Heeseung:
Estaba saliendo del hospital más tarde de lo planeado, así que había perdido el autobús. Si hubiera tenido un teléfono celular como un adolescente normal, podría haber llamado a alguien; no es que hubiera sabido a quién llamar. Mamá y Sihyun me darían un sermón todo el camino a casa, y Jaehyun me echaría en la cara que tenía un automóvil y yo no. ¿Quién necesita algo de eso?Había memorizado el horario del autobús en el camino –solo porque no había nada más que hacer y porque los números siempre me habían sido fáciles... no es que pudieras decir eso por mis notas de matemáticas. Así que sabía que el próximo autobús llegaría aproximadamente a la misma hora en que cualquiera de ellos pudiera llegar aquí, de todos modos. Simplemente esperé en el banco.
Cuando finalmente llegó el autobús, no era el mismo conductor. No estoy seguro de por qué pensé que lo sería. Pero, entonces, me pregunté qué le diría el Señor Nadie a Atila –si es que encontraba la necesidad de decirle algo.
Quiero decir, vine, ¿verdad? Estaba llegando tarde. Por supuesto, supongo que podría parecer como que desaparecí e hice lo que sea. Tal vez lo intentase, excepto que Groucho tenía planeando hacer que me registrase al entrar y salir, y excepto por el tiempo en Oncología, había alguien vigilando cada minuto, todo el día. Así que, el Sr. Nadie podía reportarme si quería, pero Groucho podría responder por mí, así que... lo que sea.Sin embargo, apenas llegué a casa, comenzó la Tercera Guerra Mundial.
—¡¿Dónde demonios has estado?!—Sihyun comenzó a hablar—. El autobús en el que se suponía que estarías, pasó hace casi dos horas.
—Me retrasé. —Pasé de toda la conversación. Había esperado casi una hora por el segundo autobús que ya estaba media hora tarde, y este autobús tomó una ruta diferente. Tuvo suerte de que ni siquiera estuviera más tarde. El chofer me había dicho que por lo general serían otros quince minutos más o menos antes de pasar por aquí, pero no tenía su grupo de iglesia habitual para dejarlo hoy, así que vino directamente aquí.
—¿Haciendo qué? —Mamá tuvo que intervenir.
—Buscando una máquina del tiempo—gruñí y luego me fui a mi habitación. Había sido una pregunta estúpida. No merecía una mejor respuesta. Si no confiaban en mí, podrían, muy bien llevarme, y recogerme ellos mismos. O mejor aún, podrían conseguirme un maldito auto.
Me sorprendió que lo dejaran pasar, pero no me importó mucho de una manera u otra. Estaba pasando por la habitación de Jaehyun, y él estaba parado en la entrada.
—¿Cómo te fue hoy, hyung? —preguntó con esa voz tan alegre que me hizo querer retorcerle su flaco y pequeño cuello. —Jódete—Pasé como un rayo y entré en mi habitación. Justo antes de que cerrara la puerta, lo escuché decir: —Bueno, tal vez mañana sea mejor.
[...]
La siguiente mañana fue exasperante. Sihyun caminó airadamente, ladrando órdenes y dándome una lista de tareas que posiblemente no podría terminar a tiempo para irme al servicio comunitario. Mamá me dio el tratamiento silencioso, sin duda por mi percibida traición a su confianza, el día anterior. Y Jaehyun se sentó allí con esa alegría exasperante, esperando que lo recogieran.
Había empezado a ir a la iglesia con su amigo, Lee Han, calle abajo. Dijo que había "encontrado a Dios", y que por eso se sentía tan feliz ahora. Sospechaba que solo estaba loco por su amigo y que se estaba escapando a besarse durante el servicio religioso.
la hermana de Lee han, también podría ser la causante de su entusiasmo. Entrar en sus pantalones, ciertamente me haría feliz. Era una zorra. Por otra parte, meterme en los pantalones de Lee Han también me haría feliz.Desde hacía un tiempo, sabía que me atraían tanto los niños como las niñas, pero por lo general estaba demasiado ocupado enojándome con el mundo como para conectarme con alguien. Pero incluso, si quisiera los enredos que indudablemente vendrían con el sexo, no arriesgaría nada con un chico. Sihyun me contó cómo era, y tanto él como mamá eran extremadamente homofóbicos. Entonces simplemente no valía la pena para mí.
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✧ sunbeam-heejake ✧
Fiksi PenggemarCuando estoy contigo me haces pensar que este mundo puede ser un lugar maravilloso. -Lee Heeseung. Lee Heeseung tiene toda la vida por delante, pero no tiene planes más allá de abandonar la escuela tan pronto como cumpla los dieciocho años. Ha esta...