla."
-Joel Montero

Siempre quise ser una estrella. Al lado de la luna, para admirarlos a ellos, a Ashley y Matthew.

Vi desde el cielo como se hundía de culpabilidad por no haberme acompañado y me arrepentí de no decirle que, para mí, ella siempre estuvo.

Cuando venía y se sentaba en el viejo sofá de mi floristería, ese el cuál parecía tener la forma de su trasero.

Cuando me explicaba todo lo que guardaba dentro de ella, como si fuera un libro, como si fuera la persona a la que más confiaba.

Cuando venía y me preguntaba por el significado de algunas flores o simplemente me observaba regar los girasoles.

Ella no se daba cuenta, pero siempre estuvo.

Ashley pasó horas sentada, llorando y apagándose poco a poco.

Hasta que se levantó, hecha polvo, los ojos hinchados y el corazón pesado.

Cogió su teléfono y me llené de orgullo al ver a quién llamaba.

-¿Matthew? ¿Puedes venir?

Él notó que algo iba mal y no dudó en tardar 10 mins para presentarse delante de su casa.

Y supe que Ashley había entendido el mensaje de mi carta, cuando abrió su puerta, sin limpiarse las lágrimas, mostrándose como el vivo reflejo de su corazón derrotado.

Lo abrazó, buscando esa seguridad que solo sentía en sus brazos.

Matt no preguntó, simplemente dejó que ella sola le explicará lo que pasaba, cómo se sentía y que quería de él.

-¿Puedes acompañarme a un lugar? -le preguntó ella

Él asintió y le dió su mano. Como cuando te quieren animar a hacer algo a lo que le tienes miedo. Como cuando te dicen que no olvides que están a tu lado.

Se dirigieron en un silencio cómodo para ellos hasta el destino de Ashley.

Llegaron delante del local, con las paredes verdes y flores en el escaparate.

Ashley miró debajo de una maceta, dónde siempre tenía unas llaves de repuesto.

Le dije dónde estaba porque un día me preguntó si podía ir a escribir dentro de la floristería. En ese momento no entendí el porqué. Ahora entiendo que era porque en mi floristería, en su sillón verde, se sentía segura, en un hogar con ambiente de confianza.

Abrió la puerta y entró junto a Matthew en la floristería ahora oscura, con algunas flores que empezaban a morirse.

Caminó hacía la puerta que conducía al almacén lentamente, con miedo y el corazón en la mano.

Abrió la otra puerta, echó un vistazo rápido y fue entonces que lo vio. Vio el gran cuadro recostado en la pared.

Los ojos de Ashley se volvieron a inundar.

Las manos de Matthew casi querían temblar.

Un gran cuadro con dos adolescentes en un museo. La chica abría los brazos mientras el chico la agarraba por la cintura, intentando hacer la famosa postura de Dirty Dancing. En el fondo había cuadros de impresionistas, "la noche estrellada", "the water lily pond"...

-¿Somos nosotros? -preguntó Matthew que por un momento había dejado de respirar.

Ella no habló, se acercó y descubrió en el marco el título de la obra:

"Luces de media luna"

-Si. Somos nosotros. -respondió ella.

Se quedaron un tiempo mirando la obra hasta que decidieron irse los dos juntos.

Ninguno de los dos quería irse a casa y estar solo, por miedo a los fantasmas que ahora mismo les acechaban.

Decidieron ir a la playa que no estaba muy lejos de la floristería.

Se tumbaron en la arena y contemplaron el cielo.

-¿Crees que cuando ya has sanado puedes volverte a romper? -le preguntó ella

Él pensó en su respuesta.

-¿Crees que dejaría que te rompieras? Esa es la verdadera pregunta.

Se instaló un silencio entre los dos. Pero fue suficiente para Ashley.

-Una vez te dije que me volvería a enamorar de ti 3000 veces más sí hacía falta. Porque siempre te elijo. Siempre eres tú... Siento no saber expresarme muy bien... pero... em...

-Te quiero. -acabó el por élla pero a la vez también le estaba diciendo él a ella.

Un punto brillante más iluminó el cielo. Yo brillaba ya en lo alto. Sabiendo que había cumplido mi último propósito.

NUESTRA LUZ DE LUNA LLENADonde viven las historias. Descúbrelo ahora