Lienzos de Amor y Misterio - KookMin

Capítulo 4

Habían transcurrido cuatro días desde nuestra llegada a la ciudad de Busan. Mi departamento era minimalista, con solo cuatro habitaciones, tres baños y una piscina. El aspecto peculiar del lugar sorprendió a Jimin, quien llegó a preguntar si habían robado, al notar la aparente falta de pertenencias en comparación con otros seres humanos. Me reí y le expliqué un poco sobre mi estilo de vida.

Fuimos a la casa de mis padres para recoger a mi mascota llamada Bam, un doberman. Presenté a Jimin como un amigo, y mis padres no tardaron en hacer suposiciones, creyendo que éramos una pareja secreta. Aunque mis padres sabían de mi bisexualidad, desafortunadamente, vivíamos en una época donde podrían encarcelarme por mi orientación sexual.

La interacción entre Jimin y Bam resultó divertida, ya que parecían tener miedo mutuo. Jimin tomó mi brazo y se escondió detrás de mí cuando Bam corría hacia nosotros.

—¿Qué es eso?— preguntó cerca de mí.

—Es mi perro, se llama Bam.— dije con orgullo, acariciándolo en cuanto llegó. —Bam, te presento a Jimin, sé bueno con él.— ordené.

Bam ladró eufórico.

A lo largo del día, Jimin tomó más confianza con Bam, y comenzaron a jugar en el jardín de mis padres; la escena era muy bonita, con Bam corriendo a traer la pelota verde que Jimin le lanzaba.

—¿Estás seguro de que solo es un amigo tuyo de la universidad?— preguntó mi madre, acercándose hacia mí con dos vasos de limonada.

—¡Oh, me asustaste! Claro que solo es un amigo.— dije tomando los dos vasos que me ofrecía.

—Llevo conociéndote veinte años y sé reconocer cuando mi hijo me miente.— dijo riendo. —Ve con él y ofrécele algo de tomar; la cena estará lista en quince minutos.—

Un tanto confundido por lo que mi madre acababa de decir, me dirigí hacia Jimin con los vasos de limonada y le ofrecí uno; él me agradeció y me mostró una sonrisa algo tímida, a la cual respondí con una igual.

De regreso a mi departamento, conducía mi automóvil negro, con Jimin en el asiento del copiloto y Bam ocupando los asientos traseros.

-¿Por qué no dijiste nada sobre tus lienzos destruídos a tu profesor? -preguntó repentinamente Jimin, mientras miraba por la ventana el paisaje colorido.

-No lo vi necesario. Ese día regresaríamos a la ciudad, y no quería retrasar más el viaje; además, no tenía ninguna prueba de que alguien los hubiera destruido. -expliqué simplemente.

—Pero el culpable debería pagar por sus actos; toda acción tiene una consecuencia y debería ser reprendido. Donde yo vivía, de repente comenzaron a desaparecer las pertenencias de las hadas y estás utilizaron su magia para atrapar al ladron. Al final lo reprendieron y expulsaron del bosque.— comentó.

—La vida es más injusta de lo que parece.— comenté. —¿En dónde vivías había más de un hada?— pregunté con curiosidad, sin apartar la vista de la carretera.

—Sí, había como cincuen...  No, no había ningún hada aparte de mí.— dijo inseguro. —La casa de tus padres es muy bonita y grande.— comentó intentando desviar el tema principal.

—Sí, al parecer, a ellos no entraron a robarles.— bromeé. Jimin soltó una pequeña risa.

El trayecto de la casa de mis padres a mi departamento nos llevó alrededor de cuarenta y cinco minutos. Íbamos platicando de todo y a la vez de nada, jugando a contar cuántos automóviles de color rojo veíamos o el típico juego de adivinanzas. Al llegar a mi departamento, nos sorprendimos al ver a Taehyung sentado enfrente de este, pero lo que llamó nuestra atención fue que estaba llorando.

Jimin rápidamente bajó del automóvil y fue a abrazar a Taehyung.

Después de algunos minutos, mi mejor amigo nos explicó por qué lloraba. Resulta que se declaró a su amigo Hoseok, pero este lo rechazó de una manera nada amable, diciéndole que estaba enfermo por ser gay. Jimin no entendía muy bien, pero aún así, abrazó el corazón herido de Taehyung. Por mi parte, le ofrecí palabras de aliento y le dije que Hoseok no merecía siquiera su amor. Pasaron aproximadamente dos horas, y ahora nos encontrábamos viendo una película con palomitas y algunas bebidas alcohólicas.