Los tiempos de alfas y omegas se remontan a antes de la época Joseon, aunque con el pasar de los años, la capacidad de transformarse en sus lobos, se fue perdiendo, por enfermedades o no poder reproducirse; entonces, los grandes reyes decidieron cuidar a los que siguen teniendo la capacidad de hacerlo.
En el reino, donde el rey Kim Heechul, un soberano alfa, tranquilo, agradable, el único de toda la estirpe de sus hermanos con la capacidad de transformarse en el flamante lobo blanco que fue, antes de perder la vida a causa de una enfermedad, dejó a sus diez herederos, aun sin saber cuál será el siguiente líder, pues tanto sus hijos como hijas, independientemente de su jerarquía, podrá reinar, si consigue transformarse en lobo.
Pero los años transcurrieron, y ninguno de los hijos, a pesar de presentarse cómo alfas u omegas, se conseguían transformar; entonces, del hijo que nadie esperaba nada, el que pasaba desapercibido, a causa de su padre omega, un simple pueblerino, se transformó.
El octavo hijo, menos querido y más despreciado, un hermoso alfa de 18 años, que una noche de luna llena, despierta a todo el castillo, a causa de los fuertes dolores que tiene por estar transformándose.
Cada persona allí presente, tiene el placer de ver, como Kim Taehyung, se transforma en mitad de los jardines, en un grandioso y elegante lobo marrón, de ojos verdes, de grandes fauces y un aura imponente, peligrosa y que hizo a cada uno de los allí presentes, hincar la rodilla ante su nuevo rey.
Después de toda una vida siendo un donnadie, Taehyung se encuentra a sí mismo, sentado en un trono, con todos esos hermanos, nobles, y concubinos de su padre, que nunca le hicieron ningún tipo de caso; ese día, todas esas personas mancharon las escaleras de acceso al castillo, a causa de sus gargantas cortadas por orden del rey, que los vio a todos morir, delante de sus ojos.
Y a su lado, la única persona que siempre ha estado ahí con él, su criado, que jamás lo fue, porque era su mejor amigo, entrelazando las manos, intentando mantenerse fuerte ante la sangre fría con la que Taehyung se deshace todos los posibles enemigos y gente en contra de lo que pueda hacer.
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Esa misma tarde, mientras que Taehyung se preparaba para el banquete que él mismo ha organizado para los que se habían mantenido fiel a su figura, Jimin allí presente, decide darle unas palabras de apoyo.
- Su reinado empieza aquí, mi rey — dice este, mirándole con dulzura — espero estar muchos años a su lado, apoyándole y viendo cómo se convierte en el gran soberano que está destinado a ser — las manos del castaño agarran su rostro, acariciando con cariño — cuidaré de sus hijos, como hice con usted, desde que éramos niños, me encargaré personalmente de que no ocurra nada.
- Claro que lo harás, porque también serán los tuyos, Jimin — un poderoso latido retumba en su pecho, y siente que su cara arde, ante los imponentes ojos oscuros del monarca — quiero que te conviertas en mi esposo, no creo que exista nadie mejor que tu para reinar a mi lado.
- Eso es un honor, mi rey — siente sus ojos picar, por tener la dicha de ver la hermosa sonrisa del castaño — pero su deber como monarca es traer mucha descendencia al mundo, y yo solo no puedo — Taehyung asiente, sabiéndolo perfectamente — mi corazón sufriría eternamente si no puedo servirle fielmente a mi señor.
- Deja de decir tonterías, tú no has venido a este mundo a darme hijos, has venido a estar a mi lado y apoyarme, amarme — el castaño baja el rostro, rozando narices con él — a pesar de los posibles concubinos que deba buscarme, nadie ocupará tu lugar, eres el omega que debe estar reinando junto a mí.
- ¿Y si aparece su alma destinada? — dice en un susurro, mientras sus fosas nasales se llenan de ese exquisito aroma a hierba mojada y salvia, suspirando después.
El rey frunce el ceño, es cierto que las leyes obligan a que si el omega destinado del soberano, que también tiene la capacidad de transformarse en lobo, consigue llegar a la vida de este, el actual consorte que haya en ese puesto, será descendido a un puesto inferior, con los demás concubinos.
- Eso no sé si ocurrirá o no, pero tengo claro que, si quiero tener hijos, no es con nadie más que contigo — le dice, antes de juntar sus labios.
El corazón enamorado del omega, se desata conforme el primer beso del rey, es también el suyo; un amor secreto, guardado durante los 18 años que ha sido criado junto a ese chico, para ser su sirviente, y acabar siendo su esposo, no podría haber querido agradecer más a la madre luna por esto que ha ocurrido.
Los dos primeros años del matrimonio entre ellos dos, transcurrieron de forma perfecta, solamente eran ellos, no había espacio para nadie más, buscando siempre nuevas formas de hacer avanzar al reino.
Pero Jimin, tuvo que empezar a ver, sin saber cómo remediarlo, que su esposo cada día se vuelve un poco más tirano, más frío, más calculador con cada persona que aparecía por el castillo, hasta que un día, el nuevo objetivo de la atención del rey, traspasó las puertas, altivo, hermoso y sonriente.
Dos años después de un matrimonio monógamo, el primero de los concubinos, hizo aparición; un bello omega de 22 años, Kim Seokjin.
