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Los felinos orbes del omega visualizan el tranquilo rostro del alfa a su lado, tumbados en la cama, descansando después de los tres días de intensos encuentros que han estado teniendo, llevando su mano a apartar los cabellos que adornan su cara, queriendo guardar a fuego cada milímetro de las facciones que tiene ese rey al que debe volver a tratar de forma indiferente cuando esto se acabe.

- Mi celo está llegando a su fin, omega — dice la gutural voz del alfa, aun con los ojos cerrados — cada vez me cuesta más mantenerme aquí, mi humano está queriendo coger el control, aunque aun lo tengo bien amarrado.

- Me marcharé al palacio antes de que eso ocurra — le informa, apretujándose más contra su cuerpo — realmente he disfrutado de esto.

- ¿Me contaras porqué tienes tu hermosa piel tan demacrada y maltratada? — pregunta, abriendo sus esmeraldas orbes para enfocarle — me encargaría personalmente de arrancarle la garganta a cada ser que se haya atrevido a dejarte esas cicatrices, porque no las mereces — Yoongi sonríe, enternecido — y, aun así, eres lo más hermoso que he tenido la dicha de ver.

- No quiero hacerlo — responde con sinceridad, ganándose un pequeño gruñido — eso ahora mismo es un tema irrelevante, es mucho mejor que aprovechemos el tiempo que nos queda juntos, alfa.

- En la próxima luna podremos recorrer el bosque juntos — sonríe, subiéndose encima de él — y aullarle como tanto deseas.

- Podríamos hacerlo cada noche, independientemente del estadio en el que se encontrase, pero tu maldito humano se niega a dejarse llevar por ti y por todo lo que puede disfrutar de estar en tu forma lobuna — el castaño asiente, bajando su rostro hacia el cuello de Yoongi — pude ver con mis propios ojos como disfruta cuando está transformado, casi tanto como lo hago yo.

- Enséñale, ayúdale — implora mientras mece su cadera contra la contraria — libera su mente de esos prejuicios y miedos absurdos que nos condenan a estar encerrados aquí.

El omega deja ir pequeños jadeos conforme el alfa se restriega, sintiendo a la perfección cómo sus manos recorren con absoluta devoción todo su cuerpo, cómo sus labios dejan marcas invisibles en su piel o cómo su miembro lucha por no introducirse nuevamente en él, pero lo desea tanto, que sube un poco sus caderas, dejándole claro en silencio que puede llenarle de nuevo.

Alfa y omega se funden en uno mientras el castaño sube las piernas de este a sus hombros, disfrutando de la maravillosa visión que tiene debajo de él; la mirada heterocroma del omega le observa, brillante y expectante ante sus lentas embestidas, con sus brazos hacia arriba, sus cabellos esparcidos por la cama y esa dermis llena de cicatrices completamente bella, todo para su disfrute.

Las piernas de Yoongi se cierran más sobre su cuello y el alfa mece las caderas contra su cuerpo, llenándole una y otra vez, ambos en una lucha de miradas que les deshace, que les llena de todos los sentimientos que crecen en sus interiores.

Tanta es la concentración del alfa que está olvidándose en detener la transición de Taehyung, que lucha por volver a tomar el control de su cuerpo, perdiéndose por completo al obtener la imagen que toman los ojos de su lobo, maravillándose ante lo que es tener a Yoongi dejando ir deliciosos jadeos y mirándole con su lobo presente.

La mente del rey trabaja con prisa, intentando deducir dónde ha visto ese gélido color azulado con anterioridad, ese brilla en el ojo que tiene la cicatriz del rostro de su omega.

Preguntándose también porqué es él, el que se encuentra pasando el celo con su lobo y no es alguno de sus concubinos mientras se golpea mentalmente pensando lo mal que se han debido sentir sus compañeros al no ser ninguno elegido y sí serlo ese ladrón que ha pasado de intentar robarle a compartir cama con él.

Por suerte el alfa de Taehyung se da cuenta de que el humano está intentando volver y corta la conexión, mandándole de nuevo al estado de letargo mientras ignora lo que ha podido ver y baja las piernas de Yoongi, para acercarse a sus labios.

Los brazos del omega rodean el cuello del alfa mientras corresponde al beso feroz que este le proporciona, dejándose penetrar con fuerza, cortándose sus chasquidos por gemidos.

Ambos disfrutando del último momento de soledad y compenetración que tendrán hasta dentro de mucho tiempo, antes de dejarle al humano que vuelva a tomar el control.

Los oscuros orbes de Taehyung se abren, encontrándose destrozado, cansado y desnudo en la estancia donde pasa sus celos, sin recordar nada de los tres días que ha pasado ahí; mucho menos recordando que ha sido Yoongi el que le ha acompañado

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Los oscuros orbes de Taehyung se abren, encontrándose destrozado, cansado y desnudo en la estancia donde pasa sus celos, sin recordar nada de los tres días que ha pasado ahí; mucho menos recordando que ha sido Yoongi el que le ha acompañado.

Con su cuerpo dolorido no duda en vestirse, avisando a los guardias de fuera que ya pueden acompañarle al castillo, preguntándose una y otra vez porqué no tiene a ninguno de sus omegas con él; su mente parece que ha decidido dejar en un rincón el momento de visibilidad que obtuvo mientras su lobo se unía con Yoongi.

Su mal cuerpo aumenta por el camino conforme intenta averiguar qué le ocurre a su lobo, intentando saber el por qué este se encuentra en un estado de mal humor y tristeza, sin siquiera dirigirle la palabra.

Sus concubinos le esperan en las puertas del castillo, pero sus ojos se van directos al criado, que le recibe con un rostro neutro.

- ¿Por qué me he despertado solo? — pregunta, bajándose del caballo — ¿Quién me ha acompañado en mi celo? — todos se mantienen en silencio, desviando las miradas de un lado a otro — ¿Alguien va a osar contestarme?

Todos mueven los ojos con nerviosismo, hasta que todos se dirigen a un punto especifico, que hace virar los ojos al rey.

- Le he acompañado yo, mi rey.

The King and the thief ✹ TaeGi VHaremDonde viven las historias. Descúbrelo ahora