Capítulo 2

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La ansiedad me envolvía a medida que me acercaba a la imponente puerta de madera. Incierto sobre lo que me esperaba en esa trascendental conversación con mi profesor de artes, revivía momentos de incertidumbre. No había cometido errores en su clase ni tenía tareas pendientes; siempre fui un alumno destacado desde el preescolar. Al llegar a la oficina de Namjoon, toqué con sutileza, anhelando su respuesta.

—Adelante.—

—Buenas noches, Namjoon— articulé, ingresando con cautela.

—Buena noche, mi alumno estrella—respondió con una sonrisa que iluminaba la habitación. Me indicó que tomara asiento en uno de los sillones blancos. Me senté con elegancia, tratando de disimular la maraña de emociones que me invadía.

—Como sabrás, quiero hablar contigo seriamente— dijo, su mirada clavada en la mía mientras asentía con la cabeza. —Seré directo e iré al grano: el director del Museum of Contemporary Art Busan quiere exhibir una de tus obras por un mes.—

La noticia fue una ráfaga de emociones inesperadas. Permanecí en silencio unos momentos, dejando que la magnitud de la noticia se asentara. La idea de que el mejor museo quisiera exponer una de mis obras desató una oleada de felicidad en mi interior.

—¿Qué?— pregunté, apenas creyendo lo que acababa de escuchar.

—Hace aproximadamente un mes, te inscribiste en un concurso de artes sobre la naturaleza. El director del museo estaba en esa exhibición y quedó tan impresionado con tu cuadro que me contactó para saber quién era el artista. Después de contarle un poco sobre ti y expresarle mi admiración por tu talento, decidió que quiere exhibir una de tus obras más significativas. No tiene condiciones para tu obra— explicó con detalle.

—¡Es una gran locura!— exclamé emocionado, dejando que la gratitud y la incredulidad se entrelazaran. —Muchas gracias por esta oportunidad, prometo que no los defraudaré.—

—Sé que no lo harás, felicidades. La obra debe ser enviada en aproximadamente dos semanas. Trabaja duro y constante. Estoy aquí para cualquier consejo que necesites.—

Agradecí múltiples veces y salí de la oficina con lágrimas de alegría. Mi profesor me aseguró que este logro era solo mío y que yo era el verdadero artista. Sentía que flotaba en algún lugar lejano de la tierra. Este logro personal, el reconocimiento del director del museo, inundaba mi corazón de dicha. No podía esperar para compartir esta noticia con Taehyung.

La cena fue un torbellino de emociones. La noticia de mi próxima exhibición en el museo había trascendido, y la reacción de algunos alumnos no fue positiva. Críticas y envidias se tejieron a mi alrededor. Sin embargo, Taehyung me reconfortó, asegurándome que estaba orgulloso de mí.

Luego, al llegar a la habitación que compartía con Taehyung, encontramos a Jimin en el baño intentando cortar sus alas con tijeras, provocando una hemorragia. Actuamos rápidamente, deteniendo el sangrado y buscando ayuda del enfermero Kim SeokJin.

Tras cuarenta largos minutos, la hemorragia de Jimin finalmente cesó, y sus dos alas fueron cortadas desde la raíz. El enfermero, con cuidado y meticulosidad, lo anestesió para asegurarse de que todo transcurriera de manera higiénica, evitando cualquier riesgo de infección. En la incertidumbre sobre si el cuerpo del hada se asemejaba al de un ser humano, preferimos prevenir que lamentar. Al cortar la primera ala, esta se desvaneció en polvo, dejando en la piel una cicatriz marcada.

Expresamos nuestro agradecimiento a SeokJin, quien se retiró sin pronunciar más palabras. En la intimidad de la habitación, nos sumergimos en la tarea de limpiar meticulosamente toda la sangre, vendajes y ropa. Tras finalizar, Taehyung se sumergió en un baño reconfortante. Aproveché el momento para despertar a Jimin, ofreciéndole pequeñas cantidades de comida.

Junto a SeokJin, trazamos un plan cargado de detalles para que nadie sospechara al partir. Decidimos presentar a Jimin como el sobrino de SeokJin, explicando que este lo recogió de una cabaña cercana, ya que ansiaba explorar la ciudad.

Mi confianza en el enfermero era inquebrantable, no solo por su habilidad, sino porque era mi medio hermano.



Lienzos de Amor y Misterio - KookMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora