Capítulo 6

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Un par de días pasaron desde la discusión que tuvieron en medio del comedor, y las cosas habían estado en calma después de eso. Jimin intentó hablar con Jungkook un par de veces pero este no quería ni verlo, simplemente hacía como si no existiera, haciendo oídos sordos a las explicaciones que el rubio intentaba darle.

En cuanto a Eunwoo, su amistad había mejorado un montón, ahora era normal ver al pelinegro junto a su pequeño grupo, la mayoría de las veces bastante serio, pero de vez en cuando podías verlo reír levemente por algún chiste o anécdota de los chicos.
El mayor solo lo observaba de lejos, molesto porque Jungkook se quedaba a escuchar las estupideces que hablaban ellos, pero no era capaz de darle un minuto para dejarle en claro que toda la idea había sido de Huening Kai.

No había vuelto a hablarle desde la discusión, por lo que le pareció extraño que ese día se acercara a él. Incluso le extrañó más aún que este tomara su mano y prácticamente lo arrastrara hacia la biblioteca en completo silencio. Jimin solo decidió dejarse llevar sin pedir explicaciones, pues veía eso como una oportunidad de arreglar el malentendido entre ambos.

—¿Qué haces? —preguntó confundido una vez estuvieron en la biblioteca, parados entre los estantes más lejanos donde apenas y pasaban algunos chicos.

—De-debo decirte algo —musitó el ojigris bajando la mirada al suelo.

—¿Qué es? —ladeó la cabeza observando la repentina timidez que embargaba al más bajo. Era raro verlo así, pues si había algo de lo que Jungkook más desbordaba, eso era confianza y ego.

—Pensarás que es una broma pero la verdad es que estoy hablando muy enserio.

—Deja ya de dar tantas vueltas.

—Me gustas, Jimin.

Los ojos del mencionado se abrieron exageradamente mientras su mente terminaba de asimilar la repentina y extraña confesión de su compañero. ¿Qué diablos estaba pasando? Le era difícil comprender el repentino nerviosismo que lo atacó, y aún más el rápido y fuerte bombeo de su corazón en su pecho. Lamió sus labios con lentitud, soltando un suspiro largo y desviando por un segundo su mirada de los orbes grisáceos del contrario.

—Yo...esto es m-muy repentino de tu p-parte —tratamudeó, sintiendo su voz fallarle de a momentos, los nervios estaban acabando con su estabilidad.

—Sé que no debería decirte esto porque tienes novio, pero solo quería que lo supieras —musitó mirando hacia el suelo, mordiendo levemente su labio inferior.

—Jungkook yo...

Era prácticamente increíble, en el sentido más literal de la palabra. Jamás pensó que el más bajo albergara ese tipo de sentimientos por él. Estaba sorprendido, eso no podía negarlo, pero una pequeña parte de él, tal vez más grande de lo que podía o quería aceptar, se sentía dichosa por gustarle.
¡O sea, le gustaba al amargado, antipático y bonito Jeon!
¿Qué bonito? Jungkook era precioso, desde la primera vez que lo vio notó la belleza del menor, tan pueril como tentadora.

—Estoy consciente de —le interrumpió, hizo una pausa suspirando y volvió a mirarlo a los ojos—, que te gusta Kai pero...

—También me gustas —soltó de sopetón, dejando al otro sin palabras—, o al menos eso creo.

—¿En serio? —cuestionó escandalizado, ahora él era el sorprendido.

—Sí.

Asintió, dándose cuenta de que no podía negarlo más, Jungkook le atraía de una manera que no creía posible, por eso tanto empeño en hablarle y seguir intentando mantener una relación de amistad después de tantas humillaciones de su parte.

¿Puedo amarte? - JiKook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora